Borrar
Juan de la Cruz Cárdenas, cogiendo ayer su maletín al terminar la asamblea en la que dejó la presidencia de Cajamar.
Cajamar elige nuevo presidente para liderar la integración de las cooperativas de crédito

Cajamar elige nuevo presidente para liderar la integración de las cooperativas de crédito

Eduardo Baamonde sustituirá a Juan de la Cruz Cárdenas, con la idea de reforzar el liderazgo de la entidad en el mercado cooperativo

JULIO VALDIVIA

Jueves, 28 de abril 2016, 00:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cajamar celebró ayer en La Envía Golf su asamblea general en la que se inició una nueva etapa con la elección de Eduardo Baamonde como presidente, en sustitución de Juan de la Cruz Cárdenas, que meses atrás renunció a la reelección. Una etapa en la que la entidad financiera se ha marcado el objetivo de seguir creciendo y liderar la unión de todo el sector del crédito cooperativo en España, mercado que lidera con 1,3 millones de socios.

Así lo explicó el presidente saliente, quien citó los procesos de fusión de las entidades cooperativas más importantes de países como Holanda, Alemania o Italia, para defender un proceso similar en nuestro país que a su juicio debe llegar «más pronto que tarde».

De la Cruz Cárdenas, un hombre de la entidad, a la que ha dedicado 47 años de trabajo, se despidió de la presidencia animando a «seguir trabajando para conseguir, algún día, la unión de todas las cajas rurales españolas en torno a un grupo financiero común» y defendió un «modelo mixto» de gestión en el que «cada caja rural continúe existiendo con su personalidad jurídica y su vínculo territorial, y un banco cooperativo ejerza como entidad cabecera del grupo».

El presidente saliente consideró que ante este reto, y otros como la progresiva digitalización de los servicios o la compleja situación del mercado financiero mundial, «lo más útil es prestar un último servicio, intentando marcar el camino a personas de otras entidades que también podrían hacer lo mismo, dejando el pasado para la historia y mirando al futuro, y dar paso ahora a una nueva generación de personas ante la cual nadie tenga objeción ni pueda poner reproche alguno, y que sea este nuevo equipo el que en adelante represente a Cajamar ante las instituciones, los organismos supervisores y el conjunto del sistema financiero español y europeo».

Retos que tendrá que asumir a partir de ahora el equipo liderado por Eduardo Baamonde, que tras la votación de los delegados, salió elegido con casi un 99 por ciento de los votos. Concretamente, recibió 5.953 apoyos a su candidatura, mientras que tuvo 76 votos en contra y 108 abstenciones.

En sus primeras palabras, y tras dar un fuerte abrazo a su antecesor, el nuevo presidente de Cajamar tuvo un recuerdo para Cooperativas Agroalimentarias de España, entidad en la que ha trabajado a lo largo de 23 años y en la que ejerció el cargo de director general hasta el pasado 31 de diciembre, cuando dimitió para encabezar la candidatura propuesta para dirigir Cajamar.

Baamonde también recordó a sus antecesores en el cargo, sobre los que destacó su capacidad de anticipación y su visión, y se comprometió a defender los valores que siempre ha defendido Cajamar. «Espero estar a la altura», dijo ante los asistentes, nada más se proclamado como presidente.

Proximidad

El máximo responsable de Cajamar destacó la «proximidad con nuestros clientes» como «nuestra mayor baza y nuestro mayor activo» y desgranó los nuevos retos que a su juicio tienen que afrontar los nuevos responsables de la entidad. Entre ellos, citó el actual proceso de recuperación «lenta» económica; la existencia de unos tipos de interés bajos «que nos obligan a diversificar»; los cada vez mayores niveles de exigencia de los organismos reguladores; la existencia de una nueva cultura empresarial con clientes más profesionalizados y exigentes «que cada día acuden a mercados más lejanos y quieren que les acompañemos»; la incorporación de sus clientes más jóvenes con nuevas formas de comunicación; y un nuevo modelo de gestión para «ser cada día más eficientes, sin perder la esencia de lo que somos».

La esencia del concepto de la primera entidad cooperativa de España, fue una parte recurrente en el discurso de Baamonde, que afirmó que «no he venido a cambiar la caja». El recién elegido presidente asumió el reto lanzado por su antecesor sobre el proceso de integración con otras entidades, destacando la «capacidad de anticipación» que siempre ha demostrado Cajamar, mostrándose convencido de la conveniencia de «liderar el proceso de integración» algo que «no nace de la soberbia ni de ningún afán de monopolio, nace del convencimiento en nuestro modelo de banca cooperativa, una banca moderna y en línea con la que gestiona amplias cuotas de mercado en otros países, plenamente competitiva e integrada en la economía global. Nace de nuestro conocimiento del sector y de la realidad económica, a pie de campo, de la singularidad de los diferentes sistemas productivos locales en nuestro país».

Entre los pasos que se darán para seguir liderando el mercado cooperativo financiero español, Baamonde se mostró convencido de la necesidad de «buscar aliados fuera de España», en un momento en el que «la internacionalización de la economía y nuestros clientes, nos obliga a ello», así como de «defender el modelo cooperativo de crédito» tratando de «reforzar el peso del crédito cooperativo ante las instituciones comunitarias».

Resultados de 2015

El consejero delegado del Banco de Crédito Cooperativo, entidad cabecera del Grupo Cajamar, Manuel Yebra, fue el encargado de presentar las cuentas anuales y el informe de gestión de 2015, un año que calificó de «consolidación del modelo de banca cooperativa en España» y de «ejercicio intenso».

Yebra destacó la importancia de la entidad cooperativa, afirmando que «no hay entidad en España que tenga tantos socios como este grupo» y reafirmó la apuesta de la entidad por las oficinas, en un momento complicado en el que otros bancos están reduciendo su red de oficinas. Así, Cajamar es «la única entidad que sigue abriendo oficinas» y aunque el año pasado cerró algunas de ellas, también abrió una docena hasta alcanzar las 1.173 sucursales, teniendo previsto para este año abrir también varias más. «Creemos en la sucursal como vehículo y camino de comunicación con nuestros clientes», dijo.

El balance de 2015 se cerró con 40.400 millones de euros, con un crecimiento interanual del 12,3 por ciento, y registrando incrementos similares en la concesión de créditos, a los que se destinaron 10.500 millones de euros, cifra que «difícilmente» se alcanzará este año por la incertidumbre política, que ha ralentizado las inversiones. Yebra destacó la mejora en las cifras morosidad y los activos dudosos, y consideró un reto importante la mejora de la rentabilidad en un escenario de tipos de interés bajos en el que es necesario comercializar más servicios «que aporten valor al socio».

Por último, el consejero delegado del BCC mencionó el peso que tiene la entidad en el sector agroalimentario, muy superior al del conjunto del mercado nacional, posición que quieren seguir reforzando.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios