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La zona del Levante vio llegar al 'bicho' hace más de un año, hoy por hoy, más del 80% de las paleras se han perdido, el paisaje ha cambiado y los chumbos ni probarlos.
La cochinilla del carmín continúa arrasando 'nuestras' chumberas

La cochinilla del carmín continúa arrasando 'nuestras' chumberas

Un colectivo ciudadano bajo el nombre 'Chumbos enfurecidos' advierte de la llegada de la plaga al Parque Natural y pide que la Junta actúe y no deje que se pierda este patrimonio de todos

JENNIFER SIMÓN

Domingo, 5 de octubre 2014, 11:38

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Empezaron a verse hace más de un año, hacia la primavera de 2013. IDEAL contó que la comarca del Levante almeriense estaba notando ya cómo las chumberas empezaban a secarse plagadas de un insecto que tintaba de blanco la planta y despedía un tinte rojo si se presionaba. Era la cochinilla del carmín, que hoy por hoy, ya ha arrasado todas las chumberas a su paso, del Almanzora, del Levante y ya ha llegado a Carboneras y Níjar, al Parque Natural de Cabo de Gata, y con ello, llegará lo mismo que ha sucedido en el resto de zonas donde estuvo antes, un cambio de paisaje, desolador. Se ha pasado de las típicas palas de las que en verano se podía comer su sabroso fruto, a ver grandes extensiones de paleras blancas y secas, caídas al suelo, muertas.

No se hizo nada para evitarlo, al menos, por parte de las administraciones públicas, excepto contados casos, ni por muchos propietarios privados. Y lo cierto es que la plaga se ha extendido, sin nadie que la pare y ya afecta al sur almeriense.

La preocupación que no han mostrado las autoridades, sí la están demostrando grupos de ciudadanos, además de Amigos del Parque que ya ayer urgió a la Junta a que haga algo para atajar la plaga. Ciudadanos de la zona de Níjar, bajo una plataforma en Facebook denominada Chumbos enfurecidos mueven una petición también a la administración autonómica para que deje de estar de brazos cruzados mientras la cochinilla invade todo el territorio.

Pablo es parte de dicho colectivo y explicó a IDEAL cómo surge y qué pretende esta iniciativa. «Nos juntamos cuatro o cinco personas a las que nos preocupaba ver cómo la cochinilla está acabando con las paleras y empezamos a preguntar a las administraciones, el Ayuntamiento de Níjar, en este caso, y la Junta de Andalucía, la delegación de Medio Ambiente, y lo único que hemos obtenido ha sido un continuo pasarse la pelota uno al otro, y la casa sin barrer. Así que, de momento, estamos recogiendo firmas para solicitar que se actúe para erradicar la plaga, o bien, entendiendo que es mucha extensión de terreno, se que busquen alternativas. Nosotros estamos pensando algunas, tenemos ideas de lo que se podría hacer para aprovechar esta plaga, en lugar de dejarla que termine con todo, con el paisaje típico de aquí, con una planta y un fruto que es parte de nuestras costumbres, de nuestra gastronomía, de nuestra cultura, en definitiva».

Todo eso a pesar de que la Junta habló de planta invasora, tanto la palera como la pita, «porque no son originarias de la zona, es cierto, pero parece que no saben ver la excepcionalidad aquí, cuando se han convertido ya en iconos de esta provincia», matizó el almeriense.

¿Una oportunidad?

A Pablo, y a mucha gente como él, le parece increíble que no se mueva un dedo, ni se tenga iniciativa ni idea alguna para que la cochinilla no destruya todo un paisaje. Desde Chumbos enfurecidos están pensando y proponiendo, si alguien les escucha, la forma de «hacer de la crisis una oportunidad, en este caso, hacer de la plaga, por ejemplo, una posibilidad laboral o una alternativa económica. Es cuestión de imaginación y voluntad», explicó Pablo. «Y es que no hay que olvidar que en Canarias, por ejemplo, crían la cochinilla para extraer el tinte que luego sirve para colorantes, químicos e industriales, incluso, para la alimentación. Controlar este bicho, recolectarlo, exportarlo o, incluso, transformarlo, podrían ser alternativas a la plaga, podría ser la forma de controlarla y, de paso, sacarle lo positivo», argumentó Pablo.

El colectivo anunció más acciones para que se pare el desastre y se tengan ideas, entendiendo que solo hace falta voluntad política para mejorar las cosas.

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