Edición

Borrar
Instalación de las tiendas de campaña en el campo de Zaatri, Siria.
Ayuda andaluza a los refugiados de la guerra en Siria

Ayuda andaluza a los refugiados de la guerra en Siria

Cuatro proyectos de la Agencia de Cooperación atienden en el interior del país, Jordania y Túnez las necesidades de casi cuatrocientas mil personas

Lalia González-Santiago

Domingo, 27 de marzo 2016, 00:42

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Andalucía prioriza la atención a los refugiados en sus territorios, con cuatro proyectos de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo que se están llevando a cabo a través de diversos organismos de las Naciones Unidas. Cuando el drama de las personas desplazadas por la guerra en Siria toca a las puertas de Europa y las imágenes que llegan de las costas y las fronteras claman a las conciencias, la actuación de la AACID viene a ser una acción directa desde el presupuesto autonómico que aborda la crisis en la medida de sus posibilidades.

La agencia que no contempla la actuación en estos 'puntos calientes', como Lesbos o Idomeni, puesto que se trata de territorio de la Comunidad Europea, donde no actúa esta agencia, pero sí ha incrementado su presupuesto para atender a los refugiados en un 10% en este ejercicio, dentro de la partida general que sigue congelada en 42,1 millones de euros, según el director del organismo, Néstor Fernández.

La previsión es que siga subiendo, así como los proyectos que concurren a las ayudas. La convocatoria ahora en ejercicio fue realizada en abril de 2015, cuando la crisis de refugiados aún no había eclosionado.

Se calcula que más de cuatro millones de personas han huido de Siria, entre ellos dos millones de niños. Los países limítrofes, sobre todo Jordania y Líbano, junto con Turquía, son los que acogen a mayores contingentes y se han convertido en las naciones que cuentan con mayor ratio de refugiados en relación con la población nacional.

Las cuatro intervenciones, que se llevan a cabo a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Según Néstor Fernández, la elección de estos 'partners' se debe a que son organismos experimentados que dan «las mayores garantías de atención rápida, de calidad y con los estándares de la ayuda humanitaria».

Se dirigen a proporcionar protección, asistencia humanitaria y salud primaria y hasta ahora han beneficiado a un total de 381.754 personas refugiadas, en su mayor parte mujeres, niños y niñas de Siria.

Los proyectos tienen una dotación de 3.500.000 euros en total, una cantidad que cubrirá las actividades durante un año, este de 2016, según los datos aportados por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales a la que está adscrita la AACID.

Asistencia y protección

Con todo, es una gota de agua en el mar y así lo indican las propias agencias de la ONU, que calculan que la ayuda que reciben no llega a cubrir más que el 40% de las necesidades y éstas no paran de crecer.

El primero de los proyectos subvencionados desde Andalucía se lleva a cabo en Jordania, país limítrofe que acoge al mayor contingente de familias sirias refugiadas de la guerra y donde el 86% de las personas se encuentran por debajo del umbral de la pobreza. La actuación se lleva a cabo en dos localizaciones, el campo de refugiados de Zaatri y zonas urbanas de la provincia de Mafraq y consiste en la protección y asistencia básica. Se lleva a cabo a través de ACNUR y tiene una asignación de un millón de euros.

Según los datos del proyecto, la finalidad es proporcionar asistencia y protección a 18.000 familias sirias refugiadas en Jordania, lo que representa 84.000 personas de las que 45.800 son mujeres y 38.200 hombres.

En Zaatri, un campo con 80.000 refugiados, más de la mitad niños, se atiende tanto a cubrir las necesidades básicas como a proteger en especial a las mujeres, con especial énfasis en la prevención y lucha contra la violencia sexual y de género y en el cuidado de los niños, al ser colectivos especialmente vulnerables.

Entre los resultados que se plantea conseguir figura que las personas refugiadas, especialmente las mujeres, cuenten con la información y protección legal necesaria, incluyendo la destinada a prevenir y afrontar la violencia sexual y de género, mientras que también se destina presupuesto a proporcionar asistencia para poder cocinar y mantener una temperatura adecuada en sus viviendas durante el invierno y la asistencia básica puntual de las familias sirias más vulnerables de Mafraq para poder hacer frente a sus necesidades más urgentes.

La intervención está alineada con el Plan Regional para los Refugiados y la Resiliencia 2015-2016, que cuenta con la participación de más de 200 socios de ACNUR y organizaciones nacionales e internacionales con el objetivo de atender las necesidades humanitarias y de protección de los refugiados así como hacer frente al impacto socio económico a largo plazo que la crisis siria tendrá en los países vecinos (Turquía, el Líbano, Jordania, Iraq y Egipto).

