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El nuevo Gobierno en Andalucía: Algunas claves

De los cambios decididos por la presidenta llama la atención la inclusión de una destacada dirigente de UGT, Sonia Gaya, para Educación

Lalia González-Santiago

Viernes, 9 de junio 2017, 09:39

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El nuevo Gobierno, que tomará posesión a mediodía, mantiene el número de carteras,13, no es paritario, cinco mujeres y ocho hombres, y aunque no cambia su estructura tiene modificaciones en la asignación de competencias, entre ellas la controvertida Memoria Histórica, que deja la Consejería de Cultura y pasa a Presidencia.

De los cambios decididos por la presidenta llama la atención la inclusión de una destacada dirigente de UGT, Sonia Gaya, para Educación. Será la séptima consejera en este área en ocho años, donde se han sucedido Teresa Jiménez, Mar Moreno, Francisco Álvarez de la Chica, Mar Moreno de nuevo, Luciano Alonso y Adelaida de la Calle.

La elección de la exdirigente de FETE-UGT se relaciona con la necesidad de Susana Díaz de tender puentes hacia el sindicato 'hermano', que había demostrado en las primarias mucha más sintonía con Pedro Sánchez y al que se ha atribuido una de las causas de la derrota de la 'baronesa'. Además zanja el enfrentamiento, que llegó a registrar un episodio de 'ruptura de relaciones' de la secretaria general, Carmen Castilla, que dejó de acudir a los actos oficiales de Susana Díaz. El sindicato es objeto de una investigación judicial por sus finanzas, durante la etapa de Manuel Pastrana, y de un proceso de revisión de las ayudas recibidas de la Junta, del que hasta ahora está saliendo indemne, aunque aún tiene reclamaciones abiertas.

En Salud Marina Álvarez, una autoridad internacional en cáncer de mama, Medalla de Andalucía 2013 y con experiencia de gestión al frente del prestigioso Hospital Reina Sofía de Córdoba, deberá concluir el proceso de pacificación de las 'mareas blancas' que finalmente han acabado con Aquilino Alonso.

La llegada de Miguel Ángel Vázquez a Cultura supone una recompensa para uno de los hombres más cercanos a la presidenta,pieza clave de su 'mesa de camilla', que ha trabajado hasta el agotamiento en la campaña de primarias. En este sentido, puede suponer también un acercamiento de Díaz hacia los creadores, un sector con el que no ha tenido especial contacto en estos años.

El cambio de la cara visible del Gobierno andaluz, la del portavoz, que sale cada semana a explicar los acuerdos, era obligada para visibilizar la nueva etapa. Para ello Díaz ha escogido a Juan Carlos Blanco, un periodista de larga trayectoria, que dirigió El correo de Andalucía y ha trabajado en Diario de Sevilla y Canal Sur, que ha sido director general de comunicación social y que es profesor universitario. A él le tocará también reconducir la estrategia informativa, hasta ahora muy en clave nacional, para esta nueva etapa de repliegue andaluz.

La marcha de José Sánchez Maldonado, tras tres años en el Gobierno, primero en Economía y luego en Empleo, va a ser compensada por otro malagueño, Javier Carnero, con perfil político, exalcalde de Benalmádena, pero también técnico, experiencia en la administración, al frente de Turismo andaluz, y en el sector privado, con despacho propio durante un tiempo.

Rodrigo Sánchez Haro, la otra cara nueva del Ejecutivo, es un experimentado parlamentario, portavoz de empleo. Con él Almería mantiene el control de la cartera de Agricultura, un gobierno más.

Por último, Susana Díaz encarga Justicia a Interior a un perfil fuerte, Rosa Aguilar, ex ministra y exalcaldesa comunista de Córdoba, cuya gestión al frente de Cultura ha sido muy criticada. Los más perversos mentideros piensan que le ha beneficiado la agria polémica entre la presidenta y el líder de IU, Antonio Maíllo. Díaz no le iba a dar a éste el placer de dejar en la cesantía a su excompañera de filas.

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