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La eurodiputada de Podemos Teresa Rodríguez, en Cádiz, en una imagen reciente.
«IU tendría que romper el pacto de gobierno y acabar con la política profesional»

«IU tendría que romper el pacto de gobierno y acabar con la política profesional»

Entrevista a Teresa Rodríguez, eurodiputada de Podemos

Lalia González-Santiago

Domingo, 28 de septiembre 2014, 00:41

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La eurodiputada Teresa Rodríguez (Rota, 1981), número dos de la lista europea de Podemos y su responsable de participación ciudadana, cabalga sobre el tigre del éxito, en medio de la incertibdumbre que genera el debate interno para constituirse como partido. Mientras, sus llamados 'círculos' no dejan de crecer. Calcula que hay 30 de media por cada provincia andaluza.

Cada mes dona a asociaciones casi cuatro mil euros, la parte del sueldo de eurodiputada que supera lo que cobraba como profesora. ¿Por qué lo hace?

Sé que no arreglo la situación ni es una cuestión de caridad. Pero es la única manera de demostrar que podemos cumplir los compromisos electorales: no cobrar más de 1.730 euros, que es mi sueldo como profesora. Voy a demostrar que se puede ser tan buena representante pública como el que más.

¿Cómo ha sido recibido?

Me gustaría que los demás también se propusieran tener un sueldo más normal. Las prisas que tiene uno por resolver los problemas tiene que ver con la forma de vivir, si es en un barrio, si va a un hospital público, si usa el transporte colectivo, si le atiende la justicia normal sin aforamiento.Esa es la lógica. Algo tenía que hacer con el resto del dinero hasta los seis mil y pico que nos ingresa el Parlamento Europeo todos los meses. Ayuda a dar visibilidad a las luchas que se están dando por abajo, a la gente que desde la nada, desde la pobreza de los barrios es capaz de solidarizarse con sus vecinos.

Hasta ahora, que yo sepa, ha beneficiado a una asociación de mujeres de un barrio de Cádiz y a los ex trabajadores de Delphi. Tendrá lista de espera.

Pues claro. En el futuro habrá una asociación que gestione esas peticiones. Pero tiene más interés político que material.

Las encuestas indican que en Andalucía Podemos aparece con una fuerza que puede desplazar a IU como tercer partido y que resta al PSOE ¿Tiene datos?

No tenemos estructura para tener encuestas propias. No sé si las queremos. No queremos hacer política a golpe de encuestas. Eso ha hecho mucho daño. Incluso ha condicionado las políticas, las convocatorias electorales. Las encuestas no solo reflejan, construyen una realidad.

Pero los datos están ahí.

Sí percibimos, encuestas aparte, que hay una enorme ilusión por un cambio. La indignación en las plazas, la frustración cotidiana, más individual, en las casas, se ha convertido en ilusión. Hay un montón de expectativas puestas en nosotros. Es una enorme responsabilidad.

¿Piensan presentarse a las elecciones autonómicas en Andalucía?

Claro que barajamos presentarnos.

¿Aunque fueran en noviembre o febrero?

Sí.

¿Les dará tiempo?

Vamos a decir a corto plazo si nos vamos a presentar a las elecciones municipales y autonómicas, no solo las andaluzas. Cuando tomemos esa decisión haremos lo mismo que hicimos en febrero-marzo para aterrizar en mayo con un millón doscientos mil votos en las europeas: iniciar un proceso de primarias abiertas y ciudadanas y de elaboración participado del programa. Hemos demostrado que lo podemos hacer en poco tiempo y de generar muchísima participación, 33 mil personas en las primarias, 50 mil en el programa. Sin conocernos casi nadie se crearon 300 círculos a nivel estatal. La herramienta la tenemos engrasada y sería fácil ponerla a funcionar para un adelanto electoral.

¡Pero si Pablo Iglesias acaba de anunciar que no acudirán a las municipales!

