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El recinto del Cortijo del Conde se llenó por completo

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El recinto del Cortijo del Conde se llenó por completo R. L. PÉREZ

Lori Meyers reconquistan Granada

La banda de Loja arrasó en la primera jornada del festival Granada Sound, que contó con un emocionante Iván Ferreiro

EDUARDO TÉBAR |RAMÓN L. PÉREZ

GRANADA

Sábado, 23 de septiembre 2017, 02:58

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Era medianoche y Lori Meyers finiquitaban su paso triunfal por el Granada Sound al ritmo de 'Mi realidad'. La banda ofreció, posiblemente, el mejor concierto que han dado en su tierra. «Tocar en Granada es tocar en casa», dijo Noni. Para entonces era tarea imposible encontrar aparcamiento en las inmediaciones del Cortijo del Conde. Un montaje rico en pirotecnia y sonido cristalino. Seis álbumes dan mucho de sí. Cuesta encontrar repertorios tan brillantes en el panorama español del siglo actual. Canciones que se pegan con velcro y un directo invencible. Es la receta del éxito de los de Loja, representantes máximos de una neoindustria que se sostiene en los festivales. Pero resulta simplón reducir lo suyo a un estribillo pegajoso, al mero pop coreable o a los trucos con arreglos exuberantes.

En la línea de Nine Inch Nails, los granadinos potencian ahora el espectáculo con derroche de unas luces y efectos visuales. Tras el arranque, el cantante agarró su guitarra Rickenbacker nueva y los Lori tronaron con microguiño al 'Nuevo Harlem' de Lagartija Nick: 'Planilandia'. El guitarrista Alejandro Méndez y el recién incorporado Javier Doria redondearon los coros de unas piezas dotadas con deslumbrante habilidad melódica. 'Luces de neón', 'Todo lo que dicen de ti', 'Luciérnagas y mariposas', los juegos entre acústica y eléctrica en 'Eternidad'. Cuando Alejandro se soltó con 'Océanos' -gema por la que matarían Flaming Lips-, fue Noni quien le siguió en las segundas voces.

El cantante grabó los sintetizadores del disco, pero en vivo delega casi todo el cuarto de máquinas en J.J. Machuca -Mellotron incluido-, lo que le permite moverse, gestualizar y ejercer de 'frontman'. Una composición veraniega, 'Zona de confort', sale por la tangente con giro roquero final. Una atmósfera donde Los Ángeles, Los Brincos y The Jam conviven a gusto: 'Corazón elocuente'. A lo largo de la década, los Lori han perfilado un sonido de corso en el que sintetizadores y guitarras investigan sus infinitas posibilidades de maridaje de manera grupal y con autosuficiencia. No en vano, ellos mismos han producido 'En la espiral', el último lanzamiento. Dedicaron 'Todo lo que dicen de ti' «a todas las mujeres del mundo».

«Venimos de Madrid», contaban Ángela, María y Cristina. «Llevamos un año esperando este momento. El Granada Sound tiene uno de los carteles más potentes de la oferta festivalera nacional. Además, todo el mundo sabe que Granada es música por todos los costados. Este fin de semana es la bomba», explicaban en una de las centrales de dj's.

Nota diferenciadora

La nota diferenciadora la puso Iván Ferreiro, el artista más maroritario y transversal del cartel. Zapatillas de deporte y traza de 'teenager' sempiterno. A sus 47 años, el excantante de Los Piratas se adapta a fuego lento a eso que llaman madurez. Ayer, el de Nigrán triunfó en el Granada Sound. Sentado al piano eléctrico y acompañado por una formación esquemática. Lejos quedan las noches de vicio y apoteosis en la sala El Tren. Como lejos queda ya su meteórico debut en solitario, 'Canciones para el tiempo y la distancia'. Título visionario, casi aforístico, de la época en que llegó el reconocimiento extemporáneo al legado de Los Piratas. La música de Ferreiro evoca la resaca después de una fiesta salvaje. Es el regusto de su repertorio posterior a 2006. Él, claro, se ampara en la baza de las letras. Y en el efecto de identificación emocional con una de las mejores y más personales voces del pop español.

La música de Iván Ferreiro evoca la resaca después de una fiesta salvaje

La fórmula está ahí, pero no a todo el mundo le sale bien. Como ocurre con su paisano Xoel, da igual que el vigués cante con dos palillos en el salón de tu casa. Siempre gana en vivo. A pesar de la rigidez de la posición al teclado Korg, defendió con brío el material de 'Casa', el reciente disco. A medio día, Ferreiro se plantó en la tienda de discos Bora Bora, en la Plaza de la Universidad. Una experiencia inolvidable para los que pillaron sitio. Sonaron clásicos como 'Años 80'. De tú a tú. Así es Iván, el buen colega de todos.