Túnez, en tránsito

Aunque la agencia andaluza haya optado por la asistencia en campos, también se ha atendido el éxodo de refugiados, si bien en dirección a la orilla magrebí del Mediterráneo y se ha seleccionado un proyecto para ayudar a la población refugiada en tránsito en Túnez, a través de ACNUR.

Aunque es un proyecto de menor tamaño, y su importe asciende a 500.000 euros, su objetivo es ambicioso: contribuir a la protección internacional de los flujos de solicitantes de asilo en Túnez, interceptados o rescatados en alta mar.

Se contempla atender con asistencia básica y protección a 500 migrantes, a través de acciones concretas, como proporcionar alojamiento de emergencia, artículos básicos, asistencia alimentaria de urgencia; asesoramiento y asistencia en el registro y procedimientos para 200 solicitantes de asilo; información y asistencia legal respecto a arrestos, detenciones y expulsiones así como para evitar la trata de personas para 200 personas solicitantes de asilo e identificación y seguimiento de personas con necesidades especiales, entre 30 y 50 personas según los datos facilitados. Se trata, en general, tanto de sirios como de personas que proceden de Eritrea y de otros países africanos.

ACNUR actúa en la zona en apoyo de las autoridades de Túnez, un país de especial interés por cuanto representa el triunfo del Islam moderado y de la transición hacia la democracia de las 'primaveras árabes' que exactamente comenzaron aquí. El proyecto, que cuenta también con la actuación de la Media Luna Roja, consiste en aumentar la capacidad del país de asistir a los náufragos, «prevenir las devoluciones» y asegurar «una respuesta inmediata en los puntos de desembarco por todo el país, proporcionando primeros auxilios que incluyen agua, artículos básicos primarios y medicinas», dijeron fuentes de la Junta.

El tercer proyecto se lleva a cabo ya en el interior de la propia Siria y consiste en mejorar la resiliencia y la protección de niños y familias afectados por la guerra. Se centra en los niños, y se realiza de la mano de UNICEF, por un importe de un millón de euros. La población objetiva a la que se destina es de 80.000 niños y niñas sirios y sus familias en las provincias de Alepo e Idlib. Alepo, la ciudad más grande y la capital económica de Siria, es no sólo campo de batalla, también ha acogido a desplazados internos, procedentes de otras tonas del país. Mientras, la provincia de Idlib está sometida a una situación dramática, tras cinco años de guerra.

El proyecto se describe con varios objetivos: reformar los servicios de apoyo psicosocial para dar cobertura a 1.000 niños afectados por el conflicto y a 17.000 cuidadores; mejorar la capacidad del gobierno y de los organismos de protección de la infancia, entre los que se incluyen los trabajadores de primera línea, y reforzar los mecanismos de coordinación de referencia a nivel comunitario para asegurar servicios especializados a 2.200 niños en riesgo y supervivientes de violencia; mejorar los conocimientos de 42.000 niños, sus familias y comunidades sobre los riesgos de los restos explosivos de las guerras, a través de la educación sobre el riesgo de las minas.

Con ello la Junta se une a la estrategia 2016 de UNICEF en Siria, que ambiciona mejorar la protección de los niños a base de fortalecer a los organismos encargados de protegerles, mejorando su implantación y con ello el acceso a servicios vitales.

Salud materna e infantil

El último proyecto de 2016, por importe de un millón de euros, es un programa de salud materna e infantil destinada a la población refugiada de Palestina en Siria, Gaza y Cisjordania, a través de UNRWA. Se atiende en este caso a un grupo de personas doblemente castigados, por ser refugiados procedentes de la guerra con Israel que después se han visto atrapados por el conflicto sirio.

La intervención está dirigida a garantizar el acceso a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres refugiadas residentes en Siria y en Gaza y Cisjordania a través de servicios de planificación familiar, cuidados perinatales integrales para las madres e infantiles para los menores entre 0 y 12 meses. Se pretende beneficiar de forma directa a 217.254 mujeres, niñas y niños refugiados, unas 89.000 mujeres en planificación familiar; 71.438 mujeres embarazadas y 56.816 menores de 12 meses.

Los resultados previstos en la descripción del plan son poner los servicios de planificación familiar a disposición de las mujeres refugiadas palestinas de Siria, Gaza y Cisjordania en edad fértil; atender a las gestantes desde antes de dar a luz hasta seis semanas después y dar cuidado médico integral a los niños de hasta doce años.

El proyecto andaluz participa de la red de 58 campos de refugiados donde UNRWA gestiona 138 centros sanitarios. De ellos, 23 están en Siria y sólo 14 permanecen operativos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios