El AVE arrincona a Almería

La provincia de Almería contará el año que viene -de cumplirse lo previsto en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado, algo que resultaría inédito en la historia- con 214,8 millones de euros en inversión para mejorar su dotación infraestructural. Y de ellos, la mitad, justo el 50%, irían dedicados a avanzar en la conexión ferroviaria entre Almería y la vecina Región de Murcia, una línea de ferrocarril proyectada hace décadas y que persiste desde hace tres años en el limbo presupuestario.

Según los datos del anexo de inversiones reales para 2015 incluido en el proyecto de Presupuestos (PGE), la previsión del Gobierno para el año que viene pasa por poner sobre la mesa 107 millones de euros para este proyecto, el de la Línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia. Todos estos euros irían destinados a los tramos existentes entre Pulpí y Almería -tanto para el pago de los proyectos constructivos que aún no se han saldado por parte del Ejecutivo, como para las expropiaciones y la ejecución de nueva obra en el tramo Pulpí-Cuevas del Almanzora, cuya licitación se ha anunciado para este cuarto trimestre del año-. Será la única partida que asuma esta línea ferroviaria, de crucial importancia para los intereses estratégicos de Almería, ya que ADIF-Alta Velocidad no plantea nuevas ejecuciones en el tramo murciano de la línea, de poco menos de 100 kilómetros, que se encuentra a día de hoy a medio hacer, con obras de plataforma terminadas en algunos kilómetros pero otros aún -incluso- con el Estudio Informativo sin aprobar.

Por la vía de los hechos, el Ministerio de Fomento ha contradicho de modo radical los argumentos que ha venido defendiendo en materia ferroviaria el partido que sustenta al Gobierno, el PP, en la provincia de Almería. Primero porque la inversión prevista para la Línea de Alta Velocidad entre Murcia y Almería se concentrará en un tramo inconexo del proyecto. Ni al norte (Pulpí, a donde aún no han llegado las obras del AVE) ni al sur (Cuevas del Almanzora) el tramo engancha con otro en obras o ya ejecutado. Además, las obras se prevén de forma exclusiva en Almería, y no de Murcia hacia el sur, como habían pregonado senadores y diputados del PP almeriense.

Pero además, por otro lado, porque Fomento desmiente en sus cuentas públicas el anuncio del portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, de que el AVE llegaría a la estación almeriense para 2018. Las cuentas públicas presentadas este martes por el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, apuntan en negro sobre blanco a un fin de obra nunca anterior a 2019. La fecha, no obstante, continúa siendo orientativa, y no compromete en exceso al Ejecutivo. En los últimos años ha ido deslizándose anualidad tras anualidad, pasando de 2015 (en las últimas cuentas públicas del Gobierno del José Luis Rodríguez Zapatero) al 2019 de las previstas para el próximo año.

La Línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia se convierte, de este modo, en el ferrocarril de nueva construcción con menor inversión pública de todos los que tienen 'tajo' abierto a día de hoy en el país. Tal y como se puede observar en el cuadro adjunto, y siempre según los datos de la sociedad estatal ADIF-Alta Velocidad, los grandes beneficiados de los nuevos presupuestos en materia ferroviaria son gallegos y castellanoleoneses. La Línea Olmedo-Lubián-Ourense que conectará Galicia con las vías de Alta Velocidad de Valladolid, se llevarán 812,3 millones de euros, siete veces y media lo que se destinará al proyecto almeriense.

Es la estrella en inversión infraestructural en las cuentas públicas estatales. Pero otro buen puñado de obras se llevarán más de 300 millones de euros en inversión 'por cabeza'. Ocurre, por ejemplo, con el AVE entre Monforte del Cid y Murcia (383,7 millones); la Valladolid-Venta de Baños-Burgos-Vitoria (360,5); la Variante de Pajares, en Asturias (317,2); o la Bobadilla-Granada (307,1 millones). Sin ir más lejos, incluso la corta vía para conectar con trenes de altas prestaciones Vigo y Santiago de Compostela -el Eje Atlántico- cuesta con más presupuesto que la almeriense, 111 millones de euros.

