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'Ángel', como ha sido bautizado por la protectora 'Huella Roja', fue rescatado por el Seprona de la Guardia Civil en un cortijo de Bayárcal el pasado mes de noviembre.
El maltrato animal sienta en el banquillo en un año a una veintena de personas por casos graves

El maltrato animal sienta en el banquillo en un año a una veintena de personas por casos graves

El Seprona de la Guardia Civil lucha cada día contra este delito, que puede acarrear penas de prisión y donde perros y gatos se llevan la peor parte

Fran Gavilán

Jueves, 8 de diciembre 2016, 01:01

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Provocar la muerte de animales por diversión. Este fue el supuesto objetivo que persiguieron dos jóvenes de la localidad de Huércal-Overa al acabar supuestamente a principios de este año con la vida de más de 79 lechones en la granja donde trabajaban. La grabación de esta 'hazaña' por parte de uno de ellos y su posterior difusión a través de la aplicación móvil Whastapp puso en alerta al dueño de la explotación, uno de los remitentes del vídeo donde ambos jóvenes se jactan del sufrimiento de los animales.

D. A. A., de 19 años, y M. R., de 22, tendrán que sentarse en el banquillo próximamente por sendos delitos de maltrato animal y se enfrentan a dos años y medio de prisión.

Este es sólo uno de los casos de maltrato animal que se han denunciado este año en territorio almeriense. Desde grabar vídeos saltando sobre lechones y causarles la muerte, hasta arrojar a un contenedor de basura a ocho cachorros para después tratar de asfixiarlos con una bolsa de basura, el maltrato animal está presente en Almería.

«Al contrario de lo que se pueda pensar, ahora hay menos casos de maltrato hacia los animales, pero se denuncia más porque la sociedad está mucho más concienciada». Así lo explica a este periódico el teniente jefe del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Almería, Sergio López. La unidad que dirige lucha cada día por la erradicación del furtivismo, el tráfico ilegal de especies, la degradación de ecosistemas y el maltrato animal, entre otros aspectos.

Y sólo este año en Almería, la Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a una veintena de personas tras resultar imputados por un delito o falta de maltrato animal. Todos los acusados están vinculados con los casos más graves, entre ellos, el vecino de Bayárcal que el pasado mes de noviembre fue imputado por un delito de maltrato después de que, según la investigación, descubrieran en su explotación ganadera un total de cuatro cadáveres de perros, entre ellos una madre y su cachorro, y otro can, de raza 'Dogo Argentino', en avanzado estado de desnutrición.

A los casos más graves hay que añadirle otras 250 infracciones de carácter leve contabilizadas en la provincia en lo que llevamos de 2016. Estas infracciones recogen conceptos que no sólo serían maltrato, sino otros como la falta de identificación del animal, ausencia de bozal o la no vacunación, entre otros muchos.

Desde el Seprona apuntan a que la mayoría de estas infracciones se registran en «animales de compañía y en menor medida por ir contra la normativa de animales peligrosos». Y en los casos más graves son los «gatos y los perros» los peor parados.

Sin ser alarmistas, las cifras de maltrato preocupan. Como preocupan los casos que saltan a la opinión pública día si y día también. Cabe recordar el caso acontecido en El Ejido el pasado mes de junio. Un hombre de 55 años fue detenido tras maltratar presuntamente hasta la muerte a tres galgos, uno de ellos de tres meses.

Perfil del maltratador

Sobre el perfil de las personas imputadas por maltrato suele haber una característica común que más o menos se suele repetir, «son personas reincidentes por lo general». Desde el Seprona indican que en el 99% de los casos más graves de maltrato está detrás «un varón, de entre 16 y 30 años, con poca formación y cuyo trabajo está paradójicamente relacionado con los animales». Este es el perfil que más se repite en los casos de maltratos contabilizados en la provincia. «El Código Penal ha puesto más fácil la imputación de los maltratadores, cuyas sanciones pueden acarrear penas de hasta dos años de prisión», indican desde el Seprona.

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