No hemos decidido que no vamos a las municipales. Hacemos las cosas de otra manera y lo que opina el portavoz de la iniciativa no es necesariamente lo que vayamos a decidir. Hay varios documentos que se están debatiendo en las bases de Podemos y el de Pablo es uno más. Quien espere que seamos un partido al uso que tomas sus decisiones por decreto o que oculta sus deliberaciones hasta tener una decisión es que no nos conoce. Somos una organización con las ventanas y las puertas abiertas. El 15 de noviembre terminamos nuestro proceso asambleario y se publicarán los resultados. Por el camino podrá votar y participar todo el mundo.

Se habla de usted como cabeza de cartel en Andalucía.

Porque soy la única andaluza cara pública de Podemos, pero entiendo que habrá muchos más en Andalucía que vayan apareciendo en los medios de comunicación, teniendo responsabilidades, aprendiendo a lanzar discursos a la ciudadanía andaluza. En cualquier caso yo ni lo rechazo ni lo confirmo, eso será un proceso que decidiremos colectivamente.

¿No está ya Podemos, sin presentarse, condicionando la política andaluza?

Claramente. En el manifiesto que inauguró Podemos decíamos «convertir la indignación en cambio político», «mover ficha», pero lo que ha pasado es que hemos movido el tablero de juego. Se ha movido todo, toda la estabilidad de la arquitectura institucional, que pivotaba sobre los pilares del bipartidismo. Mientras que no había una alternativa que pudiera recibir el respaldo transversal de muchísima gente, a través de sus identidades políticas o ideológicas, mientras no había una respuesta unánime a la necesidad de una alternativa clara, no había problemas. Había más o menos abstención. Pero cuando la gente decide votar y construir una alternativa, entonces se mueve todo. El régimen al completo. Ahora se habla de reforma constitucional, cuando no se había planteado anteriormente; de reforma fiscal, de incrementar los salarios en las empresas con beneficios, como dijo el presidente de la patronal, y eso a nosotros nos encanta. Incluso antes de ocupar puestos de poder hacemos que todo vire y que la gente tenga que poner un ojo en los problemas de pobreza.

¿Cree que Podemos no es un partido, sino un estado de ánimo?

Un estado de ánimo era la indignación. Podemos es ya una propuesta. Una iniciativa política donde hay mucha gente reuniéndose todas las semanas, planteando iniciativas, con muchísimos expertos. Porque a nosotros se nos examina como si fuéramos alumnos de economía. Me parece bien ese reto, aprendemos muchísimo.

Se les critica porque son muy hábiles en plantear grandes cuestiones y soslayar los temas más conflictivos, aborto, ETA, Cataluña.

Siempre que nos han preguntado hemos respondido a las claras. ¿ETA? Condenamos la actividad de ETA. ¿Aborto? Lo que llevamos en el programa, el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, no tener que pasar por el filtro de dos médicos, estamos abiertamente en contra de la reforma de Gallardón, incluso la ley de plazos nos parece insuficiente.

¿Cataluña?

Estamos a favor del derecho de los pueblos a decidir. Nos gustaría que hubiera un referéndum sobre la reforma agraria pendiente en Andalucía, sobre el reparto de la tierra, sobre cómo se han gestionado las subvenciones para la creación de empleo que han traído consigo casos de corrupción y de empresas que cogen los dineros de la Junta de Andalucía y se van. Nos gustaría que los ciudadanos andaluces pudieran decidir sobre todo esto. ¿Cómo vamos a estar en contra de que los catalanes decidan sobe qué relaciones tienen con el resto de territorio?

Proponen el impago de la deuda ¿Lo consideran viable?

Buscamos alianzas en Europa para plantear la reestructuración de la deuda de España, de Portugal, de Italia. El problema es que la deuda es impagable. No podemos salir adelante ni transformar la economía sin no nos libramos de la losa de la guerra. Lo ha conseguido Rusia, en su momento, Alemania, Ecuador, auditando la deuda soberana. Necesitamos que se abran puertas y ventanas y se sepa por qué la deuda, porque vemos que en buena parte era deuda privada, de rescates del sector bancario, etc. que se volvió pública.