La flamante hornada local estuvo representada por Apartamentos Acapulco y Toulouse, que dieron la talla en horario vespertino. La inagotable fuente del indie granadino sigue su curso. Y ahí están Toulouse para demostrarlo. Toda una década de actividad culmina en 'Montemarte', título que castellaniza el nombre del barrio bohemio de París. Textos introspectivos, casi de terapia en el diván, coros festivaleros y giros a los Vampire Weekend. El fondo de armario guarda esa raigambre con la tradición pop de Granada. Los ecos de Los Planetas, Los Ángeles, Lori Meyers o Niños Mutantes resultan cada vez más de disimulados. Toulouse se reivindicó como nombre consagrado de la escena. Igual que Apartamentos Acapulco, que aguantaron en la franja más ingrata de la tarde. Herederos del mantra ruidista del 'shoegaze', con Galaxie 500 y Los Planetas subrayados en el santoral. Han producido 'Nuevos testamentos', su primer álbum, con el solicitado Jaime Beltrán (Pájaro Jack). 'Scarlett', su canción bandera, todavía reverbera por la Vega.

Por su parte, Dinero aportaron el rodillo rock. «Venimos a repartir leña», advirtió el combo afincado en Madrid. Sin anestesia. Guitarras cortantes y melodías pegadizas. Y de estribillos iban sobrados los veteranos La Habitación Roja. Los valencianos están bendecidos por la varita de la canción clásica. Pau Roca se desdobló para cambiar de escenario minutos antes con Lost Tapes, la electrizante propuesta que comparte con RJ Sinclair (Tokyo Sex Destruction).

Por la mañana, la ciudad era un hervidero de visitantes que aprovecharon para vivir la música en los establecimientos del centro. La imagen del goteo de gente por el Paseo de los Tristes lo decía todo. En el Papaupa, situado en el corazón del Realejo, Otro Golpe daban una lección de la historia del pop. Integran este divertimento tres referentes de la música granadina: Popi González, José Antonio Sánchez 'Jass' y Miguel Martín. La clientela flipó con un repertorio eterno: Beatles, Kinks, Simon and Garfunkel, Módulos, Simon and Garfunkel... Animoso contraste con las 'Canciones defectuosas' de Javier Arnal y Las Flores del Mal, que hipnotizaron a la parroquia de El Son. El histórico guitarrista de Los Chatarreros de Sangre y Cielo de Javier Corcobado tiró de manual de composiciones crepusculares.

Repertorio

Y no, no hubo mucho desperfecto en el repertorio, dirigido con soltura entre lo fronterizo y lo herrumbroso. Mientras su mujer, Vera Acacio, modeló la electricidad crepitante de la guitarra, Arnal templó la atmósfera con colchón acústico y su tremenda voz lóbrega, implacable recurso interpretativo para relatos cosidos con patrones similares a los de Nick Cave o Mark Lanegan. Por supuesto, el concepto de Las Flores del Mal encaja como un guante en el planteamiento de Arnal y Acacio, instalados en el desierto cinematográfico. «Vi Tabernas en el mapa y, con ese nombre, como para no quedarme», bromeó Javier. Y si Baudelaire aborrecía la ciudad y la hipocresía urbanita, ellos han creado un mundo a medida en unas piezas cortantes por fuera y sanadoras por dentro. Explotaron las virtudes a dos voces en una versión del archiconocido 'Summer wine' («en español significa tinto de verano: pierde todo el glamour»). Releyeron el 'Beneath the rose' de Micah P. Hinson. Aunque fue en las piezas en castellano donde pellizcaron del todo: 'Eva, Caín y Abel', la inquietante 'La sombra' o la embriagadora 'Besos de mar / Carmen', con Acacio al acordeón. Al final, todo El Son acabó entonando el tango 'Confesión'. Entrañable.

Al cierre de esta edición, L.A. y Sidonie se preparaban para caldear la madrugada. «Granada es el epicentro de la música este fin de semana», comentaba un asistente, con el vaso oficial en la mano, mientras miraba de reojo a la zona vip. Hoy, otros granadinos encabezan la segunda jornada del Granada Sound: Los Planetas.

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