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Litio en el interior del recinto donde descansa en el CREA de Granada J. E. GÓMEZ

'Litio', el lince viajero, se recupera en Granada

Tras su periplo de un año entre Portugal y Cataluña marca una nueva línea de investigación sobre el espíritu 'conquistador' de su especie

Miércoles, 13 de junio 2018, 13:43

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Tiene los ojos grandes, una mirada penetrante y fija. Deja claro que es un depredador, que no tiene miedo a pesar de encontrarse privado de libertad en un recinto de cuidados especiales, el lugar hasta donde descansa tras un periplo de casi dos años y recorrer más de un millar de kilómetros de montes y altas sierras, vadear ríos, cruzar carreteras y autovías, sortear ciudades y pueblos, para llegar desde su lugar de origen, Faro, en Portugal, hasta Santa Coloma de Cervelló, en Cataluña. Se llama Litio, es un lince de cuatro años de edad que nació en el centro de cría del Acebuche, en Doñana, y que se ha convertido en todo un hito para la investigación sobre esta especie en peligro crítico de extinción, ya que es el primero que logra realizar desplazamientos tan largos y mantenerse sin graves problemas durante tanto tiempo.

Litio, tras ser capturado en Cataluña, se encuentra en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas El Blanqueo, situado en la localidad de Pinos Genil, Granada. «Está en observación y a la espera de que los especialistas de este centro den el visto bueno para su traslado a Doñana y posterior suelta en el medio natural que los expertos determinen», afirma la delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía, Sandra García, que junto a la repsponsable de Medio Ambiente, Inmaculada Oria, y el director del CREA, José María Irurita, visitaban a este 'lince viajero', del que afirman que abre una nueva e importantísima línea de investigación, ya que hasta el momento se conocían desplazamientos entre sierras próximas, incluso algunos de ellos habían logrado llegar desde Sierra Morena hasta Sierra Arana en Granada, pero los científicos no tienen constancia de movimientos tan largos como el realizado por Litio, 1.119 kilómetros.

«Está en buenas condiciones, por los exámenes que le hemos hecho aquí en el Blanqueo, los días que llevamos observándolo, creemos que se encuentra perfectamente», afirma la veterinaria del CREA, Nuria Viqueira, que espera que lleguen los resultados de las analíticas que le han realizado para determinar si puede ser trasladado. «Solo esperamos para saber si pudiese tener alguna enfermedad que no vemos y después determinar su traslado», dice la veterinaria, que ha tratado a una veintena de linces en este centro granadino, convertido en uno de los más importantes en el cuidado de esta especie.

El momento en el que el lince viajero cayó en la trampa que le pusieron en Cataluña, el pasado 6 de junio.
El momento en el que el lince viajero cayó en la trampa que le pusieron en Cataluña, el pasado 6 de junio. J. ANDALUCÍA

Litio pasa la jornada en un recinto con un espacio al aire libre y otro cubierto. Toma el sol, se alimenta y sobre todo descansa y se recupera de sus mil y una peripecias, de casi 24 meses en los que ha tenido que sobrevivir en territorios desconocidos y ecosistemas que no son los suyos. El collar por el que se le realizaba un seguimiento GPS al inicio de su periplo y no se le pudo localizar. Los expertos esperan que el collar, que aún llevaba puesto aunque sin funcionar, puede dar datos sobre el recorrido y circunstancias del largo viaje de este 'Marco Polo', de un lince dispuesto a conquistar nuevos territorios, ya que no es la primera vez que Litio intentaba buscar horizontes lejanos. Cuando por primera vez fue trasladado de Doñana hasta una zona del Guadiana en Portugal, decidió volver a su tierra natal y lo encontraron ya muy cerca del Acebuche. La segunda vez que fue puesto en libertad, también en Portugal, inicio este último periplo por el que se le conoce como el Lince viajero.

Litio está atento a la puerta que cierra su cubículo. No quiere que le molesten.
Litio está atento a la puerta que cierra su cubículo. No quiere que le molesten. J. E. GÓMEZ

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