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Alberto Contador celebra una victoria de etapa en la Vuelta.
Contador, la épica frente a la realidad

Contador, la épica frente a la realidad

El ciclista ganó la Vuelta a España, terminó en la segunda posición en el ranking mundial y recibió la admiración de los aficionados aunque fue criticado por algunos compañeros

Javier Bragado

Martes, 23 de diciembre 2014, 12:34

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Alberto Contador mantiene una lucha por ser una leyenda aunque la realidad se ponga difícil. El madrileño siempre ha sido uno de esos hombres que desean escribir su biografía de héroe por encima de las opiniones contrarias. Cuando la Unión Ciclista Internacional (UCI) le sancionó por dopaje y le retiró sus triunfos durante el período de castigo el pinteño reaccionó con una bravata: «He ganado tres Tours. Yo cuento el de 2010. Hay quien piensa otra cosa pero el Tour de 2010 lo gané solo gracias al trabajo, a los sacrificios y al sufrimiento. Considero que es mío», dijo en la presentación de la última ronda francesa.

El año de 2014 no perdió más capítulos de un ciclista insaciable en la carretera que desea ser eterno en el recuerdo. Apartados los objetivos secundarios marcó en rojo el Tour de Francia, aunque se situó por debajo de Christopher Froome en la lista de favoritos. Sin embargo, la realidad le encumbró como el hombre a observar cuando el campeón con pasaporte británico se retiró por una caída. El español, que había perdido 2 minutos y 37 segundos en una etapa de pavés, entendió que era su momento para volver a saborear el Tour. De nuevo chocó contra la materia, aunque desgraciadamente de manera literal. En una jornada para las emboscadas se cayó a gran velocidad en un descenso cuando trataba de alcanzar una de las barritas de su maillot. Trató de finalizar la etapa pero la gravedad de la lesión y la lejanía del liderato por el tiempo perdido le empujaron a abandonar el Tour. Según comunicó, sufrió una rotura en la rodilla derecha y necesitaba una intervención. «Cuando pienso en que iba a 77 kilómetros por hora en el momento de la caída y que solamente me rompí la tibia, a fin de cuentas, es bueno. Tal vez perdí el Tour, pero no la vida», explicó a la BBC en diciembre.

Suprimido su principal evento de la agenda, el madrileño llegó a anunciar su renuncia a la Vuelta a España. «Mal día hoy, la cicatrización de las heridas se complica, no tengo fecha para volver a montarme en la bicicleta. Adiós a la Vuelta», tuiteó el 23 de julio, a un mes de la ronda ibérica. Algunas fotografías refrendaron el mal aspecto del héroe caído en desgracia. Pero otra vez las declaraciones de Contador escondían un plan secreto. El madrileño sorprendió con su incorporación a la lista de preinscritos de la ronda española. Entonces en el pelotón surgió un ronroneo de desaprobación. Conocido el procedimiento habitual, alguno sospechó... y acertó. Finalmente Alberto Contador apareció en la Vuelta a España, ganó con autoridad, exhibiciones y una imagen de hombre que supera el dolor y las adversidades por encima de la realidad. «En el día de la presentación tenía que estar mucho tiempo de pie y tenía un dolor de rodilla impresionante. Pero, a medida que pasaban los días y montaba en bicicleta las molestias ya desaparecían», explicó en Marca el día de su victoria para ahondar su carácter épico.

Sin embargo, esta vez algunas voces dentro del pelotón afearon su conducta. Amets Txurruka, ciclista del Caja Rural, publicó en Gara una columna titulada 'Pinocho' en que criticó de manera implícita que con sus acciones y palabras menospreciaba el trabajo de otros al ofrecer una visión de que sus victorias se podían conseguir con preparación inadecuada. Más corredores señalaron a Contador, aunque al pinteño pareció no importarle y apuntó a quienes le animan desde las cunetas. «No veo esa animadversión que usted señala. Me siento superrespetado en el pelotón, tanto por los rivales como por el público. Si hay algo, no le doy importancia. La gente está conmigo. En la Vuelta me animaba de principio, con gritos, pancartas divertidas», respondió en Marca a las acusaciones de farsante por parte de algunos compañeros de trabajo.

Ganada la Vuelta a España, el ciclista del Tinkoff renunció al Mundial que se celebró en Ponferrada porque argumentaba que no se adaptaba a su perfil y descartó las últimas rondas del calendario internacional. Gracias a su decisión Alejandro Valverde reinó finalmente como número 1 del ranking mundial. A pesar de ese segundo puesto en la lista de la UCI, sus triunfos en la Tirreno-Adriático, la Vuelta al País Vasco y su regreso dramático de entre los desaparecidos le permitieron dibujar de nuevo la epopeya y recibió el reconocimiento de los aficionados en las votaciones de algunos medios como el mejor del año, incluso por delante del ganador del Tour, Vicenzo Nibali. Conseguida la fama de titán, Contador ha anunciado para el próximo año que competirá en el Giro y en Francia, aunque ya se ha apresurado a anunciar que Froome es el máximo favorito. Otra cosa es que la realidad cambie su cauteloso pronóstico.

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