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Todos los actuantes en el festejo salieron a hombros.

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Todos los actuantes en el festejo salieron a hombros. ENRIQUE

Histórica tarde en Navas de San Juan con todos sus actuantes a hombros

Enrique Ponce cortó las dos orejas y rabo, y salió a hombros junto a Conde, Lea Vicens y el novillero Toñete

ÁNGEL A. DEL ARCO

NAVAS DE SAN JUAN

Domingo, 27 de mayo 2018, 02:15

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Navas de San Juan y Enrique Ponce compartieron en el día de ayer protagonismo. Fue una jornada completa en la que el taurinismo tomo protagonismo desde primera hora de la mañana. Aunque para ser sinceros, empezó la tarde anterior con una ponencia que se celebró en el salón Miguel Hernández del consistorio, a cargo del doctor Rafael Fuentes Martos, que hizo un amplio y exhaustivo recorrido de los que ha sido la cirugía taurina en Navas de San Juan, siendo presentado el acto por el alcalde de la localidad Joaquín Requena. Posteriormente nos trasladamos al renovado coso taurino, donde se produjo la inauguración de la enfermería. Acto sencillo, pero pudimos observar las nuevas instalaciones con todos los servicios y comodidades necesarias para actuar cuando se requiera.

Ayer, una vez concluido el sorteo y enchiqueramiento de los toros de la tarde, tuvo lugar otro acto en las cercanías del coso. Se colocó un busto con la imagen de Enrique Ponce en una plaza que también lleva su nombre. El propio Enrique Ponce asistió al acto junto a su mujer, Paloma Cuevas; su padre; su suegro; Victoriano Valencia; el alcalde y la corporación; la delegada del gobierno, Ana Cobo; la vicepresidenta de la Diputación Pilar Parra; el matador de toros Javier Conde; el médico Rafael Fuentes; su apoderado Juan Ruiz con su esposa; su cuadrilla al completo; medios de comunicación y una gran cantidad de personas que abarrotaron la plaza y agasajaron a un emocionado Enrique Ponce.

  • Plaza Reinauguración de la plaza de toros de Navas de San Juan. Corrida de toros mixta.

  • Entrada Excelente entrada con más de tres cuartos en los tendidos en tarde de buena temperatura.

  • Ganadería Se lidió un toro para rejones de Enrique Ponce, noble. Cuatro que lucieron el hierro de 'Guadalmena', de correcta presencia y nobles y dos novillos de Juan Manuel Criado que también resultaron nobles. Al sexto de Guadalmena se le dio la vuelta al ruedo.

  • La rejoneadora Lea Vicens Dos orejas.

  • Enrique Ponce Gran ovación y saludos y dos orejas y rabo.

  • Javier Conde Oreja tras aviso y dos orejas tras dos avisos.

  • El novillero 'Toñete' Dos orejas y dos orejas.

Tomó la palabra el alcalde de Navas de San Juan, Joaquín Requena, que se mostró satisfecho de las obras realizadas en el coso taurino, al igual del orgullo que le produce que el nombre de Enrique Ponce quede inmortalizado en una plaza que a partir de ayer lleva su nombre, al igual que un busto con la imagen del torero.

Enrique Ponce por su parte, recordó sus años en los que vivió en el pueblo, teniendo un emocionado recuerdo a su abuelo Leandro, al matrimonio Juan Ruiz Palomares y Ana Dolores y sus hijos Alejandra, Valeriana y Juan Ruiz, que lo acogieron en su casa siendo un niño. Tuvo palabras sentidas dirigidas a su mujer Paloma, también a sus hijas, Palomita y Bianca, al igual que a todas esas personas que vivieron el día a día de su formación como torero.

Por la tarde, acercándonos al coso, vimos el gran ambiente que había en torno al festejo organizado, a pesar de la gran amenaza que supone la final de la Champions de fútbol, el Real Madrid, y la opción de que el equipo de la capital del reino pudiera ganar otro título europeo. Pues ni el fútbol pudo, mucha gente en los tendidos, faltando muy poquito para que el lleno fuera total.

Recinto que lució sus mejores galas, callejón con sus tablas nuevas, los corrales y parte del tendido que presentaron nueva imagen. Muy bonita y coqueta quedó la plaza de toros de Navas, ya acondicionada desde ayer para albergar cualquier tipo de espectáculo, sea taurino o de otra índole.

Los previos a la corrida de toros habían sido espectaculares, bien organizados y hasta emotivos, también el festejo en sí. Gente guapa en los tendidos y cuatro toreros en el ruedo que dieron una gran tarde de toros, especialmente el deseado y esperado Enrique Ponce. La tarde fue del valenciano de principio a fin, se vio a un torero en plenitud, contento, amable con todo el mundo y sobre todo con ganas de agradar con lo que mejor sabe, torear. Y bien que lo hizo, soberbio durante toda la tarde con capote y muleta, todo facilitado por un lote de toros de 'Guadalmena' que tuvieron mucha nobleza, algo que Ponce lo supo exprimir hasta los límites.

