«La principal característica de un submarino es que sea indetectable»

El arma submarina contribuye de manera sumamente importante en los cometidos específicos de la Armada como son adquirir y ejercer el control del mar, lo mismo en los aspectos marítimos de especial importancia estratégica nacional que en aquellos otros donde los intereses españoles se encuentran amenazados; asegurar las comunicaciones puesto que un alto porcentaje, sobre un 85 o 90 por ciento, del comercio exterior español se transporta por vía marítima. Entre otros muchos aspectos.

«Nos llaman el servicio silencioso», indica el jefe Alejandro Cuerda. Es el submarino un barco singular tanto por el medio en que normalmente se mueve, el mundo silencioso de los fondos marinos, como por las misiones que le son encomendadas.

Embarcarse en él exige espíritu de sacrificio y capacidad para soportar largas navegaciones sumergido en un espacio pequeño, pero como todo lo que exige entrega, proporciona satisfacciones únicas.

En cuanto al interés del Arma Submarina se ha visto incrementado, puesto que puede rendir al máximo por tratarse de un arma muy versátil.

Por referenciar algunas de las numerosas actividades de un submarino, citaremos labores de inteligencia, infiltración de equipos de operaciones especiales cerca de la costa o (como se hace dentro de las misiones de la OTAN) seguimientos encubiertos de buques en misiones de contraterrorismo.

Mientras se espera la llegada de los nuevos submarinos S-80, «los actuales se han modernizado en aquellos elementos que afectan a su seguridad. Hoy contamos con la capacidad para no tener que depender de nadie», señala el capitán de navío Cuerda Lorenzo.

En 1930 la Armada contaba con 16 sumergibles. La guerra del 36 marcó el inicio del ocaso del Arma. Su resurgimiento surge entre los años 1971 y 1974. Actualmente la flotilla de submarinos de la Armada Española cuenta únicamente con tres sumergibles 'Tramontana', 'Mistral' y 'Galerna', en espera de los S-80, programa de cuatro submarinos que ha experimentado un notorio retraso debido a un error de diseño. La primera unidad se espera pueda entrar en servicio dentro de unos años. Están considerados entre los mejores submarinos del mundo y «el reto es el ingenio más difícil, más importante que ha tenido el astillero español».

Misión importante corresponde a la Escuela de Submarinos donde el objetivo primordial es la formación, para lo que cuenta con un completo centro de simulación. Su proximidad a la Base de Submarinos (Cartagena) permite completar la enseñanza a los alumnos a bordo de las unidades, entre otras actividades docentes.