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La sobreina del poeta y presidenta de la fundación que lleva su nombre. RAMÓN L. PÉREZ
"El Centro Lorca va a cambiar la vida cultural de Granada. Será un foco de riqueza en todos los sentidos»

"El Centro Lorca va a cambiar la vida cultural de Granada. Será un foco de riqueza en todos los sentidos»

Laura García Lorca | Presidenta de la Fundación Federico García Lorca ·

La sobrina del poeta confiesa su ilusión por la nueva etapa del Centro Lorca y descarta tener un papel protagonista en ella por el momento

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Lunes, 26 de marzo 2018, 02:16

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Laura García Lorca sonreía el pasado viernes como no lo había hecho en mucho tiempo. El legado de su tío, el poeta Federico García Lorca, se exhibía por primera vez en Granada tras más de 14 años de dificultades y retrasos. Ahora, superado el obstáculo que parecía infranqueable, la presidenta de la Fundación Federico García Lorca observa el futuro «con ilusión» y descarta jugar un papel protagonista en la nueva etapa de un espacio con proyección internacional.

-Han pasado 14 años del inicio del proyecto. ¿Cómo se siente?

-Muy emocionada al ver finalmente una muestra de todo lo que va a venir en esta exposición que cuenta una parte fundamental de la vida de Federico y también por ver que finalmente este edificio, que lleva gestándose más de los años que dices, toma forma. En realidad, desde que llegué a ocuparme de la Huerta de San Vicente, era obvio que ese espacio era muy pequeño.

«Si la Huerta de San Vicente fue un problema de estado prácticamente, esto no iba a ser un camino de rosas»

-¿Imaginó entonces que sería tan largo el camino?

-Sabía que no iba a ser fácil. Si la Huerta de San Vicente -que era una casita- fue un problema de estado prácticamente, hacer esto no iba a ser un camino de rosas. Los principios fueron muy buenos. En 2004 pedimos los fondos europeos y se nos concedieron inmediatamente, pero a partir de ahí hubo una respuesta tibia por parte de las instituciones. Sólo hace relativamente poco que se ha dado una circunstancia muy favorable con Susana Díaz en la presidencia de la Junta, Paco Cuenca en la alcaldía y Méndez de Vigo en el ministerio de Cultura. Gracias a estas personas, que se han empeñado para que esto salga adelante, y a la increíble generosidad y empeño de patronos como Matías Cortés y José Guirao, que han trabajado lo indecible con toda generosidad, ha sido esto posible. No es una frase a la ligera, yo no hubiera podido seguir.

«Asumo mi principal responsabilidad, que es haberlo elegido. Fue imposible de prever y creer»

-¿Las posiciones partidistas fueron un obstáculo en algún momento?

-Sí, en varias ocasiones. Esto a veces ha sido el escenario de luchas más o menos locales y luego hemos tenido la terrible desgracia del administrador infiel. Eso fue la puntilla. Fue imposible de prever y de creer. Asumo mi principal responsabilidad, que es haberlo elegido, pero venía con un currículum importante y respaldado por instituciones muy prestigiosas. Confié absolutamente en él en todo lo que se refería a la administración del edificio y, hasta 2015, parecía que todo iba bien. Afortunadamente, de donde presuntamente robó no fue de los fondos públicos sino de un préstamo que pidió la fundación a La Caixa. Es muy importante. Los fondos públicos están plenamente justificados, si no no estaríamos hoy aquí.

-¿Se entendió mejor con el PP o con el PSOE?

-Por naturaleza propia, mejor con el PSOE desde luego; pero tengo que decir que el apoyo inicial de Aznar fue clave porque con él conseguimos los fondos europeos. Esto es el siglo XXI, un tiempo en el que la figura de Federico es asumible y querida por todos. No creo que estos días deban ser de exclusión, sino de celebración por parte de toda la ciudad y de sus instituciones.

«Ha sido muy doloroso e injusto. No había dinero para pagarlas. Es un dinero que les corresponde»

-¿Entonces han sido justos los políticos de Granada?

-En este momento sí. El alcalde lo está siendo y la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura también.

-Sobre la denuncia por impagos a las extrabajadoras de la fundación, ¿en qué momento se encuentra?

-Desde el principio ha sido una prioridad y, para mí, un asunto muy doloroso e injusto porque son las que han hecho el archivo de la Fundación Federico García Lorca. Ellas fueron las primeras en sacar los papeles de maletas y cajas que tenía mi familia. Son las responsables de cómo llega aquí ese archivo, así que solo tengo gratitud y admiración hacia ellas. No había dinero para pagarlas y les dije que tenían que hacer lo que tuvieran que hacer: denunciar a la fundación. Es un dinero que les corresponde y que en cuanto podamos se les pagará. Ellas saben cómo es la situación tan bien como nadie y no es verdad que el archivo esté embargado. No lo ha estado en ningún momento...

«No es verdad que el archivo esté embargado, nunca lo ha estado y no afectará a su llegada»

-¿No afectará a la llegada del resto de los fondos?

-No, no tendrá repercusión.

-¿Cuándo llegará el resto del archivo?

-El día no lo sé, pero antes de finales de junio era lo acordado.

-¿Le preocupa que muchos granadinos no entiendan la postura de la fundación?

-Perdón, quiero hacer una aclaración de algo que es muy ambiguo, la diferencia entre la fundación y la familia.

