Borrar
Una vecina recoge una cesta, premio del sorteo de San Antón.

La subasta de los rabicos, colofón de San Antón

El Casco Histórico de Almería cierra sus fiestas patronales con un día de hermandad

MIGUEL CÁRCELES

Lunes, 19 de enero 2015, 00:25

Es probablemente una de las tradiciones más ancestrales que quedan de las ya de por sí castizas fiestas de San Antón, la subasta de los ... rabicos. Una venta al mejor postor de rabos de cerdo que puso ayer fin a las fiestas del barrio más señero de Almería, su matriz, el Casco Histórico. Centenares de vecinos tomaron parte de esta jornada de hermandad que, regada con cerveza y vino, puso sobre la barra de la Ermita de San Antón kilos y kilos de habas. «A ver, quién da más», vociferaba el polifacético periodista Alfredo Casas entre multitudes. Algunos, poco humanos. Porque San Antón es también la fiesta de las mascotas. Como Mariluz y Fina, dos pequeñas perritas (madre e hija) que ayer recibían la bendición anual del patrón de los animales a las puertas de la escueta ermita de la Almedina almeriense.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal La subasta de los rabicos, colofón de San Antón

La subasta de los rabicos, colofón de San Antón