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Pisapia se antepone a un jugador de CAR Cáceres para proteger a Royal Mwale, en el suelo.
Un punto y una dosis de fe
RUGBY

Un punto y una dosis de fe

La lluvia no arruga a URA que cae por un punto ante CAR Cáceres

R. I.

Martes, 6 de diciembre 2016, 01:14

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El cielo se encapotó y amenazó lluvia la tarde anterior, pero la hizo aparecer durante toda la madrugada para no retirarla en ningún momento hasta pasado el mediodía. A la hora a la que URA recibía a CAR Cáceres subió de intensidad de un modo considerable, hasta el punto de recordar a todos los que lo vivieron el partido de la temporada pasada por tierras extremeñas, también en la primera vuelta del campeonato. La diferencia la marcó el césped artificial del Emilio Campra, que resistió a la perfección sólo dejando aparecer charcos en la recta final del choque. Fue un hándicap, sin duda, pero sobre todo para la fiel afición de los cruzados, que se dividió en dos grupos para estar bajo techo.

Sobre el terreno de juego, un Unión Rugby Almería muy enchufado desde el primer momento y que logró ponerse por delante en el marcador gracias a la paciencia de encadenar fases y con Royal Mwale como ejecutor. Transformó Graciarena, pero en el otro bando había otro gran lanzador como San Filippo, que se encargó de darle la vuelta al marcador. Entre su primer golpe de castigo transformado y el segundo hubo otro de Graciarena, pero el jugador visitante encadenó un total de cuatro. Con el marcador sonriendo a los extremeños llegó su primer ensayo en una touch a favor de URA pero en propia línea de 5 metros. Robo y que García Solana hizo ensayo, por supuesto transformado.

Graciarena, que intentó un drop que no le salió, sí metió entre palos otro golpe de castigo para mantener las distancias controladas, pero sin embargo un balón defensivo que bajó con nieve muy cerca de la zona de marca se escurrió, por la lluvia, de las manos de Padilla, sin que San Filippo le hiciera ascos al regalo y anotara ensayo que él mismo transformaría. Parecía mentira para los protagonistas cruzados, pero era real y había que rehacerse yendo un poco más lejos de los golpes de castigo. Eso sí, muy bien vino otro de Graciarena antes del descanso para que la desventaja fuera de ocho puntos a la llegada de un intermedio que se hizo en vestuarios porque el agua arreciaba.

En la pelea

Con 16-24 se reanudó el partido y la charla de Pablo Jiménez fue efectiva, puesto que en la primera jugada de la segunda parte Tom Armstrong anduvo muy listo en defensa en propio terreno de juego e interceptó un pase a salida de una melé visitante para poner la directa sin ser alcanzado hasta llegar bajo palos. Transformó Graciarena y Unión Rugby Almería, que había movido banquillo con Gustavo Fuentes, Biya y Fran Villán en el campo, se ponía a un solo punto. Era como empezar de nuevo, con el tanteo dando testimonio de un choque muy igualado pese a la diferencia de posiciones en la tabla clasificatoria, pero sin embargo la suerte otra vez iba a ser un tanto esquiva con URA.

En una jugada a apertura al ala llegó un desajuste defensivo que permitió plantarse hacia el try a Pedro Martín. San Filippo metió entre palos y anuló del todo el efecto en el marcador del carrerón del australiano. Cosa extraña en él, antes había fallado un golpe de castigo, como a poco del final hizo Graciarena en posición proclive. No importó lo más mínimo, porque se siguió luchando bajo la lluvia y sobre los charcos, que ya habían hecho acto de aparición en el ataque unionista. Casi al final entró Quisquilla como medio melé, y lo más positivo del todo fue que hubo confianza y ello dio la recompensa de otro ensayo, este vez de Lucas.

El argentino, un ocho recién llegado a la disciplina cruzada, culminó con calidad otra jugada colectiva acumulando varias fases y Graciarena tiró a palos para el 30-31. Había dos minutos por delante, CAR Cáceres dio un paso al frente para no verse amedrentado y Unión Rugby Almería se defendió, recuperó pero con los rivales muy arriba cuando el colegiado del partido dijo que era la última jugada. Se abrió balón, se intentó buscar el hueco, pero los extremeños cerraron bien y una patada a seguir de Antonio Manchón como último recursos a la desesperada fue interceptada y lanzada fuera del campo para sellar el triunfo visitante, sufrido ante un gran URA.

Se rescató una recompensa menor en forma de un punto que puede tener su peso en oro en las cuentas finales de la temporada. Fue inevitable el sabor agridulce, agrio por una derrota que estuvo cerca de evitarse y dulce por de nuevo grandes sensaciones y una mejoría ostensible en actitud y rendimiento del URA. Además, esto llega cuando aún restan dos partidos para que se cierre la primera vuelta y toda la segunda completa. «El año pasado lo teníamos peor y lo conseguimos y este año lo haremos, sin duda». Pablo Jiménez resumió el choque con optimismo. «Venía el tercero en la liga que la semana pasada le metió 40 puntos al Puerto, así que la reflexión es positiva».

En crecimiento

Para el preparador unionista está claro que «se está creciendo» y se había preparado muy bien el partido. «Sabíamos cómo había que jugarles y en principio nos ceñimos al plan, pero cuatro o cinco veces que nos hemos salido y nos hemos equivocado, que hemos sido ansiosos, ellos nos han castigado; lo hemos reflexionado en el descanso, sabíamos que podíamos ganarles, pero de nuevo errores nos han condenado». En rugby la fortuna también cuenta. «Hoy ha habido muy mala suerte, es la línea, pero hemos crecido en actitud, la defensa ha sido sólida, nos falta un poquito en las touches. este es el camino y en él nos salvaremos y ganaremos partidos importantes».

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