-Claro.

-La fundación la creamos mi tía Isabel García Lorca y sus seis sobrinos carnales: Tica, Manuel y Concha Fernández-Montesinos García, y Gloria, Isabel y yo. Decidimos donar todo nuestro legado, que incluía los cuadros de Dalí que se ven abajo y que decidimos vender para financiar la fundación. Es decir, que hemos renunciado a todo ese patrimonio y, para ellos, ver el trato que se da a la familia muchas veces desde los medios y la política es realmente incomprensible porque solo se ha dado, no se ha recibido nada.

«En la familia hemos renunciado a todo ese patrimonio y no se ha recibido nada»

Desde 2005, cuando sugerí que la fundación tuvieran un perfil más profesional, sólo hay dos familiares en el patronato. Así que, en todo el transcurso difícil de estos años, si ha habido una responsabilidad familiar ha sido mía. Ellos merecen simplemente gratitud por haber hecho posible que este archivo exista y los problemas y acusaciones debería hacerse a mí, no a los demás.

«No quiero tener un papel protagonista, de momento quiero estar en la fundación»

-¿Cómo lo ha llevado su familia?

-Muy extrañada. Fuimos nosotros quienes creamos la fundación y los que propusimos hacer este centro, lo que demuestra que a veces es mejor que te pidan, que no ofrecer. Sigo creyendo que es un buen proyecto. Me alegra haberlo propuesto. Ojalá no hubiera sido tan largo, difícil y doloroso.

El 'nuevo' Centro Lorca

-¿Le ilusiona esta nueva etapa?

-Muchísimo. Ahora viene lo bueno. (Risas) Llevamos muchos años de penar y lo que hay que hacer ahora es celebrar, organizar actividades de primera calidad y muchísima variedad porque la figura lo permite.

-¿El Centro Lorca puede cambiar la vida cultural de Granada?

-Sin duda, creo va a ser un foco internacional. Granada está asociada al nombre de Federico García Lorca. En el mundo todo va unido: Granada, la Alhambra y Federico García Lorca... Va a cambiar la vida cultural y será un foco de riqueza en todos los sentidos.

-¿Qué papel va a jugar en el nuevo Centro Lorca?

-No quiero tener un papel protagonista. De momento quiero estar en la fundación. En esta transición jugaré un papel de asesoría y ya veremos en el futuro qué hay... El centro deberá tener un director gerente que no seré yo.

-¿Qué tipo de director le gusta para el Centro Lorca?

-Debe ser alguien con mucha experiencia en el mundo de la cultura, que haya trabajado en proyectos con proyección internacional. Tiene que ser alguien que entienda toda la complejidad de este lugar porque son muchas cosas: un archivo, un espacio que debe contar con un programa académico serio detrás, un programa educativo y, por supuesto, un sitio donde no solo recibir, sino generar proyectos culturales de teatro, cine, música, arte.... Cada vez más se está tendiendo a hacer proyectos participativos en el arte y creo que es algo a lo que este centro debería prestar especial atención. Debemos generar proyectos pioneros en maneras de ver el arte, participar en el arte y entender el arte en todas sus vertientes.

«Creo que el concurso, con todos sus problemas, es el mejor sistema y el que más tranquilidad da a todos»

-Sobre la elección del director, ¿prefiere un concurso u otro sistema?

-Creo que el concurso, con todos sus problemas, es el mejor sistema que se ha encontrado. Es el que más tranquilidad da a todo el mundo.

-¿Qué papel tendrá la actual fundación en el nuevo ente que se creará en el plazo de tres años?

-Ahora estamos en una transición que acabará en una fundación pública en la que tendrán presencia la Fundación Federico García Lorca, la Residencia de Estudiantes y las instituciones que conforman actualmente el consorcio del Centro Lorca. El nombre no se sabe aún, pero todo estaría integrado ahí. La fundación quedaría bajo ese paraguas y tiene que dar el visto bueno en todo lo que concierne al archivo y el programa.

-¿Se proyecta bien la marca Lorca al exterior?

-Hasta ahora no. Creo que hay una percepción fuera y entre los extranjeros especialmente de que queda algo pendiente. Aunque hablar en términos de qué significa la ciudad, no se puede generalizar. Está la cuestión del asesinato, que él volviera a su ciudad y lo asesinaran en ella gente que le conocía es algo terrible. Es difícil enfrentarse a eso. Nada se hereda y nadie tiene hoy culpa alguna; pero está esa realidad, que vino aquí y aquí lo mató gente que conocía más o menos. Es muy reciente, de alguna manera, todo esto. Hasta hace nada estaban vivos sus contemporáneos. Para la gente muy joven parece la eternidad, pero en las familias en las que se ha sufrido la guerra esto está vivo.

-Este año se celebra el 120 aniversario del nacimiento de su tío y el centenario de su primera obra publicada. ¿Es una oportunidad para recuperar su obra y su memoria?

-Me parece bonita la casualidad de que el centenario de la publicación de su primera obra coincida con el nacimiento real de este lugar. (Risas) Que empecemos con todo el legado en Granada el año que se celebra el centenario de su primer libro es una coincidencia muy bonita. Ahora va estar aquí y aquí tendrá la libertad para que todos reconozcamos esa claridad que él tuvo y esa convicción de que él tenía una labor importante por delante y que la iba a hacer.

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