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La exposición, a través de las piezas expuestas, hace un recorrido por la historia de la Cartuja.

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La exposición, a través de las piezas expuestas, hace un recorrido por la historia de la Cartuja. ALFREDO AGUILAR

Un campus con mucho arte

La exposición 'Crónica de un paisaje' integra piezas únicas que repasan la influencia económica, social y académica de la tercera colina granadina | La UGR apuesta por la recuperación de espacios para el desarrollo de actividades y la integración con Haza Grande y Albaicín

ANDREA G. PARRA

GRANADA

Lunes, 9 de octubre 2017, 01:17

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Un sello de panadero. Restos de consumo cárnico de ovejas, cabras y bovinos. Jofaina. Carta de venta del rey Felipe II al Monasterio de Cartuja. Un arco de piedra de la Cartuja Vieja. Títulos de las huertas que dio el Gran Capitán al Monasterio de Cartuja. Una escultura de la Magdalena cuyo autor fue Pedro Duque Cornejo. Una Inmaculada con la misma autoría. Cuadros de Juan Sánchez Cotán como el de 'Virgen despertando al niño'. Un proyector de diapositivas.

Son solo unos cuantos ejemplos de las piezas, unas 200, que se pueden ver en la exposición 'Crónica de un paisaje. Descubriendo el campus de Cartuja', que se inaugura hoy en el Crucero Bajo del Hospital Real. Se puede hacer un recorrido, paseando por los diferentes expositores, de qué ha sido y en qué se ha convertido la tercera colina (las otras son la Alhambra y el Albaicín) de la capital granadina, que en muchas ocasiones le ha dado la espalda. Todo a pesar de que ha sido una montaña con un importante impacto, en diferentes etapas de la historia, en el ámbito económico, cultura y paisajístico. Una colina y un campus poco conocidos, pero que tiene mucho que contar y que decir en el presente y esperan que en el futuro.

Es un campus universitario asentado en unos terrenos que han albergado mucho arte y conocimiento. En el mismo se reparten, por ejemplo, tres BIC's: Complejo alfarero de época romana, el monasterio de la Cartuja y el Colegio Máximo de los Jesuitas. Espacios históricos que comparten terrenos con edificios de reciente creación como puede ser el Instituto de Investigación Mente, Cerebro y Conocimiento o facultades clásicas, con muchos alumnos, como son Económicas, Educación o Filosofía y Letras. A ellas se suman Farmacia, Psicología, Documentación y Odontología, las dos últimas tienen su sede en el Colegio Máximo. Y, no se pueden olvidar, las instalaciones deportivas universitarias. No son los únicos edificios.

«El campus de Cartuja sigue siendo un punto alejado del centro de la ciudad y desconocido», valora la comisaria de la exposición, la profesora Margarita Orfila, que defiende que «toda esa historia que salvaguarda, reflejo de la propia de Granada, no puede quedar escondida». La rectora de la Universidad de Granada (UGR), Pilar Aranda, dijo que la muestra, que se podrá ver hasta el próximo 27 de enero de 2018, no será la única acción para integrar y poner en valor este campus. «La idea es que esto no quede aquí», señaló al tiempo que se refirió al papel social de este campus y la creación de itinerarios que conecten con Haza Grande y el Albaicín.

El vicerrector de Extensión Universitaria, Víctor Medina, que ha estado inmerso en este trabajo con un amplio equipo de especialistas de diferentes ramas del conocimiento, todos docentes de la UGR, destacó que esto es un «punto de partida» para que el campus de Cartuja sea atractivo y se recuperen elementos como las acequias, el albercón así como otros elementos. Todos quieren que este espacio esté vivo, que sea un lugar en el que se enseña, investiga o se recita poesía en los bonitos jardines que disponen, además, de disfrutar del rico patrimonio.

Un campus que representa y es símbolo de multiculturalidad con acción social, artística, patrimonio, docencia, investigación... en el que se ha ido recuperando su historia también con las últimas excavaciones arqueológicas. El aguja (prendedor) de plata rematada con una gacela (siglo XV-XVI) es símbolo de lo mucho que se ha recuperado en esas excavaciones arqueológicas y los datos que están aportando tanto los grandes como pequeños objetos. Esa aguja fue recuperada, según cuenta el arqueólogo Guillermo García-Contreras, en las excavaciones que se hicieron en 2014 en el Cerro de los Almendros (ahora desaparecido y que estaba al oeste de la Facultad de Filosofía y Letras). «Esta aguja nos aporta información de que en esa zona vivía también gente de poder adquisitivo alto y que en ocasiones tenían como segundas residencia», resume.

En los años setenta fue cuando la UGR empezó a expandirse en esta colina. La crónica de un paisaje como el de Cartuja aúna el relato de la arqueología, la historia, el urbanismo, el arte, la docencia o la religión tan presente a través de los jesuitas... Todas estas disciplinas han sido los que han hilvanado con el paso de los siglos la transformación social, urbanística, industrial y paisajística del que ahora es un campus por el que transitan día a día miles de jóvenes universitarios. De las huertas se ha pasado a los laboratorios donde se experimenta con ratas sobre el impacto de algunas dietas, por ejemplo, en determinadas enfermedades; o a las aulas donde se forman los futuros maestros, entre otras muchas cuestiones.

El proyecto expositivo ha sido coordinado por la comisaria de la exposición, la profesora Margarita Orfila del departamento de Prehistoria y Arqueología, además, cuenta con las aportaciones de gran número de investigadores granadinos, y que en la mayoría de los casos ha sido desarrollado, supervisado y ejecutado con recursos de la propia institución.

La muestra es un «punto de partida» para que el campus de Cartuja sea atractivo

Desde el Neolítico hasta nuestros días y Cartuja sigue siendo un «diamante en bruto». En la muestra se pueden ver cuatro secciones en las que se narra, por ejemplo, como las primeras evidencias de poblamiento en el área actual del campus se remontan a finales del periodo del Neolítico, eran terrenos que pasaron a formar parte del área de influencia del oppidum ibérico de Ilturri/Iliberri a partir de su fundación en el Albaicín granadino hacia el siglo VII a. C. En tiempos de Al-Andalus se habla de como aquel vergel era altamente valorado por su rendimiento agrícola. En etapas posteriores se describe el monopolio de los cartujos. Por último, el «polígono universitario» aglutina toda esa evolución y proyecta un futuro en el que se quiere recuperar y mostrar la riqueza del pasado.

La exposición ha sido organizada por el área de patrimonio del vicerrectorado de Extensión Universitaria, con la colaboración de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada. Además, la idea surge ligada al horizonte temporal del quinto centenario de la Universidad granadina. La ahora rectora pensaba ya en recuperar y acercar este campus cuando se planteó presentarse al cargo.

La muestra permanecerá abierta al público hasta el día 27 de enero de 2018, en horarios de lunes a viernes de 11.00 a 14.00 horas, y de 17.30 a 20.30 horas. Sábados, de 11.00 a 14.00 horas. Con motivo de esta exposición se han realizado dos videos. En uno de ellos se pueden ver entrevistas con diferentes investigadores y personalidades, que reflexionan sobre el campus de Cartuja, y otro en el que se hace un recorrido por la transformación del paisaje y paisanaje.

La UGR ha proyectado otras actividades, dentro del mismo programa de revalorización y reconocimiento del campus de Cartuja, entre las que figura un ciclo de conferencias que, con el título 'Crónica de un paisaje. Descubriendo el Campus de Cartuja', se celebrarán en La Madraza del 19 de octubre de 2017 al 22 de febrero de 2018.

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