La década negra del Rallye

La década de los 90 perfectamente se puede catalogar la época negra del Automóvil Club de Almería. Muchos fueron los problemas que se presentaron que obligaban incluso a cerrar la sede oficial del club durante algunas temporadas. Como consecuencia el Costa de Almería no se celebraba las temporadas 1991, 92, 93, 94, 95 y 96 y los almerienses de vieron privados de la prueba.

Entre 1990 y 2005 es la etapa de Enrique Villar por excelencia que igualó y superó a Etchebers hasta colocarse como el máximo ganador del Costa hasta el momento, llevándose la victoria en seis ocasiones. Y aún le quedaba una victoria más. pero eso será en el siguiente capítulo.

24ª Edición. 1990. El fin de la Copa

El XXIV Costa de Almería se disputó en agosto de 1990 y fue la última puntuable para la Copa de España de Rallyes, ya que desapareció dicho certamen, siendo además una de las ediciones mas reñidas y espectaculares de las disputadas, contando con más de 70 participantes, gracias a la puntuabilidad en la Challenger Citroën.

La prueba fue dominada de principio a fin por Ambudio-Anglada, que a los mandos de un Golf GTI (Grupo A) se adjudicó la totalidad de los tramos, entablándose a continuación una fuerte lucha entre el canario 'Carlos'-Rodríguez que aparecía con un impresionante Mercedes 190 2,3 16v. (Grupo A) y Arenillas-Jover que, con Peugeot 309 GTI, no pudo hacer nada para volver a conseguir el Sol de Oro, siendo segundo y tercero.

El primer clasificado del Automóvil Club fue Rafael Ruiz-Miguel A. Almirón, que continuaba dando guerra con su obsoleto Citroën Visa GTI (Grupo N), clasificándose 22º de los 64 equipos que consiguieron finalizar.

25ª Edición. 1997. Regresa el Costa

A continuación, una serie de problemas dieron lugar al cierre de la sede social del Automóvil Club Almería, dejando de nuevo a los aficionados almerienses sin el Costa de Almería hasta 1997, año en el que el Automóvil Club Almería, con José Mª Rodríguez Navarrete como presidente, organizaba en abril con 33 equipos.

En 1997, los protagonistas fueron el equipo jienense Palomares-Ramos, que en una encarnizada lucha con el malagueño Villar-Garret, pilotando sendos Renault Clio Willians (Grupo A), intercambiaron varias veces la cabeza, resolviéndose a favor de Palomares, siendo la tercera posición para el equipo malagueño Molina-Laso, con un 306 GTI (Grupo A).

El primer clasificado del ACA fue Manuel Maldonado con Luis Joya, en Citroën AX Sport (Grupo A), que debutaban en esta prueba ocupando finalmente la octava posición.

26ª Edición. 1998. La época maxi y kit-car

En 1998 se celebró la 26ª edición con el atractivo de la aparición de los 'maxi y kit-car', coches mucho más evolucionados y competitivos, que dominarían las siguientes ediciones, con la presencia del Renault Maxi Mégane de Villar-Garret y el Peugeot 106 Maxi Oficial de Fuster-Medina.

Desde el principio, Villar impuso su supremacía mecánica sobre Fuster, siendo tercero el equipo del Automóvil Club Almería, Francisco Puertas-Emilio González, descalificados al recibir en un parque cerrado ayuda exterior, cediendo la plaza del pódium al equipo cordobés Jiménez-Carmona, con Citroën ZX Kit-Car. A continuación, tras intercambiar varias veces sus puestos, se clasificaron los equipos formados por Manuel Buil y Salvador Oyonarte, con Citroën AX Sport (Grupo A), y Rafael Ruiz y Javier Cruz, con Peugeot 205 GTI (Grupo A), que eran quintos, mientras que otro equipo del ACA, con Manuel Fernández y Francisco Cruz, con Renault Clio Willians, eran séptimos y ganaban el grupo N.

27ª Edición. 1999. 2ª Victoria de Villar en el Costa de Almería

El XXVII Rallye Costa de Almería se disputó en mayo de 1999 con Rafael Ruiz como presidente, destacando la realización de un tramo urbano en la Avenida del Mediterráneo, denominada 'Almería 2005', así como un tramo inédito que comenzaba al inicio de la carretera Vícar-Enix y concluía en La Envía Golf.

