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«Soy único como gran afilador de dientes de sierra»

«Soy único como gran afilador de dientes de sierra»

Enrique Villarreal | 'El Drogas' Músico

JUAN JESÚS GARCÍA

GRANADA

Sábado, 9 de septiembre 2017, 17:06

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La noche grande del Zadín va suponer el estreno a lo grande de un personaje querido por todo el mundo del rock and roll, y así se lo han demostrado a Enrique Villareal la cantidad de compañeros que le llevaron en volandas en la sesiones de grabación en directo de 'Una noche nada más', su confirmación a lo grande de que había mucha vida más allá de Barricada. 'El Drogas' reconvertido en un surrealista lord de cantinero, bajo un chistera del país de las maravillas y bastón de mando en mano, comanda un concierto antológico en el que resume (a veces no tanto) lo que ha cantado en todas sus marcas registradas: Barricada, la Venganza de La Abuela, Txarrena y con su propio sobrenombre. Y no llega solo, porque este año lo de Zaidín 'Rock' se cumple rigurosamente durante la seis horas de esta noche con Borriqueros, Inconscientes y Porretas.

-Recuerdo sus primeros tiempos de todos los tiempos y me tenía ya un puntillo teatral... Le veo ahora bastón en mano y... ¿hemos regresado al gusto actoral por el personaje?

-Nunca se perdió. En el presente quizás se note más porque me parece importante dejar salir de la cabeza a los diferentes personajes que se esconden en ella.

«Me parece importante dejar salir de la cabeza a los personajes que se esconden en ella»

-¿Cómo ha construido esta vez esa suerte de Lord Capitán Barbosa venido a más?

-Mucha culpa de esta deriva tiene Brigi Duque. Él me empujó a terminar o mejor dicho a utilizar bastante menos el vestuario utilizado con Barricada y ocupar más espacio en el armario con americanas horteras y corbatas de colores. De hecho, hasta los 52 años no ha aprendido a hacerme el nudo de dicho complemento.

-Se marcó un héroe 'Un día nada más' antológico (literalmente) e impresionante... no se me quejará de amigos en el oficio... y luego dicen del cainismo entre colegas.

-No me puedo quejar de nada. No así mis invitados, porque ese día algo les eché en la bebida. Su aportación al espectáculo, tanto en voces como en presencia, hizo que aquello se multiplicara por mil. Por supuesto que meto en el saco también a técnicos y personas que pusieron su cariño en esto, además de su sabiduría.

-¿Con todo lo que quedó en el cajón habrá 'Otro día más' o prefiere hacer cosas nuevas...?

-Mejor que vayamos ya a por cosas nuevas. Si hay coyuntura, ya buscaremos la excusa para utilizar lo que se quedó, pero ahora apetece mover el cerebro para salpicar gotas de sustancia desconocida.

-Que me imagino tan enciclopédicas como los últimos trabajos. ¿Va a superar al 'Salmón' Calamárico?

-(Risas) Como artista, Andrés es único. Yo soy único como arista o gran afilador de dientes de sierra. Creo que es imposible alinear una ensalada con tanto ingrediente.

-Usted es hijo del disco de plástico negro... ¿Cómo se apaña con esas canciones que ni se ven ni se tocan en Mp3 y eso?

-Pues me apaño muy mal, pero me apaño que no es poco. Uno intenta estar al día y de repente se da cuenta que el calendario utilizado es de veinte años atrás.

-Y con que el oráculo contemporáneo responda a todo en 140 caracteres...¡usted que necesita discos triples para expresarse!

-En esto voy mejor. La costumbre de escribir para canciones en vez de guiones de películas.

-Está ya a punto de setenta, ya tiene nietos... ¿Se ve como Mike Jagger anunciando en un concierto que acaba de ser bisabuelo?

-Déjame disfrutar de la infancia de mis nietos. Cuando llegue el caso, ya te lo cuento.

-Se sabe que a pesar de su mirada de 'devorador de niños' es, en cambio, un sensible y ávido lector de poesía...¿Qué nombres tiene ahora en la mesilla de noche?

-Siempre como mínimo un par de libros. De poesía, 'Poesía completa' de Anne Sexton y de la cosa mental 'Sobre la locura' de Fernando Colina. Interesante combinación donde a veces es más esquizofrénico el de Anne y más poético el de Fernando. O quizás sea algún personaje de los que viven en mi cabeza quien los confunde.

-Y a los que recurre con devota fidelidad cada cierto tiempo...

-Un montón. Es lo bueno de los poemas. Nunca tienen el mismo timbre. César Vallejo, Neruda, Panero...

-Dulce Chacón le inspiró su doctorado cum laude, el monumental 'La Tierra está sorda'...¿qué tiene que tener un texto para que a Enrique Villarreal le motorice tanto?

-No lo sé. Quien lea 'La voz dormida' quizás me lo pueda explicar.

-Esto... y cada día además de sordos, mudos y ciegos, ¿no?

-Parece que contra más órganos nos amputan, más cómodos y livianos nos sentimos.

-El directo de los Barri, junto a los de Leño, los Suaves, Loquilllo y 091 se cuenta entre los mejores 'lives' de este país...¿siempre mejor en directo?

-De los aquí señalados es evidente que somos bandas para el directo y todo lo relacionado con el oficio va encaminado a las descargas donde el personal que acude tiene un papel definitivo en cada espectáculo.

-En Granada ha estado históricamente con frecuencia y con varias 'marcas', aunque no tanto en los últimos tiempos...¿y eso?

-Uno acude cuando le llaman. A veces de una llamada a otra pasa un tiempo que podemos definir como desesperante. Pero siempre llega.

-Ahora en el Zaidín va a ser una presentación a lo muy grande, ¿sigue con la tres horas de directo?

-Conste que para mí pisar cualquier escenario ya es grande. Vivo por y para eso. Respecto a las tres horas es imposible porque hay más grupos. Está claro que tocamos el máximo de tiempo que nos conceden en cada festival.

-Y ya por último, a 091 le han estado 25 años preguntando por cuándo volvían a reunirse... hasta que lo hicieron...¿vamos bien de santa paciencia?

-(Risas) Tengo y tenéis la suerte de que no voy a durar 25 años, así pues disfrutemos de lo que hay.

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