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Luis Planas y Carmen Calvo en julio de 2013 en la presentación de su candidatura a las primarias en las que rivalizó con Susana Díaz. EFE
Los ministros y el peso del pasado

Los ministros y el peso del pasado

Luis Planas fue rival de Susana Díaz en las primarias para presidir la Junta en 2013 | Los socialistas andaluces esperan que Calvo, Planas y Montero, que entraron en la política como fichajes de Chaves, se vuelquen con Andalucía

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Jueves, 7 de junio 2018, 10:36

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Una de cal y otra de arena. El viejo refrán sirve para ilustrar el vaivén de emociones que los nuevos ministros andaluces están provocando en el PSOE andaluz y en su líder Susana Díaz. Si la elección de María Jesús Montero como ministra de Hacienda y Administraciones Públicas tiene como lectura un guiño a la presidenta andaluza y a la federación que más votos y diputados aporta al partido de Pedro Sánchez, el de Luis Planas como ministro de Agricultura y Pesca conocido ayer tarde chirrió en los oídos de algunos porque el que fuera consejero de la Junta andaluza se enfrentó a Susana Díaz en unas primarias socialistas para la candidatura a la Presidencia en 2013. Tuvo la misma rival que Sánchez en 2017 para liderar el PSOE. Solo que en las de 2013 ganó Díaz.

Las vueltas que da la vida, sobre todo la de la política. Planas se presentó a aquellas primarias con pocos avales del PSOE andaluz. Tan pocos que tuvo que tirar la toalla antes de la votación por no conseguir las suficientes firmas. Uno de los que sí le apoyaron, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, entonces diputado autonómico, le llamaba «el llanero solitario» porque el poder orgánico de su partido había inclinado la balanza para que ganara Susana Díaz. Gómez de Celis dirigió la campaña de Planas. En la presentación en Córdoba de la candidatura apenas hubo medio centenar de militantes y ninguno de ellos era de la cúpula provincial del partido. Entre esos pocos estaba Carmen Calvo, entonces retirada de la política tras haber sido ministra de Cultura con José Luis Rodríguez Zapatero.

Gómez de Celis y Carmen Calvo fueron dos de los pocos apoyos andaluces de renombre que tuvo Pedro Sánchez en las primarias de 2017 en las que se enfrentó a Susana Díaz y Patxi López. María Jesús Montero, aunque también querida por los sanchistas, se posicionó del lado de Susana Díaz. Aunque Planas sea valenciano de nacimiento y se considere cuota de esta región en el Consejo de Ministros, su larga vinculación a Andalucía desde que aterrizó en esta comunidad en 1980 para trabajar como inspector de Trabajo en Córdoba le hace andaluz de corazón. En Córdoba coincidió con José Antonio Griñán, también inspector de trabajo. Sin embargo fue Manuel Chaves quien lo fichó como consejero en 1993, primero de Agricultura y después de Presidencia.

Otra coincidencia histórica: Los tres ministros andaluces del gabinete de Pedro Sánchez entraron en la política de la mano de Chaves, hoy enjuiciado por el 'caso ERE'. A Carmen Calvo la nombró consejera en 1994 y en aquel ejecutivo coincidió con Planas, cuya amistad perduraría con los años. María Jesús Montero entró como consejera una década después, en 2004, al frente de Sanidad. Luego en 2012, ya con Griñán de presidente, coincidió con Luis Planas, este otra vez como titular de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.

Calvo acabó enfadada con la cúpula del PSOE andaluz en 2011 porque este le ofreció ir detrás en la lista del Congreso de Rosa Aguilar, exministra de Medio Ambiente y ahora consejera de Justicia. Susana Díaz era entonces secretaria de Organización del PSOE-A. Calvo volvió a sus clases en la Universidad de Córdoba. Planas también dio un portazo tras perder las primarias y regresó a su plaza de inspector de Trabajo en la ciudad de la Mezquita hasta que volvió a Bruselas como secretario general del Comité Económico y Social Europeo.

La trayectoria de los ministros andaluces es importante tenerla en cuenta por las expectativas en esta comunidad sobre las políticas que llevarán y lo que podrían beneficiar a Andalucía. Los socialistas andaluces (entiéndese los de la cúpula orgánica) han acogido con bastante satisfacción el Gobierno de Sánchez en su conjunto. La expectación que ha generado en tono positivo –ayer en el Parlamento tanto diputados de IU como del PP elogiaban el plantel de ministros– era celebrada por la guardia pretoriana de Díaz, desde su vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, hasta el portavoz, Mario Jiménez, como su número dos en el PSOE, Juan Cornejo. Consideran que la ola de entusiasmo que está generando el Gobierno de Sánchez beneficiará a todo el partido cara a las próximas elecciones.

Ninguno quiere evidenciar recelos por el pasado de los ministros. El ejecutivo de Díaz, por el contrario, espera que todos ellos se vuelquen con Andalucía. De Montero esperan una financiación nueva. La ministra de Hacienda quiere tener presencia en Andalucía con una agenda propia en esta comunidad. De Calvo confían en que también barra para su tierra, cuyo gobierno de Díaz ha hecho una apuesta fuerte por la igualdad. El Gobierno de Díaz siempre tuvo buenas relaciones institucionales con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, aunque luego no lograra lo que pretendía. Con Planas la Junta espera que vuelva a pensar en Andalucía cuando negocie la Política Agraria Común (PAC) de la UE para la etapa presupuestaria a partir de 2020. Planas ya negoció de manera satisfactoria para esta comunidad la anterior PAC con el exministro Arias Cañete. Las organizaciones agrarias, presentes ayer en el Parlamento para respaldar el trámite de la ley de Agricultura, recibieron con satisfacción que Planas fuera el ministro de esta materia.

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