Borrar
El radar de la A-7 de El Ejido 'fotografía' seis de cada diez vehículos con exceso de velocidad

El radar de la A-7 de El Ejido 'fotografía' seis de cada diez vehículos con exceso de velocidad

Se trata del dispositivo fijo instalado en la provincia que puso más multas en 2014 y en lo que llevamos de año, con 5,1 sanciones de media al día

Fran Gavilán

Viernes, 4 de septiembre 2015, 00:27

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Unos 15 millones de españoles confiesan conducir por encima de los límites de velocidad. Pisar el acelerador más de la cuenta sigue siendo la infracción de tráfico más repetida entre los conductores almerienses tras nueve años desde la instauración del permiso por puntos. Y como consecuencia de esta realidad, los radares tanto fijos como móviles siguen fotografiando matrículas a pesar de que la Dirección General de Tráfico (DGT), en su apuesta por la transparencia y por aquello de la disuasión, anuncia los tramos en los que estos dispositivos están instalados.

Según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico, el número de denuncias por exceso de velocidad en territorio almeriense durante el pasado año fue de 17.250, un 17,5% menos que en 2013. De ellas, 14.566 procedían de radares móviles, y 2.684 de radares fijos. La mayoría de ellas entre las 8 y las 14 horas (55%). El viernes es el día en el que más trabajan las cámaras de los dispositivos fijos instalados en Almería.

Y esta dinámica se cumple en los mismos términos en lo que llevamos de año. Según los datos facilitados por la DGT, los radares fijos instalados en la provincia han interpuesto un total de 286 sanciones en los siete primeros meses de este año, mientras que los radares móviles que poseen los agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, colocados de forma intermitente en los treinta tramos más peligrosos de la red de carreteras de la provincia, han levantado un total de 8.413 denuncias.

En esta extensa lista de sanciones hay radares que trabajan más que otros dentro del territorio almeriense. Según los datos facilitados por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), el radar fijo de la Autovía del Mediterráneo (A-7), ubicado en el kilómetro 404,5 del término municipal de El Ejido, es el que más sanciones por exceso de velocidad registra de todos los cinemómetros fijos de la provincia de Almería. Sólo el pasado año, propició la emisión de 1.868 multas de tráfico. 'Salta' 5,1 veces al día de media, dicho de otro modo.

Una cifra importante si se tiene en cuenta que todos los radares fijos de la provincia de Almería contabilizaron 2.864 sanciones, es decir, seis de cada diez sanciones de radares fijos se interpusieron a través del cinemómetro instalado en el kilómetro 404.45 de la A-7.

A mucha distancia le sigue el radar fijo de la A-92 en el kilómetro 391,86 en el término municipal de Almería cuyo límite de velocidad es de 120 kilómetros por hora, con 377 denuncias. El tercer lugar lo ocupa el de la A-334 en el kilómetro 49,87 en Purchena con 244 sanciones. Y cerrando esta lista se encuentran los dispositivos instalados en los kilómetros 468,7 y 450,93 con 222 y 21 sanciones, respectivamente.

Críticas a los radares

«Desde hace 23 años venimos denunciando el mal uso que se hace de los radares por parte de la DGT porque deberían tener un fin preventivo y no recaudatorio. Sin embargo vemos como cada vez hacen más caja», apunta Mario Arnaldo, presidente de la organización Automovilistas Europeos Asociados, un colectivo que ha facilitado los datos del número de sanciones por cada uno de los radares de la provincia obtenidas el pasado año.

Cabe recordar que a principios de año, la DGT rebajó el límite de denuncia de toda su red de radares fijos y también de los móviles de la Guardia Civil. El cambio significa reducir a el límite a partir del cual el radar se activa y fotografía la matrícula del infractor. Antes, ese margen solía oscilar entre 10 y 20 kilómetros por hora una vez sobrepasado el máximo permitido en ese tramo. Dicho de otro modo, el radar de Cabo de Gata, donde el límite de la carretera es de 70, empezaba a multar a partir de 90.

Esa horquilla que se aplicaba antes era discrecional, es decir, lo fijaban las jefaturas locales de la DGT utilizando criterios como el tipo de vía, la siniestralidad o el volumen de circulación, por lo que era distinto según el radar y la provincia. Con ello, se compensaba el margen de error de los cinemómetros de Tráfico y también el del cuentakilómetros de los vehículos.

A principios de años se introdujo un sistema igualitario para todos los radares de la DGT.

Agravio

Para los responsables de la DGT, este problema presentaba dos problemas. El primero, el agravio comparativo entre provincias. El segundo, que las infracciones más leves, las que superaban por poco el límite, se escapaban sin castigo, mientras que, para el resto, no existía tolerancia alguna.

La nueva operativa hace tabla rasa y utiliza el mismo criterio para todos, sin distinguir entre leves y graves excesos de velocidad a la hora de activar el radar (obviamente, el importe de la multa y la pérdida de puntos sí es diferente). A unos y a otros les aplica el descuento de siete. Si el límite de velocidad es inferior a 100 km/h, se restan 7 km/h. Si es superior a 100 km/h, se descuenta un 7%.

Tras estudiar el comportamiento de sus 847 cinemómetros, la DGT ha llegado a la conclusión de que, aplicando ese descuento, se elimina por completo el margen de error y se puede garantizar que el conductor ha infringido el límite de velocidad. Volviendo al ejemplo del radar de Cabo de Gata: ahora, el dispositivo se activa a partir de 70 km/h, que es el máximo permitido en ese tramo de la autovía, pero no empieza a multar hasta los 78 km/h. Las cuentas están claras: 78-7=71.

Y para saber el margen de denuncia de los radares situados en zonas limitadas a 100, 110 o 120, basta con hacer un sencillo cálculo: multiplicar la velocidad real por 0,93. En adelante, la multa en esos tramos llega a partir de 109, 120 y 131, respectivamente.

En este sentido, desde la AEA se muestran firmes al señalar la finalidad que debe de tener un radar: «El éxito de los radares fijos no está en recaudar más cada año ni en imponer más sanciones, sino en evitar más accidentes de tráfico. Llevamos muchos años exigiendo una buena señalización de los lugares donde están ubicados», señala Mario Arnaldo, cuya asociación cuenta con más de 50.000 conductores asociados en todo el país.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios