Borrar
El presidente de Cajamar, Baamonde (al centro); junto al director general, Francisco José González; y la secretaria, María Luisa Trinidad.
«Seremos una de las diez entidades que permanezcan en el sector»

«Seremos una de las diez entidades que permanezcan en el sector»

El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, muestra su confianza en que en el escenario convulso del mercado financiero habrá hueco para el cooperativismo

Miguel Cárceles

Viernes, 5 de mayo 2017, 01:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con un escenario absolutamente inapropiado -los tipos de interés marcando mínimos históricos, la sentencia sobre la retroactividad de las cláusulas suelo provocando contingencias y un panorama político lleno de incertidumbres- el Grupo Cajamar tiene la certeza de poder ser una de las entidades financieras que sobreviva a un futuro mercado comprimido. El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, enfrentaba ayer su primera Asamblea General al frente de la entidad con un mensaje claro: hay hueco en el negocio financiero para las cooperativas de crédito. Y ese hueco lo ocupará Cajamar.

El Grupo Cajamar obtuvo en 2016 un resultado de 76,1 millones de euros, un 8,4% más

  • El Grupo Cooperativo Cajamar obtuvo el pasado año, en un escenario incierto y de tipos de interés bajo mínimos, un resultado de 76,1 millones de euros, un 8,4% más que en el ejercicio anterior. El balance se sitúa a 31 de diciembre de 2016 en 39.166 millones de euros, tras experimentar un descenso interanual de 1.295 millones de euros, principalmente por las ventas realizadas de cartera de renta fija y variable, la disminución de los activos dudosos, la menor apelación a los mercados mayoristas y la preferencia por los productos de ahorro de fuera de balance fondos de inversión, por ejemplo. De hecho, los recursos fuera de balance registran un crecimiento del 24,3% hasta los 3.242 millones de euros, liderados por los seguros de ahorro y, especialmente por los fondos de inversión, que avanzan un 32,3% y 48,9%, respectivamente.

  • Además, por su parte, los activos dudosos de la inversión crediticia evolucionan favorablemente con un descenso anual de 974 millones de euros, un 18,8% menos en términos relativos, lo que ha permitido una mejora anual de 2,47 puntos de la tasa de morosidad hasta el 13,44%. Como consecuencia, la tasa de cobertura global se sitúa en el 43,09%, con un fondo de insolvencias total de 1.820 millones de euros.

  • Además, el capital social del Grupo registra un crecimiento de 102 millones de euros, un 4,2% en términos relativos, que le permiten alcanzar los 2.535 millones de euros. El número de socios cooperativistas ha aumentado en 11.849 hasta situarse en la cifra de 1.428.900.

  • Solvencia

  • Según los datos aportados por Cajamar, el 31 de diciembre de 2016 el Grupo Cooperativo tiene unos recursos propios computables de 2.990 millones de euros, un 18,6% más que en 2015, dando lugar a un incremento del coeficiente de solvencia del 1,4% respecto al año anterior hasta alcanzar el 12,96%, nivel que cumple con lo establecido por el regulador.

  • En el Grupo Cooperativo trabajan 6.036 profesionales en una red comercial integrada al cierre del ejercicio por 1.191 oficinas, repartidas por 42 provincias y las 2 ciudades autónomas del país. En 2016 se han abierto 7 nuevas sucursales en las localidades de Mérida (Badajoz), Úbeda (Jaén), Alcázar de San Juan y Tomelloso (Ciudad Real), Olot (Girona), Osuna (Sevilla) y Port dAlcúdia (Islas Baleares). Mientras tanto, se ha dado un proceso de integración de 69 oficinas del grupo cooperativo de crédito en municipios, reveló el director general de Cajamar, Francisco José González, que contaban con más de una sucursal.

La sentencia llegaba en una asamblea en la que 250 delegados, en representación de 1,3 millones de socios, aprobaban por aclamación el primer informe de gestión y las primeras cuentas anuales individuales de Baamonde al frente de 'la caja' almeriense. No hubo sorpresa: las decisiones del Consejo Rector fueron avaladas por los delegados de la asamblea en un encuentro anual casi de trámite pero que sirvió para contar con un primer balance del flamante presidente y unas primeras expectativas de futuro para la entidad.

«Durante 2017 es probable que continúe el reajuste de la estructura del sector financiero en nuestro país y es previsible que se produzca alguna fusión», aducía el lucense. «Algunos analistas apuntan hacia un mapa bancario con apenas 10 entidades de implantación nacional, frente a las 45 que existían en 2008. Todo ello traerá como consecuencia el fortalecimiento de nuestros competidores, pero también dejará huecos por cubrir que si sabemos aprovechar nos permitirán captar nuevos clientes. Por eso estamos convencidos de que seremos una de las diez entidades que permanezcan en el sector, con dimensión, solvencia, fortaleza y, sobre todo, con personalidad propia, con un modelo de negocio diferenciado, que se moderniza y actualiza al ritmo de la economía digital y la sociedad del conocimiento, abriendo nuevos canales y servicios a socios y clientes», argumentó convencido y vehemente Baamonde.

Cajamar es a día de hoy la única cooperativa de crédito supervisada directamente por el Banco Central Europeo. Es la más grande de las existentes en el país y encabeza el grupo más potente de las rurales del estado. «Nuestro objetivo es seguir liderando la banca cooperativa en España, con las puertas abiertas a nuevas integraciones», clausuraba la cita Baamonde. Minutos antes había defendido el papel de Cajamar como hermana mayor de las rurales, como una visionaria de las perspectivas del mercado financiero -hace ocho años que fundó su grupo consolidado, un modelo que ahora el Gobierno parece querer generalizar a todo el sector- y como un eje sobre el que pivotar el cooperativismo financiero.

«Lamentablemente ha vuelto a suceder últimamente, en el caso de una entidad que no tiene capacidad para afrontar por sí sola las exigencias de su proceso de saneamiento. Y aun no siendo miembro de nuestro grupo, como quiera que ha requerido nuestra ayuda, hemos decidido implicarnos en la solución por responsabilidad sectorial, conforme siempre hemos entendido en Cajamar los principios y valores del cooperativismo, con la finalidad de evitar problemas reputacionales y contribuir a fortalecer el sector del crédito cooperativo español», refirió Baamonde. Hablaba -no la citó expresamente- de Bantierra, la rural aragonesa a la que Cajamar inyectará 35 millones de euros a cambio de activos inmobiliarios que lastraban su balance. La acción ha tenido lugar después de que el propio Banco de España reclamara la intervención de la cooperativa que controla más de la mitad del negocio.

Baamonde animó a los socios de la entidad y les mostró un futuro lleno de retos ante los que Cajamar dará respuesta. Para ello, conminó a la organización a tener como objetivo primordial un mantra: la «anticipación». «Nuestro éxito», defendió ante la Asamblea General, «se basa en no ser banqueros al uso, no estar limitados por inercias organizativas que nos bloqueen y estar siempre con la mente abierta, dispuestos a la innovación y, sobre todo a la anticipación».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios