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Miguel Cárceles
Sábado, 24 de enero 2015, 12:09
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Si ha viajado a Madrid y se ha movido por según que ambientes menos comerciales, la iniciativa debe de sonarle. Se llama microteatro por dinero y supone una apuesta desde abajo por el género teatral que ha cuajado como alternativa de ocio en bares y pequeñas salas de representación en los barrios más castizos de la ciudad del chotis. El éxito ha llevado a una multiplicación de la oferta cual milagro de los panes y de los peces que contrasta con la crisis que venían padeciendo los grandes montajes, obligados a girar por España a su cuenta y riesgo, a taquilla, con los dedos cruzados de que la obra obtuviera un reclamo suficiente y que no provocara males financieros a la compañía.
Ahora, cinco jóvenes almerienses ellos también, a su cuenta y riesgo se han lanzado a implantar el modelo en una tierra ampliamente vinculada a la escenografía del cine pero que adolece en muchas ocasiones de una oferta teatral que, sin embargo, lucen cual galón en la vecina ciudad de El Ejido, la que capitanea el festival de teatro de mayor renombre de toda Andalucía.
«Abrimos la semana que viene, el día treinta», traslada Gema, actriz profesional y una de las partícipes de este complejo y arriesgado proyecto en el que se están dejando la piel pero en el que proyectan su ilusión. Se llamará Microteatro Almería y tendrá su sede física en la calle Conde Ofalia, en el número diez, un local que durante algún tiempo albergara restaurantes y bares. «La idea surge de la gerente, María Castelló. Se enamoró de la iniciativa microteatro por dinero y nos ha ido contagiando», confiesa Gema. Todos los socios del proyecto son amantes del teatro, y si bien alguno no se dedica profesionalmente a este ámbito de algo hay que comer todos mantienen una estrecha relación con las tablas.
La intención primigenia es que cada mes Microteatro Almería mantenga una temática en torno a la cual se programarán unas nueve obras de teatro. Lo harán en las tres pequeñas salas, con un aforo de entre 10 y 20 espectadores, con las que contará el local (aún en obras) en los sótanos. «Queremos que sea un espacio cultural», advierte Gema. En la entrada, un pequeño bar recibirá a los asistentes, un lugar de encuentro entre directores, actores y espectadores en el que poder debatir o charlar en torno a algún refrigerio.
Los precios no serán precisamente una barrera a la que enfrentarse para acceder a participar de una escenografía teatral. Serán de 3,5 euros para las sesiones de tarde y golfa comenzará a haber representaciones a las 20 horas y se acabarán las sesiones hacia las 1,30 horas y se rebajarán hasta 3 euros en el caso de las obras infantiles. «Nuestra previsión es hacer once pases, seis por la tarde y cinco en golfa», explica Gema. Ya han programado para su primer mes ocho obras, dos de ellas infantiles, en torno a la temática «por dinero».
«El microteatro es al teatro lo que el corto al cine», abunda. Están seguros de que en Almería puede funcionar y no solo puede, sino que va a funcionar teniendo como precedentes los halagadores éxitos cosechados en otros lugares.
El día previsto para la apertura es el 30 de enero. «Aún estamos con las obras, pero vamos a llegar». Desde la puerta del local, nada invita a pensar que dentro habrá, en muy pocos días, una cuna del teatro almeriense, un lugar en el que disfrutar de lo que en muy pocas ocasiones es posible: teatro a buen precio, y teatro por el placer del teatro.
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