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Emma Cohen.
José Sacristán: «Era libre hasta las cachas»

José Sacristán: «Era libre hasta las cachas»

El actor subraya que Emma Cohen fue "una mujer en el más amplio sentido de la palabra"

EFE

Martes, 12 de julio 2016, 00:58

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La actriz, escritora y directora Emma Cohen, fallecida esta noche en Madrid a los 69 años, fue "una mujer en el más amplio sentido de la palabra, toda una personalidad y, sobre todo, una tía del copón y libre hasta las cachas", ha señalado el actor José Sacristán sobre su colega y amiga.

Sacristán, que hizo con ella películas como 'Solos en la madrugada' o 'Gatos en el tejado', hacía días que llevaba pensando que tenía que llamarla porque hacía mucho que no sabía de ella y ha sido "un shock" enterarse de su fallecimiento. "Sé que la maldita enfermedad esa -en referencia al cáncer- había vuelto y también que ella se resistía a aplicarse 'medidas'", ha señalado.

Siente su muerte "en el alma" no solo porque "ya no vaya a estar" sino porque ella "fue la celestina" que le "lió" con Fernando Fernán Gómez, la que les dijo "daos un abrazo y compartid la vida". "Los dos éramos tan tímidos, tan incapaces de decir las cosas, que si no hubiera sido por ella no habríamos hecho nada juntos", rememora.

"Profundamente tierna"

Después de la muerte de Fernán Gómez, en 2007, Cohen no paró de escribir, de hacer "collages" y cosas para niños, y tenía "muchos proyectos, incluso de hacer una cosa juntos de teatro", revela.

"Emma era, como Fernando, profundamente tierna pero como la necedad es homicida, tenían que protegerse de los tontos. Recuerdo perfectamente la primera vez que se vieron. Fue en el rodaje de 'Pierna creciente, falda menguante', a finales de 1969. La cara que puso él al verla bajar del coche lo dijo todo", ha recordado emocionado.

Los dos eran sus amigos y "lo que más celebra" son las muchas ocasiones en las que estuvieron juntos en su casa de la urbanización madrileña de Santo Domingo: "ya van faltando muchos. Demasiados", ha añadido.

"Fue una mujer bellísima, de rostro y de alma"

Por su parte, el director teatral Mario Gas señala que cuando él y Emma Cohen se conocieron en la universidad, la facultad entera estaba enamorada de ella. "Siempre fue una mujer bellísima, de rostro y de alma", ha asegurado.

Estudió con ella Derecho en la Universidad de Barcelona, junto a Carlos Frías, Enrique Vila Matas o Cristina Fernández Cubas, y siempre fueron amigos y se quisieron mucho.

Fue una de las primeras actrices a las que dirigió y Gas supo desde el primer momento que "tenía un futuro absolutamente fantástico". Luego llegó el cine, la popularidad, y su unión con Fernando Fernán Gómez, "determinante" en su vida.

Destaca que Cohen, actriz, directora, guionista, dibujante y escritora, decidió en un momento de su vida "dedicarse a Fernando -al que estaba unida desde finales de los 60 y con el que se casó en 2000- y empezó a organizarlo todo de puertas adentro, alejándose cada vez un poco más de la actividad exterior". Eso no quería decir, precisa, que no trabajara, sino que se concentró en escribir novelas, guiones, dibujos y pinturas "y en los últimos años de Fernando -fallecido en noviembre de 2007- estuvo muy ocupada en atenderle".

"Fue por decisión propia y ya después de la desaparición de Fernando, y también sin hacer ruido, se fue quedando en su casa. Cada vez tenía menos contacto con la vida pública, pocas amistades y muy pocas salidas. Siempre que quedábamos en los últimos tiempos quería que fuera en su casa", recuerda Gas. Poco a poco, señala, fue decantándose "por otras cosas", centrándose en un mundo interior, "siempre con un sentido del humor muy cálido como forma de vida, de leer y entender el mundo".

Cohen, dice, era una mujer "muy valiosa y discreta, que mantenía una actitud muy firme sobre las cosas, con un criterio muy formado. Desapareció del mundo público pero nunca hizo dejación de su esencia observadora y opinadora". Era, añade "muy hippie, en el sentido de libertad, de que le importaban muy poco las convenciones, muy feliz y tranquila con ella misma y con la vida que había escogido, de una sensibilidad e inteligencia considerables, que ejerció siempre y en todas las circunstancias"

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