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«Cumplimos la misión para que España pueda aportar su grano de arena ala paz y estabilidad en el mundo»

«Cumplimos la misión para que España pueda aportar su grano de arena ala paz y estabilidad en el mundo»

General Juan Jesús Martín Cabrero, jefe de la Brigada Líbano XXIV: «Mi mayor preocupación es que la escalada de violencia no se produzca, y la seguridad de mis legionarios»

joaquín tapia

Jueves, 18 de febrero 2016, 01:06

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Controles de población, patrullas, protección de convoyes, labores de desminado, vigilancia y sobre todo evitar la vuelta a las hostilidades entre Hezbolá y el Ejército israelí, en la llamada Blue Line (línea fronteriza entre el Líbano e Israel) constituye la principal labor de los legionarios, entre otros cascos azules españoles en el Líbano, en cumplimiento de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Asimismo colaboran con las Fuerzas Armadas libanesas y llevan a cabo actividades en apoyo de la población civil.

El contingente español con más de 600 militares, de los que cerca de 500 pertenecen a la Brigada de la Legión, forman la BRILIB XXIV (Brigada Líbano) con sede en la Base Miguel de Cervantes (Marjayoun), que además cuenta con militares de El Salvador, serbios, brasileños y mejicanos. La operación, denominada Libre Hidalgo, tiene prevista una duración de seis meses.

«Los ánimos, que en término más usado por los militares, es la moral, está muy alta para todos nosotros», dice a preguntas de IDEAL, el general Juan Jesús Martín Cabrero, jefe de la BRILIB XXIV y del sector Este de UNIFIL (Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano) donde también despliegan militares de otras nacionalidades como India, Indonesia, Malasia y Nepal.

«Fuimos voluntarios para venir a esta misión, entre otros muchos legionarios de la Brigada de La Legión que, aunque también lo fueron, tuvieron que quedarse allí y somos conscientes de la oportunidad que esta misión nos da para adquirir experiencias nuevas para algunos y no tan nuevas para los que ya habíamos pasado anteriormente por aquí. Es una misión ilusionante y la moral definitivamente está muy alta hoy y confío que se mantenga así hasta el final», indica el general en sus respuestas a este periódico, cuando la misión está a punto de llegar a su ecuador. En un caso por correo electrónico y en otro vía teléfono en el tono afectuoso y dialogante, que le caracteriza, así nos lo ha dicho:

Se cumple en estos días, próximo 20 de febrero, el ecuador de la Operación Libre Hidalgo XXIV. ¿Resultado satisfactorio?

Uno de nuestros artículos del Credo Legionario dice sin contar los días, ni los meses, ni los años,, así que le diré que, hasta la fecha, estamos muy satisfechos del trabajo desarrollado. Vemos los resultados en la relativa calma que reina en el sector que nosotros cubrimos y en las buenas relaciones que tenemos con la población civil, con las autoridades civiles, religiosas y con las fuerzas armadas libanesas.

¿Qué es necesario para que se consolide la calma?

La realidad es que la calma, aunque tensa, es la forma de vida en estas tierras ya acostumbradas a vivir de esta manera. Siempre puede ocurrir un incidente que produzca una escalada de violencia y ésta pueda ser la chispa que haga estallar el problema, pero esa es nuestra labor aquí, evitar que esos incidentes ocurran o, al menos, cortar esa escalada interviniendo oportunamente. Evidentemente hace falta buena voluntad por todas las partes y un entendimiento que en esta parte del mundo ha sido tradicionalmente difícil de conseguir, pero retrocediendo la vista atrás, uno puede apreciar cómo se ha ido avanzando en la buena dirección.

¿Mayor preocupación?

Todas las misiones internacionales, que España lleva cabo, son planificadas con dos premisas: el cumplimiento de la misión y la seguridad de nuestras tropas. Desde el punto de vista del cumplimiento de la misión, mi mayor preocupación es que la escalada de violencia que le acabo de mencionar y que puede derivar en consecuencias mayores no deseadas por nadie no se produzca. Pero creo que actualmente todo el mundo aquí está por la labor de no tensar en exceso la situación y solucionar los incidentes lo más rápido posible y con cierta discreción que evite la escalada. Desde el punto de vista personal y como jefe de esta Brigada, evidentemente me preocupa la seguridad de mis legionarios, que considero fundamental y para ello ponemos todos los medios a nuestro alcance de protección de la fuerza y cuento con el alto grado de preparación que tienen todos ellos, lo que me hace dormir más tranquilo, sin dejar de tener un ojo abierto.

¿Dificultades?

Desde que tuvimos conocimiento que la Brigada de La Legión iba a ser desplegada en el Líbano, comenzamos a planificar los seis meses de preparación previa. Tras este planeamiento se llevó a cabo, de forma muy exhaustiva, la preparación de todo el contingente, que nos llevó a conseguir la certificación requerida para poder ser desplegada.

Esta preparación y los muy buenos materiales y equipos que disponemos, hacen que apenas encontremos dificultades para llevar a cabo nuestro trabajo. Así mismo las excelentes condiciones de vida de la Base nos permiten relajarnos en las horas de descanso, aunque estas sean pocas.

¿Cómo es el día a día o trabajo en la Base 'Miguel de Cervantes'?