La prueba fue dominada con autoridad por Villar-Garret, que imponía con autoridad su Renault Maxi Mégane, entablándose a continuación una importante lucha entre el equipo oficial Peugeot de Moreno-Marchena, con un 106 Kit-Car, y el del Automóvil Club Almería formado por Manuel Maldonado y Luis Fernández que debutaban con el Renault Clio Willians (grupo A), siendo a su vez los primeros almerienses.

28ª Edición. 2000. Novedades

En 2000, el Costa de Almería sufre una profunda transformación, pasando a realizarse en noviembre, apareciendo nuevos tramos como el de Fondón o Canjáyar y recuperando el mítico de Ohanes, iniciándose en Almería y terminando en Almerimar, con 35 equipos.

Se creó una gran expectación, ya que a los campeones de los años anteriores Villar-Garret, con su Renault Maxi-Mégane, les había salido una dura competencia con la presencia del portugués Pimentel-Nunes, que con un Subaru Impreza Grupo A vino dispuesto a ponerle la victoria complicada, mientras que otro equipo malagueño, Rueda-García, con Mitsubishi Lancer Evo-V (Grupo A), se iba a jugar el andaluz con Villar.

Iniciada la prueba, Villar imponía el conocimiento de la prueba, ganando por tercer año consecutivo el Rallye, por delante de Pimentel y Rueda, que perdía el andaluz, que era para Enrique Villar y Coco Garret, mientras que Manuel Maldonado-Luis Joya, del Automóvil Club Almería, era el primer almeriense con su Renault Clio Willians (Grupo A), ganando el Grupo N los portugueses Parente-Mora con Mitsubishi Lancer Evo-V.

29ª Edición. 2002. Llega a Ejido

De nuevo un parón de un año, en la organización del rallye, volviéndose a disputar en junio de 2002, con la denominación de XXIX Rallye Costa de Almería 'Ciudad de El Ejido', siendo el coeficiente de la prueba 3 y centrándose fundamentalmente en El Ejido, donde se realizaba la salida y llegada de la prueba y se realizaba un tramo en sus inmediaciones, en la zona de los Atajuelillos, denominado Centro Comercial Copo, utilizándose los clásicos tramos de El Ricaveral, que se disputaba dos veces y El Marchal que se hacía hasta tres ocasiones, tomando la salida 41 equipos.

Como novedades, el debut en el andaluz de Rallyes del Hyundai ACCent WRC de la escudería Gibralfaro pilotado por Frías-Ruiz, así como del magnífico Peugeot 306 Maxi del equipo oficial Redur-Peugeot, pilotado por Teruel-García, que lideró la prueba desde el principio, mientras que Frías abandonaba después del segundo tramo, entablándose. A partir de ahí, una lucha fratricida entre los equipos del AC Almería formados por Manuel Maldonado-Marcos Rumí, con Renault Clio Willians, y Rafael Ruiz-José Luis Rodríguez, con Ford Escort Cosworth y los equipos del AC Alborán de José Román-Miguel A. García y Juan Ruiz-Francisco Martín, con Renault Mégane (Grupo A).

Al finalizar el tramo cuarto, Maldonado abandonaba con problemas mecánicos llegando al inicio de la tercera pasada de El Marchal, Teruel como líder, seguido por Román, que tenía a 14 segundos a Rafa Ruiz y a 19 segundos a Juan Ruiz, con lo que a falta de dos tramos se ponía muy interesante, pero, en la tercera pasada de El Marchal, Juan Ruiz sufrió un accidente y Román se vio perjudicado por esta situación, aplicándose el tiempo efectuado por Francisco Ruiz y su Subaru Impreza, con lo que finalmente era Rafael Ruiz el que conseguía la segunda posición final ganando el grupo N y siendo el primer clasificado almeriense, seguido de Román, que realizó un magnífico rallye ocupando finalmente la tercera plaza.

30ª. Edición. 2003. Villar ataca

El Costa vuelve a centrarse en la zona del Poniente, realizándose en esta edición por primera vez el tramo de Fuente Marbella a La Alquería, siendo valorado por la Andaluza de Automovilismo como el mejor de 2003 de los rallyes puntuables para el andaluz, consiguiéndose el máximo coeficiente (5) para la siguiente edición.

El Rallye comenzó dominado por Villar, copilotado en esta ocasión por Nacho Aviñó, que imponía su Renault Maxi-Mégane en las cuatro primeras especiales, pasando a conservar a partir de este momento su ventaja sobre el equipo oficial Peugeot, de Emilio Segura y Manuel García, con un Peugeot 206 Súper 1600; el equipo del Automóvil Club Almería formado por Manuel Maldonado y Carlos Fuentes, con Seat Ibiza Kit-car; el equipo oficial Hyundai formado por Eusebio Frias y José A. Ruiz, con Hyundai Coupe Kit Car, y el que a la postre consiguió el andaluz 2003, los cordobeses Rafael Martínez Saco y Daniel Ibarrola, con Mitsubishi Lancer.

