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Cada noche mueren a centenares. Son pequeños anfibios, sapillos corredor, Epidalea calamita, una especie incluida en la lista de amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que cada tarde y noche intentan cruzar un tramo de la carretera de La Cabra, a la altura de Padul, para poder reproducirse y desovar en los grandes charcos que se han formado a uno de los lados de la vía. Sus pasos son lentos (no son como ranas que pueden dar grandes saltos) y son atropellados por los coches que circulan por esa zona.
Miembros de la Asociación Herpetológica Granadina, han alertado de esta situación y durante varios días han intentado salvar a los que han podido. «En solo dos tardes y noches, hemos retirado del asfalto a algo más de 500 sapillos vivos», afirman, pero la primera vez que acudieron a este tramo de carretera, contabilizaron 380 sapillos aplastados por los coches en un tramo de menos de 30 metros de longitud.
Fotogalería en Waste Magazine-Ideal
En esta zona ya se conoce la presencia de sapo corredor, e incluso hace ya un tiempo que se realizaron campañas para protegerlo, ya que utilizaban los pequeños charcos formados en las oquedades de las rocas para reproducirse, pero este año, con la gran cantidad de lluvia que ha caído, el número de charcos se ha incrementado, y por tanto las posibilidades de reproducirse.
Esta especie vive fuera del agua, en lugares secos, pero a la hora de copular y reproducirse, necesitan de los charcos. Con las lluvias, los miles de adultos que habitan en estas tierras acuden a los charcos y es entonces cuando necesitan cruzar la carretera para ir a algunos de esos grandes charcos de lluvia, donde ya es fácil observar numerosas puestas de huevos, largos cordones de pequeños huevecillos de color negro.
Los representantes de la Asociación Herpetológica Granadina, piden que se intenten situar pequeñas barreras de plástico en el borde de la carretera para que les impidan el paso y los deriven hacia un túnel que cruza la vía bajo el asfalto, como única forma de evitar la masiva mortandad que se está produciendo. Los naturalistas afirman que nunca habían visto tanta cantidad de individuos de esta especie, pero la realidad es que viven muy ocultos, y solo aparecen cuando llueve, y este año ha llovido mucho más que en las temporadas anteriores. Aún quedan muchos por reproducirse, si no son atropellados en la carretera.
Reportaje sobre el desarrollo de larvas de sapo corredor en los charcos formados por la lluvia en la sierra de Padul. Datos, fotos y VÍDEO en Waste Magazine
Las acumulaciones de agua de lluvia en las oquedades de las rocas se convierte en una gran eclosión de vida, es el lugar donde se reproducen larvas de numerosas especies de insectos, y también anfibios...
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