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Strummer fue uno de los protagonistas del Squatt. JUAN JESÚS GARCÍA
«Strummer estaría hoy disfrutando de sus nietos y reivindicando alguna causa»

«Strummer estaría hoy disfrutando de sus nietos y reivindicando alguna causa»

Richard Dudanski Músico, productor y escritor | El músico británico, que vive en Granada, publica ahora 'Squat City Rock', un libro en el que analiza el fenómeno y lo que supuso para la música

JUAN JESÚS GARCÍA

Granada

Jueves, 21 de diciembre 2017, 01:49

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Richard Dudanski (Norther en el pasaporte), músico y productor, es también ahora escritor. Richard desde su residencia en Granada ha puesto negro sobre blanco sus recuerdos de juventud en el entorno punk londinense de la segunda mitad de los setenta. El libro se publicó en 2014 en inglés con el nombre de 'Squat City Rocks', y ahora lo hace en castellano (ed. Libros.com) bajo la denominación 'Londres Ciudad Okupada'. Es un relato en primera persona del movimiento 'Squatt' y el caldo del cultivo del género musical que cambio la faz sonora de la tierra. La primera mitad del texto se centra en los tiempos en los que tocaba la batería en The 101'ers (con Joe Strummer antes de The Clash), y también cuenta su paso por otras marcas referenciales como Public Image Ltd. (P.I.L.), el grupo formado por Johnny Lydon (Rotten), The Raincoats, o Basement 5. Al trasladar su residencia a Granada, su actividad musical prosiguió con Por Si las Moscas y Al Jaima, hasta formar El Doghouse con el americano Tom Lardner, con quien sigue hasta la fecha. Últimamente ha colaborado con otro personaje de la familia Clash, Tymon Dogg, aliándose con Antonio Arias, Juan Codorniu y J. J. Machuca en un proyecto llamado Tymon Dogg & The Dacoits con los que recientemente ha grabado. Richard presentará el libro en Bora Bora (mañana a las 20,00 horas) rodeado de amigos y música, y con la introducción de Eduardo Tébar.

-¿Qué recibimiento tuvo la edición inglesa?

-No estuvo mal, especialmente teniendo en cuenta que fue autoproducido, sin el respaldo de una editorial organizando su promoción. Aun así, recibió buenas críticas y fue elegido uno de los 10 mejores libros del año por la revista musical 'Uncut'. Sigue disponible en Amazon.com.

-Para un tipo que fundó 'Andalucía records' y que ha terminado viviendo aquí era imprescindible una versión en castellano, ¿no?

-¡Por supuesto! Joe y yo montamos 'Andalucía Records' en 1981 para editar el LP póstumo de The 101'ers. Claro, eso fue antes de vivir en Granada. El nombre fue un pequeño homenaje a las dos hermanas, Esperanza y Paloma Romero, que fueron nuestros 'queridas' durante la época de The 101'ers.

-Leyendo su libro le entran ganas a uno de cambiar la cerradura por si se le llena a uno la casa de punkis...

-¿Tan terrible es la imagen que doy de nuestra pandilla? (carcajada) De hecho, nosotros no 'okupábamos' propiedad privada. Siempre eran casas abandonadas, propiedad del Ayuntamiento o la Iglesia.

-¿Mantiene contacto con buena parte de sus compañeros de aventuras?

-La verdad es que sí... Al menos con aquellos que no han recibido aún visita de La Parca... Que son bastantes. Creo que para la mayoría de personas, las experiencias que vivimos cuando tenemos alrededor de veinte años suelen quedar en un sitio muy especial de la memoria...

-Vivir en comunidades ocupadas, ¿creaba lazos de amistad y complicidad distintos?

-Por la cantidad de experiencias fuertes compartidas es normal que surgieran estos lazos... Estos compañeros/as se convierten en tu familia, o al menos así lo vivimos nosotros.

-Y ahora que son propietarios opinan lo mismo...

-Claro que sí. El problema de la vivienda es tan actual como entonces. Repito: ocupábamos viviendas públicas abandonadas durante muchos años.

-¿Qué hacía en el entorno punk un músico que adoraba el jazz?

-¡Y también la música clásica! A mí siempre me han gustado muchos tipos de música distintos desde que era niño. El hecho de que empezara a tocar un rock desenfrenado no quiere decir que abandonara mis antiguas pasiones. De todas maneras, los mejores maestros son en general los baterías de jazz.

-Por sus palabras da la sensación de que le punk tuvo más de artificialidad que de espontaneidad...

-Es un tema complicado. Por un lado fue una situación manipulada y comercializada por unos pocos, pero por otro lado para muchos jóvenes fue un movimiento liberador y muy espontáneo.

-Sin 'ideólogos' como McLaren, Rhodes, etcétera, ¿hubiera sido todo distinto?

-Sin duda, y quizás sin tanto impacto mediático. No olvidemos que el germen ya había eclosionado en los Estados Unidos.

-En cualquier caso sí fue un relevo y un crack generacional... ¿Piensa que años después se han suceder otras rupturas tan intensas...?

-Tan intensas creo que no. El Grunge seguro que no; el Hip hop quizás...

-El 'futuro sin futuro', 'no estaba escrito', pero... ¿va camino de cumplirse?

-El 'No Future' de los Sex Pistols, fue quizás una de las expresiones más nihilista del movimiento, pero sin entrar en un debate filosófico creo que todo tiene futuro hasta que llega a su fin.

-Usted es un 'brexitano' a la inversa, ¡se fue antes de que se fueran...!

-En primer lugar, siempre me ha encantado la cultura hispana. Por eso estoy aquí. Y segundo, me apenan los nacionalismos y la creación de barreras. Creo que los viejos británicos han jodido las aspiraciones de las generaciones venideras.

-¿Qué estaría haciendo ahora Joe Strummer de vivir estos días?

-No tengo una bola de cristal, pero imagino que estaría disfrutando de sus nietos mientras preparaba el próximo bolo. De todas maneras, me sorprendería si no estuviera reivindicando alguna causa.

-El libro lleva paralela una explícita banda sonora. ¿Ha pensado en añadirla aunque sea virtualmente?

-Se hablaba en un momento de editar un disco con algunos de los temas para acompañar el libro. Pero las complicaciones para conseguir los permisos con las discográficas pararon el intento, y la verdad es que me interesa mucho más ahora terminar la producción de un proyecto de música actual que tengo con un antiguo compañero que lidiar con multinacionales discográficas.

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