El presidente del Tiro Pichón afirma que les «tendieron una trampa» en Almería

Juani Oñate, presidente del CD Tiro Pichón, ha hablado en Radio Marca Málaga sobre los incidentes sucedidos en el partido disputado el pasado fin de semana, negando la existencia de amenazas sobre el jugador del CN Almería que mandó el penalti fuera. Es más, indicó que el gesto de lanzar el penalti fuera es algo que se debe ensalzar. El gesto «es precioso y se ve al grupo de padres y madres tocando las palmas al chaval».

De todas formas, las declaraciones no tienen nada que ver con los que refleja el árbitro en el acta. Estas, introducidas por el conductor del programa César Suárez, tuvieron una acusación por parte de un tertuliano con respecto a Almería en las que indicaba que «todo aquel que hemos jugado a fútbol o fútbol sala sabemos la cantidad de problemas que hay cuando se juega con equipos de la ciudad de Almería y alrededores, pero no sólo cuando se juega allí, sino cuando se juega aquí, porque son gente muy muy follonera».

Repulsa

El presidente del equipo malagueño hizo un alegato contra la violencia en el fútbol, para empezar. «El Tiro Pichón es un club que condena al cien por cien la violencia y nosotros estamos completamente en contra de que sucedan este tipo de cosas». Sin embargo, advirtió de que «caímos en una trampa, nos tendieron una trampa y estoy sorprendido porque no me esperaba la repercusión que está teniendo esto porque sí que es verdad que hay un vídeo». Luego no dudó en asegurar que «sí que es verdad que el árbitro pita el penalti en el minuto 98 después de aguantar un partido durísimo en el que el rival no se jugaba nada, pero es fútbol». Además de proseguir con la sanción y la repercusión posterior. «La gente empieza desde la grada, que la gente son cuatro madres, es que parece que había un grupo de ultras peligrosos que había allí intentando amedrentar a nadie».

Oñate tachó, en su intervención, de «lamentable» la actuación del árbitro, al que se refiere como «ese hombre, ese árbitro, que estuvo los 90 minutos vacilándole al futbolista, vacilándole al grupo de padres, humillando a los entrenadores con una actitud tremendamente chulesca hacia nuestros futbolistas, hacia nuestra entidad». Consideró que «al futbolista le dio vergüenza de meter el penalti», además de contar lo sucedido, según su versión, tras esa sanción. «El entrenador es árbitro, quiso llamar a la Policía, aparecieron 15 o 20 policías, que nos asustamos. Mi hija con diez años estaba allí asustada, tengo a mi mujer, éramos familia y estábamos allí. ¿Qué es lo que ha pasado? Parecíamos delincuentes. Nos trataron de una forma fatal».

Desbordados

El presidente del CD Tiro Pichón, que dijo haber sido aconsejado por la Federación Malagueña para pedir árbitro neutral, expuso que «en la situación en la que nos hemos encontrado en este club, ni estamos para coger un árbitro neutral, somos un club de barrio que vamos a competir con la máxima ilusión de poder conseguir un objetivo y por desgracia no tenemos al fuerza que tienen en otros sitios. Nos hemos visto desbordados por todo lo que nos está viniendo porque somos un club modesto».

Tachó de «linchamiento» todo lo sucedido y pese a todo pedía disculpas «a todo el que se haya visto ofendido o a cualquier otra persona que se lleve otra impresión que no es la que nosotros queríamos dar al resto de las personas».

No dudó en hablar de la acción del futbolista del CN Almería como algo «precioso y se ve al grupo de padres y madres tocando las palmas al chaval. No hubo otro tipo de cosas». Por lo sucedido, advirtió de que «te sientes como si fueras un asesino en serie».

Al ser cuestionado por cómo se encuentra la directiva y cuerpo técnico del club no dudó en señalar que «están completamente hundidos», añadiendo que «ayer no tuvieron fuerzas para entrenar al equipo, se pusieron a llorar delante de veinte futbolistas y no tuvieron fuerzas para poder entrenar. Que llevan todo el año vendiendo papeletas, que llevan todo el año colaborando porque la situación económica del club no es la mejor y se han volcado de una manera tremenda. Tenemos un grupo de niños espectacular, tenemos un grupo de padres que no paran de animarnos. Son gente con mucha vergüenza, trabajadores, que no son un grupo de chusma, como nos han querido tratar».

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