Licenciada en árabe y profesora de instituto, con tantos años como el PSOE en la Junta

  • PERFIL

  • Teresa Rodríguez-Rubio Vázquez (Rota, 1981) la eurodiputada andaluza de Podemos, huye de llamar «partido» a su grupo, inmerso en un momento constituyente que culminará el 15 de noviembre en lo que llama «una herramienta de empoderamiento ciudadano». Como mucho es «un partido sin muros». Nada que ver, claro, con 'la casta'.

  • Pero el proceso está ahí y todos los ojos están puestos en este grupo que cuenta ya con más de cien mil inscritos, veinte mil en de ellos en Andalucía, y que trabaja ahora en 'articularse', en un proceso nacional que luego tendrá su réplica a nivel local y regional. Primero asamblea en Madrid, los días 18 y 19 de octubre, para decidir la estrategia electoral; el 28 se abre el plazo de presentación de candidatos, que celebrarán un debate los días 8 y 9 noviembre. Se les votará entre el 10 y el 14 y el sábado 15 se proclamará la nueva dirección.

  • Entre tanto, en medio de la incertidumbre sobre qué va a pasar y con mensajes contradictorios, la eurodiputada de Podemos habla a veces más a título personal que como organización, pero asegura con rotundidad que en Andalucía «estaremos en condiciones de presentarnos», ya que «los resultados de las encuestas invitan a hacerlo». En ningún caso, dice con rotundidad, habrá pactos con el PSOE. «Es absolutamente descartable, iría contra la seña de identidad de Podemos. Los conocemos desde hace tiempo. En Andalucía el Gobierno del PSOE tiene la misma edad que yo. Si surgimos como respuesta a la crisis del bipartidismo sería absurdo participar de ninguno de los dos, ni PSOE ni PP».

  • Miembro de Espacio Alternativo, grupo escindido de IU, luego Izquierda Anticapitalista, que es el núcleo de Podemos, Teresa es profesora de instituto, estudió filología árabe, en las universidades de Cádiz y Sevilla, con intención de trabajar en la inmersión lingüística de inmigrantes y ante la falta de estos programas sacó las oposiciones en Lengua y Literatura.

Sobre su programa hay una sombra de intervencionismo, de estatalismo, se les relaciona con el chavismo.

Hemos planteado el modelo educativo de Finlandia o el modelo de control de las empresas energéticas de Francia. Hemos planteado modelos distintos. La política del miedo que se quiere construir alrededor nuestra es un discurso superdifuso que no termina de aterrizar, si Venezuela, o ETA, o la Unión Soviética. Lo que no se ha hecho es poner frente a nuestros argumentos. ¿Ha sido mala idea privatizar la energía, el agua, el gas? Sí, porque se decía que con la liberalización de las empresas energéticas iba a bajar la factura. ¿Ha pasado eso? No, y hemos perdido la oportunidad de tener una política energética sostenible ambientalmente con control público, generar empleo de calidad, y sabemos que las renovables crean más empleos y las empresas no están pensando en eso, sino en los beneficios. Y no hemos controlado los precios de los suministros para garantizar que no haya pobreza energética. ¿Qué había de bueno en privatizar Endesa, alguien me lo puede decir?

¿Cuál será su programa andaluz?

Propuestas muy similares a las de nivel estatal. No vamos a decir que en Andalucía acabaremos con el paro, porque los efectos de la economía no tienen que ver con la situación de la comunidad, sino que dependen de un entorno estatal, global y europeo. Pero creemos que es necesario que en Andalucía, donde se perciben más las consecuencias de la crisis y desde hace más tiempo, se planteen políticas valientes de enfrentamiento con el Estado si no hay voluntad de atender las necesidades de los andaluces, de genera una economía que pueda sacarnos del papel de subdesarrollo y dependencia económica. En Andalucía se producen cosas que tienen muy poco valor añadido. En eso tiene responsabilidad el PSOE, que parece que Susana acaba de nacer. Quien no te conozca que te compre. Ellos han gobernado desde la transición y no han cambiado esa realidad. En Andalucía seguimos siendo dependientes económicamente del resto del Estado y de Europa, somos una región perdedora de la globalización. Ahora no se pueden evadir de eso. ¿Ahora qué es lo que toca? Recuperar la economía, repartir los recursos, empezar por acabar con las políticas de austeridad que provocan que no haya movimiento económico ninguno.