Al final, Villar se volvió a adjudicar el Rallye por cuarta vez, clasificándose a continuación Segura y Maldonado, que cuajaba una magnífica clasificación en dura pugna con Eusebio Frias, que era cuarto. Martínez Saco finalizaba a duras penas en la 33ª posición, pero los puntos que obtuvo en este rallye le permitieron adjudicarse el campeonato, mientras que el Grupo N era ganado por los hermanos Ildefonso y Miguel Ángel García que llevaron su Renault Clio RS, hasta la 6ª posición final.

31ª Edición. 2004. Villar otro título

El Costa se afianza en El Ejido, que cada vez más se identifica con el mismo, considerándolo como uno de los eventos deportivos importantes, organizados en el mismo, siendo valedero para el andaluz, con coeficiente 5, lo que le supone ser el Rallye mas importante del mismo en 2004.

El Rallye se centró en la lucha por el triunfo final entre el equipo favorito Enrique Villar-Federico Garret, a los mandos de su Renault Maxi-Mégane, y el formado por Rafael Saco/Daniel Ibarrola, a los mandos de un Mitsubishi Lancer Evo VII, ya que si los primeros se adjudicaron los cuatro primeros tramos, Saco se impuso en los seis siguientes, recortando la diferencia considerablemente, aunque no lo suficiente para arrebatarle la victoria, que le hizo igualar el récord ostentado por Etchebers, al ganar esta mítica prueba en cinco ocasiones.

El Grupo N y la tercer posición del pódium fue para Fernando Servillera/Faustino Pérez, a los mandos de un Mitsubishi Carisma Evo V, mientras que la Copa Clio Sport fue ganada por Javier Galán y Enrique Vidal, que ocuparon la quinta posición , mientras que el primer equipo del AC Almería, formado por Francisco y Alberto Fernández, a los mandos de un Renault Clio RS, siendo octavo.

32ª Edición. 200. Villar, de récord

El Costa de 2005 pasará a la historia como en el que Villar consiguió batir el récord de victorias de Etchebers, al conseguir seis títulos, entregándose una placa conmemorativa al final de la citada prueba.

El Rallye comenzó con el dominio claro de Enrique Villar/Federico Garret, que se impuso en 7 de los 8 tramos y la lucha de Juan Ángel Ruiz/Marcos Rumi con un Subaru Impreza, por mantener la segunda posición sobre el equipo del ACA formado por Manuel Maldonado/Carlos Fuentes, con Ibiza Kit Car, ya que una avería en el embrague de su vehículo en el tramo A1 lo retrasó mas de un minuto con respecto a los anteriores y, a pesar de imponerse en los seis siguientes, incluyendo un scratch en el tramo B1, no le sirvió para alcanzarlos, quedando separados por 32 segundos al final de la prueba.

El Grupo N tuvo protagonismo almeriense, ya que comenzaron imponiéndose en el primer tramo Enrique Baca/Juan Ramírez, con un Renault Clio RS, por delante del equipo almeriense formado por Rafael Ruiz/Carlos Chamorro, con Mitsubishi Lancer Evo VI, que se beneficiaba de los abandonos de los favoritos de este grupo, Fernando Servillera/Faustino Pérez y Francisco Ollero/Domingo Rodríguez, en el primer tramo, aunque no iba a ser este el único problema. Rafael Ruiz pinchaba a cinco kilómetros de la llegada del tramo B1, perdiendo más de uno minuto. No obstante, comenzó a recuperar, hasta conseguir la victoria del Grupo y la cuarta posición de la general, seguido de José M. Solera/Ignacio López y Baca/Ramírez, con sendos Renault Clio Sport, ocupando además la quinta y sexta plaza de la general.

El Rallye Costa de Almería comenzaba a enfilar la última década de una historia de cincuenta años, de cuarenta ediciones con mucha historia, con buenos momentos y otros menos buenos, con 'chinchetas' en la carretera, sobre todo en los últimos años, en los que la prueba se ha visto perjudicada por la crisis, pero que ahora, con un excelente trabajo por parte de quienes forman parte de esta gran familia del automovilismo almeriense, intenta recuperar viejos laureles. El tiempo lo dirá, pero el esfuerzo casi siempre tiene premio.