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Equinac es la única entidad autorizada para atender varamientos. E.Q.
La sangría no cesa: 34 cetáceos y 27 tortugas muertas en Almería este año

La sangría no cesa: 34 cetáceos y 27 tortugas muertas en Almería este año

La sobrepesca, la contaminación y la acumulación de basuras en el mar dejan al litoral almeriense como uno de los más castigados de la costa andaluza

F. GAVILÁN

ALMERÍA

Martes, 12 de septiembre 2017, 01:39

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La sangría de cetáceos y tortugas marinas en el litoral almeriense no cesa. Las costas de la provincia han tenido que lamentar la muerte de más de medio centenar de cetáceos y tortugas en lo que llevamos de año. En concreto, un total de 34 cetáceos y 27 tortugas marinas han aparecido muertas en alguna playa almeriense entre enero y septiembre de este año.

«Cada año tenemos que lamentar la muerte de más animales en el mar». Así lo señala a este periódico Eva María Morón, la coordinadora de la asociación para la recuperación de la fauna marina Equinac, única entidad autorizada para efectuar el rescate de especies amenazadas en la provincia, quien advierte que esta cifra de muertes «superará con creces» al número de varamientos contabilizados a lo largo de todo el año pasado.

Según dio a conocer la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, las costas andaluzas registraron en 2016 un total de 245 varamientos, entre cetáceos (162) y tortugas (83), de los que un total de 71 fueron atendidos en las playas del territorio almeriense.

A falta de tres meses para concluir este año, el número de varamientos ya supera las seis decenas, por lo que todo hace indicar que el número de muertes de cetáceos y tortugas, la mayoría ejemplares de tortuga boba -'Caretta caretta'-, será superior al del año anterior y volverá a situar al territorio almeriense como uno de los más afectados en todo el litoral andaluz.

Desde Equinac apuntan a que la «inmensa mayoría» de animales han aparecido en los últimos años en la costa han muerto «por factores externos al animal y por la acción del ser humano». De hecho, muchos de estos animales «llegan muy enfermos» a las playas debido a los «grandes índices de contaminación que hay en nuestras costas», al tiempo que todos y cada uno de ellos presentan «grandes niveles de desnutrición», indica Eva Morón.

Mediterráneo «esquilmado»

Desde Equinac lo tienen claro: «El Mediterráneo está esquilmado», principalmente debido a la sobrepesca de especies, lo que deja sin alimento a cetáceos, especialmente a delfines, y a tortugas marinas. A la hora de realizar esta afirmación se basan en el reciente borrador del Ministerio de Agricultura Pesca y Medio Ambiente sobre el plan para la conservación de recursos pesqueros.

Según el informe ministerial, que contempla fuertes restricciones para proteger el litoral ante la sobrepesca, destaca que el 93% de las variedades objeto de pesca en el Mediterráneo están en mal estado por el volumen de capturas que han estado soportando. «Algunas, como la merluza que nada en las aguas fronterizas con Francia, se pesca 12 veces más de lo sostenible», según los índices descritos por el Instituto Español de Oceanografía.

Además de esta situación, los miembros de Equinac, que trabajan sin ningún tipo de subvención, solamente a través de pequeñas donaciones, destacan que otro de los aspectos que está provocando esta muerte masiva de animales es el alto grado de contaminación existente y la gran cantidad de basura acumulada en el mar. Sirva como ejemplo la tortuga boba que llegó muerta el pasado mes de abril a la playa de Almerimar. El animal, de más de 70 centímetros de largo, tenía en su interior «numerosos plásticos», acumulados en el Mediterráneo y formando «un gran estercolero», denuncia Eva Morón.

Por último, la coordinadora de Equinac volvió a pedir a cualquier persona que sea testigo del varamiento de un animal con vida, hay que avisar «de manera inmediata» al Servicio de Emergencias 112 y nunca tratar de reintroducirlos. Además, recuerda que todos estos animales están protegidos y dañarlos, manipularlos y acosarlos está prohibido por ley.

Atrás quedan capítulos tan bochornos como el acontecido este verano en la playa de Mojácar, donde una cría de delfín varada terminó falleciendo ante el acoso de los bañistas.

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