Resulta especialmente llamativo que, al contrario que lo que ocurre en la inmensa mayoría de los proyectos de líneas de alta velocidad de nueva construcción, en la Almería-Murcia no aparecen proyecciones de inversión para los futuribles presupuestos de 2016, 2017 y 2018. Cabe recordar que, por el momento, el Ministerio de Fomento mantiene en revisión todo el trazado aún sin licitar para evaluar la posibilidad de recortar las características técnicas de su ejecución. De hecho, tal y como avanzó IDEAL, ya se trabaja en valorar la posibilidad de construir la plataforma restante en vía única y no para vía doble, tal y como estaba previsto, reduciendo la capacidad operativa de la línea, que está incluida en la Red Transeuropea de Transportes como básica para la logística de mercancías en el continente europeo.

ADIF incluye también, en el caso de Almería, una partida de 500.000 euros dedicada al «paso inferior del Puche» (sic). Esta cuantía debiera ir dedicada a saldar el coste del proyecto básico y constructivo encargado por la entidad estatal y que permitiría eliminar el principal punto negro de intersección ferroviaria en la provincia de Almería. Es la única partida que puede ser asimilable al proyecto -en el cajón- del soterramiento de las vías del tren en la capital, para el que, un año más, no se prevé ni un céntimo de euro.

En infraestructuras marítimas, la Autoridad Portuaria de Almería continuará con sus ampliaciones en los puertos de Carboneras y Almería. Se consignan 3,5 millones de euros para el nuevo muelle y las explanadas en el puerto carbonero. No obstante, la mayor inversión la recibe la tercera fase del desarrollo de Poniente en la capital, correspondiente a la materialización de muelle de abrigo, que permita utilizar el ala sur del muelle de Bayyana pese a las inclemencias climatológicas.

Acuamed: 51,4 millones

Junto a las obras del AVE -venidas a menos- la gran inversión del Estado en infraestructuras en Almería la ejecutará la sociedad estatal Acuamed. Por ejemplo, la conexión entre los depósitos del Levante Almeriense recibirá 11,6 millones de euros, mientras que la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) del Bajo Almanzora tendrá una consignación de 11,8 millones -con la que se prevé su finalización-. También se consignan unos exiguos 84.000 euros para dar solución al problema de la Balsa del Sapo.

Ahora bien, la mayor inversión se centra en Cuevas. Tras dos años esperando obras, el Gobierno ha consignado una partida de 11,6 millones de euros a 'rehacer' la desaladora del Bajo Almanzora, ubicada en Palomares (Cuevas del Almanzora), y que fue una de las víctimas más caras de las riadas del 28 de septiembre de hace dos años. Las prospecciones estatales ya prevén 19,5 millones más en 2016 con la finalidad de volver a poner en servicio esta infraestructura, sin uso desde el día de las riadas y que costó la friolera de 75,9 millones de euros (23 cofinanciados por fondos europeos).

A estas obras se sumarán 21,3 millones de euros que la Dirección General del Agua, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, dedicadas al acondicionamiento de cauces, una de las principales demandas de las zonas costeras de Almería tras las riadas de hace ahora justo dos años.

En materia de carreteras, las inversiones continuarán siendo exiguas. El documento del PGE que entró este martes en el Congreso de los Diputados prevé dos partidas no demasiado abultadas para la prolongación de la A-92 hacia Almería desde el nudo de Viator -el conocido como Acceso Norte- y para la remodelación del enlace de la A-7 hacia Roquetas de Mar. Se les destinan 297.220 y 750.000 euros respectivamente.

La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar prevé, por su parte, tres partidas para la mejora de la situación del litoral de la provincia. La más abultada, de poco más de un millón de euros, se dedica a la recuperación y la protección de los sistemas litorales. Y se le añade medio millón de euros para el control de la regresión de la costa en Almería. Solo dar solución al problema endémico existente en Costacabana y El Toyo cuesta ya casi cinco veces lo previsto por Costas para Almería.

Lo que se queda en el tintero, un año más, es la demandada Comisaría de Policía Nacional de Roquetas, para cuyo proyecto -un ariete continuo del Gobierno municipal de Gabriel Amat cuando en Moncloa estaba el PSOE- no aparece ni un euro. Como tampoco lo hay para la segunda fase del Paseo Marítimo en el Andarax.