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Piero Molducci, en uno de los dos encuentros jugados en el Moisés Ruiz el pasado fin de semana.
A Palma cargados de fe
VOLEIBOL

A Palma cargados de fe

Piero Molducci se muestra autocrítico pero, al mismo tiempo, alberga una confianza ciega en sus jugadores para lograr la machada en la isla

CÉSAR VARGAS

Viernes, 28 de abril 2017, 00:54

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Su exigencia, perfeccionismo y, sobre todo, su incuestionable capacidad como director de proyectos coronan a Piero Molducci, entrenador de Unicaja Almería, como una de las personas más adecuadas que se pueden venir a la mente cuando se piensa en alguien capaz de revertir situaciones complicadas. El conjunto andaluz viaja a Palma de Mallorca con una tesitura muy adversa debido a ese 0-2 en el marcador que arrastra desde el pasado sábado, cuando Ca'n Ventura Palma asaltó por segunda vez en apenas dos días el Moisés Ruiz para ponerles a los almerienses muy cuesta arriba la final de la Superliga.

Unicaja Almería llega al tercer partido de la eliminatoria con un objetivo tan claro como difícil: forzar el cuarto partido y, una vez hecho eso, tratar de intentar que haya un quinto. Regresar al Moisés Ruiz, por tanto, es el gran deseo de los ahorradores, que se vieron superados en ambos partidos por un Ca'n Ventura Palma muy solvente en todos los aspectos del juego.

Pese a lo trascendente del partido, Piero Molducci aseguró en la rueda de prensa previa al choque que lo emocional le importa poco. «Yo miro encuentros y analizo mucho la estadística de nuestro equipo y del contrario. Hemos hecho sesión de vídeo para corregir nuestros errores y, una vez conseguido, nos hemos centrado en el rival, así que emocionalmente, por ahora, no siento nada, porque me centro en que hemos jugado dos partidos con un porcentaje en ataque muy malo y que hemos perdido justamente, porque en el ataque está la finalización de todo el voleibol», admitió.

Normalidad

No está acostumbrado Unicaja Almería a ir a trabajar después de haber saboreado una derrota en el encuentro del fin de semana. Pese a todo, Piero Molducci ha diseñado un plan de entrenamientos normal y rutinario, sin altibajos salvo algún ligero problema con la rodilla de Ferrera y la consabida baja de Israel Rodríguez, que no entrena en pista pero hace piña. Pienso que la gente se encuentra bastante bien», afirmó el técnico, incluido un Alemao con el que Molducci tuvo problemas en el último partido de la serie. El brasileño, ante la falta de minutos, fue el primero en abandonar la pista con un gesto bastante contrariado, un acto que ambas partes insisten en dejar atrás ante la importancia del choque de este sábado.

Tras su análisis detallado de lo ocurrido en el primer fin de semana de la serie, Piero Molducci sí quiso dejar algo claro, que se le puede dar la vuelta a la eliminatoria. «No hay una enorme diferencia entre los dos equipos. Sin embargo, sobre la pista sí se vio, y eso fue por culpa de dos fundamentos en los que fallamos, que son el contraataque y el balón alto. Ellos atacaron mucho mejor que nosotros pero, por lo demás, en bloqueo estuvimos igualados, más o menos, en la recepción, incluso, estuvimos algo más acertados y al centro jugamos de forma similar, pero la diferencia fue lo comentado. Sus bloqueos y su defensa en los balones altos nos privó de lograr la victoria».

Corregir errores

Hay lectura de los errores y, por supuesto, hay corrección. Molducci está seguro de que el equipo tiene la calidad necesaria para darle la vuelta a la situación en un momento tan crítico como el actual. «Lo importante es el cómo afrontemos el momento. La diferencia entre un jugador bueno y un jugador menos bueno es su gestión de este tipo de situaciones. Un campeón o un jugador regular se separan en el momento importante, en el balón importante. Un ganador nato saca lo mejor que tiene, y a mí me gusta mucho el tenis, también, por eso, y es que si tú miras el calentamiento del número uno del mundo y del número 100, es más o menos igual pero, cuando llega el partido, el número uno te saca un ace en el momento importante, o una pelota difícil, y el número 100 no te lo saca. Es una diferencia muy grande», recalcó el italiano.

Tanto el técnico como sus jugadores han intentado que la semana ahorradora sea normal con el objetivo de que el transcurso de los días lleve, de forma natural, a conseguir la mejor versión de los ahorradores.

Esta metodología viene a confirmar la confianza en el trabajo que se ha desarrollado y que dio el liderato muy holgado de la fase regular. «Lo cierto es que no cambia mucho el entrenamiento para nosotros porque haya una final u otro partido clave. De hecho, hemos hecho mucho hincapié en trabajar un balón alto o una bola rápida, ya que hemos analizado el vídeo de nuestros encuentros y hemos visto que, muchas veces, con bloqueo a uno no conseguimos hacer punto, y eso no nos lo podemos permitir. Además, con bloqueo a dos no hemos tenido la cabeza bien amueblada. Creo que no supimos ser inteligentes para jugar el bloqueo y, sobre todo, para disfrutarlo. Muchas veces hemos jugado sin pensar y este es el problema que hemos tenido, principalmente. Hemos trabajado en ello y vamos a intentar que no se vuelva a repetir en estos partidos», explicó Piero Molducci en la previa.

Unicaja Almería está ante el último tren si no quiere ver cómo la temporada pasa en blanco. Los ahorradores, que han llegado a la final de las tres competiciones, tienen mucha hambre de títulos después de haberse quedado con la miel en los labios en dos de ellas. La Superliga es la última bala, y pasa por Palma de Mallorca.

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