Ya han dicho que no pactarían nunca con el PSOE. IU les espera con los brazos abiertos.¿Irán juntos a las elecciones al fin?

Creo que IU no puede estar en el plato y en la tajá. Si uno apuntala el bipartidismo no puede estar en contra del bipartidismo. Si uno está en el gobierno andaluz no puede estar en una oposición de izquierda, que se echa de menos en el Parlamento andaluz, que plante cara a los recortes que ha habido también en Andalucía, en profesores, en sanidad.

¿Entonces qué requisitos plantea?

Uno, hacer una valoración autocrítica, ser valientes en abordar el balance de su participación en el gobierno, para que puedan ser creíbles, y dos plantearse una ruptura del pacto andaluz, no sé qué hacen el Gobierno andaluz con el programa que tienen. Con todo el respeto a sus decisiones político estratégicas. Pero si nos están planteando la posibilidad de ir juntos yo planteo cuales son las diferencias. Hay una de práctica y otra también de método, y es la necesidad de abrir procesos reales de participación y de elección de candidaturas y de las listas.

Sin embargo, parece que hay acuerdos en algunos lugares, en Madrid irían Monedero y Tania González.

No tengo ni idea. Hay debates y rumores en todas las direcciones. Te estoy dando mi opinión de lo que pasa en Andalucía. No descarto debatir con mis compañeros de IU o construir con ellos listas, pero antes hay que plantearse el método, que participe la gente, acabar con la política profesional, que le afecta a ellos. No estamos en las movilizaciones en la calle y después gestionando los recortes y las miserias.

¿Cómo véis Ganemos en Andalucía?

No sé si está teniendo mucha participación y mucha afluencia, sé que en los sitios donde está tiene apoyo de IU y asociaciones que respeto muchísimo No digo que no sea un proyecto interesante, digo que nosotros estamos construyendo Podemos, que acabamos de nacer, que empezamos en enero y estamos siendo capaces de traducir al lenguaje de la gente corriente las necesidades, convertir la frustración en ilusión, en cambio, en propuestas alternativas. Estamos muy centrados en la construcción de Podemos. Que surjan otros movimientos similares me parece estupendo. Nunca está de más.

Parece que el frenazo en las candidaturas se debe a cautela hacia quién se os arrima, que hay una una selección previa. ¿Cómo se puede conducir un partido de manera asamblearia y a la vez crear una estructura de mando?

Complejo, sí, pero todos los partidos tienen sus órganos asamblearios. Lo que pasan es que no tienen a nadie, no hay más que ver el tamaño de las sedes de los partidos del régimen, ahí no caben todos los afiliados. No tienen una dinámica de participación cotidiana. No estoy en contra de que haya direcciones en los partidos, pero para que estén controladas tienen que haber unas bases que se reúnan y tengan poder para cambiar las cosas, más allá de estas primarias para elegir secretario general o estos grandes eventos que consisten en meter a gente en autobuses y llevarla a actos que son más preformativos o mediáticos que otra cosa.

¿Y ustedes?

Estamos siendo capaces de plantear la necesidad de una dirección, queremos ser un partido con vocación de gobierno y necesitamos una dirección centralizada, pero alimentado al mismo tiempo la participación de los inscritos, ciudadanos corrientes del entorno de Podemos, en las asambleas y que haya un control directo de las bases a sus direcciones. Hay muchas bases del PSOE descontentas con las decisiones de su partido pero no tienen ninguna herramienta para controlarlas. Esto hay que romperlo también.

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