La Base está operativa las 24 horas del día, siempre hay personal trabajando por turnos en diversos tipos de actividades, pero la mayoría nos levantamos a las 06.30h al toque de la diana legionaria y comenzamos con las actividades del día; una carrerita mañanera para despejarnos y unos cuantos ejercicios físicos, a la ducha y a desayunar. A partir de aquí se distribuye el personal entre las diversas unidades y servicios y cada uno comienza con sus trabajos específicos; planeamiento, patrullas, guardias, transmisiones, mantenimiento, control, etc. Entre las 13.00h y las 15.00h podemos hacer la primera comida y continuamos por la tarde hasta las 20.00 que ya podemos ir a cenar. Para terminar el día tocamos silencio (acostarse) a las 23.00h. Los fines de semana se modifica levemente el horario de levantarnos y acostarnos, retrasándolo un poco más. Este es el horario general, pero cada unidad, en concordancia con las misiones que debe cumplir cada día, lo adecua a su ritmo de trabajo.

¿Relaciones con la población?

Las relaciones con la población civil son excelentes por regla general. Desarrollamos una serie de actividades cívico-militares como los proyectos de impacto rápido que cubren algunas necesidades de la población civil que no pueden ser sufragadas por sus autoridades y producen un gran efecto positivo hacia nosotros, atención sanitaria y veterinaria en algunos casos, así como clases de español en diversos colegios de la zona, cursos de baloncesto y fútbol para niños y hasta un curso de cocina española en dos escuelas técnicas de hostelería. Nuestra base tiene alrededor de 200 trabajadores civiles, hombres y mujeres para los que este trabajo constituye su única fuente de ingresos y que, por lo tanto, sustenta a un número igual de familias. Todo ello hace que los libaneses nos vean como unos amigos que vienen a colaborar con ellos y se sienten apoyados en estas actividades por nosotros, lo que permite que la relación sea muy buena y, debido a esto, la Brigada recibe multitud de invitaciones a participar con ellos en sus actividades, que procuramos atender siempre que la misión nos lo permite.

La Brigada de la Legión ha vuelto al Líbano después de nueve años, ¿en qué ha cambiado la región?

Esta es la tercera vez que la Brigada de La Legión vuelve al Líbano, la primera fue abriendo la misión del Ejército de Tierra en 2006 y posteriormente en 2008. Mi experiencia personal viene de la del 2006 y sí que he notado grandes cambios, especialmente en temas de infraestructura y relaciones personales. Teniendo en cuenta que la guerra acababa de terminar cuando llegamos aquel año, muchas casas estaban destruidas, la energía eléctrica era muy escasa y las carreteras dejaban mucho que desear, con muchos puentes destruidos sobre ellas y hoy en día esto ha mejorado enormemente y en parte debido a la continua ayuda de UNIFIL y de España con los proyectos que anteriormente he mencionado. También he notado mucha más cercanía de las autoridades y de la población civil hacia nosotros, posiblemete por los casi diez años de buen hacer y duro trabajo que nuestras Fuerzas Armadas viene desarrollando en esta misión en el Líbano.

A mediados del próximo mes de mayo habrá finalizado la misión de la BRILIB XXIV. ¿Qué objetivos le gustaría haber alcanzado?

Nuestro principal objetivo en la misión es mantener la estabilidad en la zona asignada a mi Brigada, dentro del Área de Operaciones de UNIFIL y así dar continuidad a lo que vienen haciendo todas las unidades españoles desde 2006 mostrando la Bandera de España como una garantía de trabajo bien hecho y confió en que así se haya hecho en mayo cuando regresemos y, por supuesto, que todos los militares españoles que aquí estamos volvamos contentos y satisfechos del trabajo que cada uno en nuestro nivel hayamos desarrollado durante estos seis meses, la íntima satisfacción del deber cumplido.

¿Lo que más valora de la presencia española en el Líbano?

La participación española en el Líbano es una forma en la que España decidió implicarse con sus Fuerzas armadas para contribuir a la paz en el mundo, trabajando bajo la Bandera de las Naciones Unidas. Nuestra nación está muy bien vista aquí y nos tienen en alta consideración, no solo los libaneses, sino también las otras naciones que comparten misión con nosotros.

¿Cómo se siente España a más de 3.000 km de distancia?

La primera misión en la que participé fue en Angola en el año 1991 y aquello sí que era sentir España de lejos, cuando pasaban semanas en que no existía contacto alguno con casa y nuestro apoyo era poder oír Radio Exterior de España para enterarnos de las noticias nacionales. Hoy en día las nuevas tecnologías nos permiten estar en el salón de nuestras casas viendo y oyendo a nuestros familiares todos los días, por lo que nos sentimos más cerca de casa, aún en la distancia. Estos adelantos han sido extraordinariamente útiles para hacer mucho más cómodas y tranquilizadoras estas misiones en el extranjero, pero no quita para que siempre tengamos añoranza de España y de nuestras familias, conforme van pasando las semanas.

¿Algo más que añadir?

Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a IDEAL y a usted que se hayan acordado de estos legionarios y soldados españoles que nos encontramos a más de 3.000 km de nuestras casas cumpliendo con la misión que se nos ha sido asignada, para que España pueda aportar su grano de arena a la paz y estabilidad en el mundo y enviar un fuerte abrazo a todos nuestros familiares y compañeros, la gran familia legionaria, unos porque sabemos que nos están guardando la retaguardia en casa, y otros por cuidar y apoyar a los nuestros que allí están y seguir trabajando en las tareas diarias en nuestros acuartelamientos de Viator y de Ronda.

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