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La interpretación de 'Adeste fideles' reunió al Joven Coro de la OCG y al de Ciencias, con Victoria Orti y Luis David Barrios.

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La interpretación de 'Adeste fideles' reunió al Joven Coro de la OCG y al de Ciencias, con Victoria Orti y Luis David Barrios. ALFREDO AGUILAR

«Unir a la familia en torno a una mesa debería recordarnos de dónde venimos»

La árbitro internacional de rugby Alhambra Nievas recordó los valores tradicionales en el pregón de Navidad de IDEAL con un Isabel la Católica lleno

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ

GRANADA

Viernes, 22 de diciembre 2017, 02:19

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Ayer, un año más, el Teatro Isabel la Católica se vistió de Navidad en el tradicional Pregón que cada año organiza en ese escenario el diario IDEAL. Con puntualidad prusiana comenzó el acto, a la hora prevista. El mismo acento prusiano del tenor Luis David Barrios, de negro riguroso, que con una bella aria mozartiana introdujo al público en ambiente, cantando con un fraseo perfecto y una expresividad sorprendente. Al piano estuvo acompañado por Pablo Segura. Ambos fueron premiados con un intenso aplauso por parte del patio de butacas. Del alemán pasó al español, evocando -con 'Flor roja', de la zarzuela 'Los gavilanes' del maestro Guerrero- el aroma de las flores, los sueños y la gloria, como los sueños que pueblan las mentes de los más pequeños cuando llegan estas fiestas. La luz cenital alumbró una incipiente estrella que dará mucho que hablar, sin duda. Barrios es la certificación de que la cantera de cantantes granadinos no se agota.

Rafael Ortiz, periodista abonado a la presentación de este acto, tiró de casta y oficio para calentar al público con su voz y una bella prosa poética anclada en la nostalgia y la alegría, a propósito del rito diario de comprar el periódico y saber lo que pasa en nuestro entorno inmediato. A renglón seguido, presentó a la pregonera, quien subió al escenario vestida con un traje rojo de Pilar Dalbat, muy navideño.

Nievas comenzó afirmando «mi alegría hoy es doble, porque hasta hace poco más de un mes, he sido una exiliada que volvía a casa por Navidad. Dar este pregón como vecina vuestra es el mejor regalo que podían hacerme. Qué mejor que pasear a diario por calles cargadas de historia, disfrutando de los colores que se van transformando de la mañana al atardecer... Escuchando ese 'bonica' que tan nuestro es... Ha sido solo un mes, pero ahora no imagino una ciudad mejor en la que vivir».

La árbitro internacional de rugby evocó el placer de dejar pasar las horas frente a la chimenea, oyendo las historias de su abuelo Manuel, o la oportunidad de reunir a la familia en torno a una mesa, «algo que debe recordarnos de dónde venimos y qué aportamos a la comunidad». Tiró de humor para recordar los lugares comunes que no faltan ninguna Nochebuena: los chistes malos del novio que quiere caer bien, el menú de la mamá, «siguiendo el menú de la abuela Fina, consiguiendo que nada quede en la mesa», las conversaciones sobre fútbol, y el reencuentro con quien la falta de oportunidades laborales ha obligado a emigrar.

Más 'te quiero' y menos móvil

Nievas aprovechó su pregón, tras agradecer a IDEAL la oportunidad de pronunciarlo, para transmitir un mensaje lleno de valores familiares. «Es esta una gran oportunidad para que tengamos una charla relajada y amable, sin móvil ni WhatsApp ni Skype. Con muchos más 'te quiero', que si no se dicen se quedan atrás». Una Navidad que se centre en los afectos, no en los regalos. «Debemos migrar a ser felices compartiendo con los demás», aseguró, «como mi abuelo Antonio Nievas, que siempre nos invita a disfrutar sin grandes lujos». Una Navidad para hablar, para «escucharnos los unos a los otros sin dejarnos la garganta». Y terminar, por supuesto, cantando 'Los peces en el río'.

La pregonera finalizó su intervención invitando a todos a «caminar por aquello que os haga felices, pero sin olvidaros del vecino, del hermano, del más necesitado. Cuando me preguntan qué me llevó a hacerme árbitro de rugby, siempre contesto lo mismo: he perseguido la felicidad, lo que me apasiona. Porque estoy convencida que este mundo necesita personas que hagan cosas diferentes, que amen lo que hacen. Caminemos juntos para educar, para ser mejores personas, para ser felices con menos cosas, para ser felices invirtiendo en humanidad».

La simpatía que derrochó en todo momento Alhambra Nievas llevó al tradicional 'factótum' del pregón, su director artístico, Rafael Torres, a meterla en el jardín de cantar un villancico. Ella advirtió que su voz no era la de una soprano, pero hizo lo que pudo. Y sobre todo, ofreció esa misma lección de humanidad que pidió para todos. Una bella inspiración para comenzar unos días que deben estar marcados por la armonía y la felicidad.

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