A su primero, del hierro de Guadalmena, le cuajó un excelente recibo a la verónica, saliéndose hacía afuera y rematando con una templada media verónica en el centro del platillo. Brindó la faena de este novillo al subalterno de su cuadrilla 'Jocho'. Es verdad, el toro tuvo nobleza, aunque no terminó de desplazarse.

Empleó todo su magisterio para cuajar una labor llena de buen gusto y despaciosidad. Ligó las series, sobre todo con la diestra, destacó en naturales de uno en uno y formó un alboroto con los cambios de manos de la derecha a la izquierda. Todo eso aderezado con una puesta en escena perfecta, sabiéndole dar tiempo al toro para sacarle todo el partido posible. Tenía las orejas cortadas, pero se atascó con la espada, tres pinchazos, antes de una estocada baja. Cambió el premio de las orejas a una calurosa ovación.

Con su segundo, toro que no terminó nunca de entregarse, se lució en el tercio de banderillas Mariano de la Viña en la brega y Jocho con los rehiletes, teniendo que saludar. Tuvo el animal de Guadalmena media arrancada y pegó muchos cabezazos, en una palabra, molestó. Tiró el maestro valenciano de técnica de primer nivel, sacando una labor que fue a más, arrebatando al tendido con su toreo de derechas, dejándole la muleta en la cara y tirando del desabrido animal. Qué bueno es este torero, parece que empieza y está en su vigesimonovena temporada consecutiva. Quién lo diría.

Obró el milagro, otro más, para ya en el último tramo de su labor, con sus muñecas de seda y en las cercanías del animal brotar muletazos de gran templanza entre la admiración de un respetable embelesado ante tanto poderío, todo aderezado por una banda de música que dio todo un recital. Su final, con muletazos con la pierna genuflesa, fueron el colofón a una faena de dos orejas tras una gran estocada. Dos orejas y rabo, emoción a raudales en una vuelta al ruedo bajo la marcha en honor a la patrona, la Virgen de la Estrella.

La ovación final con el torero en el centro del platillo y el público en pie fue el mejor colofón a la vuelta de Enrique Ponce a su casa, a Navas de San Juan, donde se hizo torero y hombre, y sobre todo querido y admirado.

El resto

El festejo lo abrió la rejoneadora francesa Lea Vicens, que lució una excelente cuadra, aunque anduviera poco acertada con los rejones de castigo. El novillo que lució la divisa de Enrique Ponce colaboró mucho en el tercio de banderillas, aunque tuviera un punto de mansedumbre. Fue bueno el tercio de banderillas, clavando buenos pares, esta vez sí, acertando y colocándolos arriba. Se nota y mucho la evolución de la francesa que se lució en el inicio y en el final de los ares con piruetas muy del gusto del respetable. Mató de pinchazo y rejón trasero cortando las dos primeras orejas de la tarde.

El primer toro de Guadalmena para Javier Conde tuvo tanta nobleza como manifiesta flojedad de remos. No le importó al malagueño, al contrario, se sintió a gusto e inspirado. Los Lances de recibo tuvieron buen son, pero sobre todo destacó en una soberbia media. La faena de muleta que brindó a Enrique Ponce no pudo ser ligada, aunque sí tuvo esos chispazos de extrema belleza tan normales en Conde. No fue una faena compacta, pero si hubo muletazos buenos e inspirados. Al final destacó con algunos cambios de mano sacando olés rotundos del tendido. No mató bien, pero le dieron una oreja.

Inspiración al servicio del buen toreo de Javier Conde a su segundo enemigo. Tuvo calidad el toro y más el muleteo de un entregado torero que cuajó y ligó extraordinarias series sobre ambos pitones. Ayer se vio al mejor Javier Conde de los últimos años. Faena realizada en el centro del platillo, sin concesiones a la galería, solo toreo y del bueno, con la planta relajada y una sonrisa que se reflejaba en su rostro ante tan magna obra de arte. Quiso indultar el torero, pero no la presidenta del festejo en una decisión más que acertada. Cortó dos merecidas orejas.

Grata sorpresa la del novillero con picadores 'Toñete'. Le tocó un gran novillo de Juan Manuel Criado en primer lugar, pero el novillero lo supo aprovechar cuajando una gran faena. Se lució con el capote, aunque sobre todo destacó en la faena de muleta, donde sobresalió al natural, pegando muletazos a cámara lenta. Cortó dos orejas que paseo entre clamores.

Brindó Toñete su segundo novillo a sus compañeros, realizando una labor en la que de nuevo dejó ver sus cualidades. No nos extraña que en la actualidad sea uno de los novilleros con picadores con más ambiente. Tiene sentido del temple y gusto para interpretar el toreo. Dejó una grata sensación en sus dos novillos.

Tarde histórica y final feliz con todos los actuantes a hombros por la puerta grande. Y con un protagonista, Enrique Ponce, que llegó a Navas de San Juan siendo un niño con un sueño por cumplir y volvió siendo una de las grandes figuras de la historia de la tauromaquia.

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