Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
MARÍA TORRES
ADRA
Domingo, 11 de marzo 2018, 02:43
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Es una mañana cualquiera de una semana cualquiera. Apenas hay trasiego de gente en esta pequeña barriada costera de Adra. Tan sólo un grupo de turistas alemanes pasea a pie de playa. Vienen de visitar la casa de María Rodríguez, una vivienda que destaca por encima de las demás por un singular jardín hecho con plantas, conchas, piedras, boyas, bombillas y distintos objetos que el mar le ha ido regalando a lo largo de su vida. Cinco meses después de su pérdida, la obra de arte que esta abderitana creó con sus propias manos se mantiene intacta y, a pesar de su ausencia, se ha convertido en un reclamo turístico en esta pedanía de apenas 200 habitantes.
Quienes la conocieron coinciden al afirmar que María era «una persona especial». Hija y nieta de agricultores, durante años escondió su faceta artística hasta que un día encontró la inspiración entre el sonido de las olas. Empezó a plasmar sobre su casa, Villamaría, «lo que siempre quiso y no pudo mostrar», reconocen sus familiares. «Cada día se protegía del sol con su sombrero y bajaba a la orilla a rescatar conchas, piedras y cualquier cosa que le llamase la atención», cuentan hoy. Tozuda y constante, era frecuente verla pedir ayuda a sus vecinos para poder transportar hasta su casa alguna piedra pesada de la que se encaprichaba. Así fue creando lo que hoy popularmente se conoce como la 'casa de las conchas', una pieza única que ha sido objeto de reportajes de televisión, incontables visitas y hasta «fuente de inspiración» para algunos artistas.
María falleció en septiembre del año pasado con 81 años de vida, pero dejó a su familia el encargo de mantener intacto el jardín de su casa, la obra de arte que hoy la convierte en inmortal. Son sus familiares los que actualmente se encargan de la limpieza regular del jardín y, en la medida de lo posible, integran en el jardín los recuerdos que algunos visitantes dejan a su paso por la casa. La vivienda, en la que actualmente reside su viudo, es propiedad de sus nietos.
Para muchos la figura de María, 'la Estudiante' como también se la conocía en Adra, sigue presente. En cada piedra, dejó impreso una lección de vida. «Recuerda que cada vez que sonríes se borra una tristeza y se ilumina una esperanza», se puede leer. «La vida es el resumen de cinco palabras: Dios, salud, amor alegría y esperanza. Que el primero siempre te cuide y el resto nunca te falte», apunta otra. Proverbios que hoy aportan más significado si cabe al legado que María ha dejado para siempre en el sitio de su recreo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mapa de los restaurantes con estrella Michelin por provincias
Sara I. Belled y Álex Sánchez
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.