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Los candidatos a encabezar la lista socialista para el Ayuntamiento de Almería, Pérez Navas y Valverde, durante el debate. M.C.
Pérez Navas gana un 'no-debate' a una Valverde muy encerrada en los papeles

Pérez Navas gana un 'no-debate' a una Valverde muy encerrada en los papeles

El actual portavoz del Grupo Socialista ofrece su escaño en el Senado si así se lo pide la Comisión Ejecutiva Federal del partido. La aspirante a liderar el cartel se remite a su firme compromiso con el presidente Sánchez y el 39 congreso para pedir el apoyo de la militancia

MIGUEL CÁRCELES

ALMERÍA.

Sábado, 16 de junio 2018, 03:23

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Estaba convocado como un debate, un foro de contraste de ideas en el que ambos candidatos, Juan Carlos Pérez Navas y Adriana Valverde, se repreguntaran por bloque temáticos y, de este modo, se contrapusieran los proyectos de liderazgo que ambos proponen a la militancia ante la cita de elecciones primarias de mañana -los afiliados podrán votar a quien consideren mejor candidato para aspirar a la Alcaldía de Almería entre las 10 y las 20 horas en el Hotel Tryp Indalo de la capital-.

Sin embargo, lo de ayer fue de todo menos un debate. Primero porque el formato pactado, según el cual ambos candidatos debían desgranar sus propuestas por bloques temáticos, no se cumplió: Valverde enumeró todo su programa de golpe en casi veinte minutos de alocución leída -con un buen puñado de papeles en la mano- frente al medio centenar de asistentes físicos en la sala Juan Antonio Segura Vizcaíno de la sede socialista provincial y otros tantos que lo observaron a través de internet. Y después porque las preguntas de la militancia se leyeron en bloque dejando libertad a cada candidato para contestar las que considerase oportunas.

No obstante, y pese al corsé del formato, Pérez Navas ganó sin demasiada dificultad no tanto por el contenido de su mensaje sino por cuestiones de lenguaje no verbal. Al fin y al cabo, el proyecto defendido por ambos, Pérez Navas y Valverde, difiere en poco, apenas en detalles. Los dos apostaron por un Ayuntamiento de Almería que ponga la directa de forma decidida por cuestiones sociales: el empleo, la calidad de vida, un mantenimiento urbano aceptable y una integración social de barrios y barriadas.

Navas lanzó algunos titulares: por ejemplo su intención de convertir la empresa municipal Almería XXI en una agencia de alquiler de viviendas privadas desocupadas a bajo coste para jóvenes, de recurrir a la rehabilitación en lugar de a la nueva construcción o su propuesta de situar una Tenencia de Alcaldía transversal de igualdad -similar a la vicepresidencia que el presidente Sánchez ha encargado a la ministra Carmen Calvo-.

Valverde, por su parte, se aferró a un absoluto y firme compromiso con el proyecto del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y los dictámenes del 39 congreso socialista. De hecho, citó este cónclave, el que volvió a aupar a Sánchez al liderazgo socialista tras la defenestración del Comité Federal en octubre de 2016, en hasta nueve ocasiones. Sin embargo, no se mostró con la naturalidad, avenencia, cordialidad y cercanía habituales en ella. Al contrario, desde el principio destiló cierta incomodidad. De hecho, su primera intervención fue para recriminar que la Comisión de Garantías del partido dispusiese el debate en la tarde del viernes, día en el que tenía previsto dirigirse cara a cara a los militantes de Cabo de Gata, llegando incluso a acusar abiertamente a esta comisión -que según los estatutos del PSOE tienen la obligación de propiciar al menos un debate- de parcialidad hacia su contrincante.

Valverde vendió a gala la posibilidad de que una mujer aspire a la Alcaldía. Sacó pecho de que su trabajo como funcionaria le impediría aferrarse al sillón y enunció su programa en una lectura continua de un buen bloque de folios de los que apenas apartó la vista para contestar a las preguntas de los militantes, al final del debate. Fue, sin duda, su mejor momento: cuando se mostró natural y capaz de definir un proyecto político surgido de valores socialistas.

Por su parte, Pérez Navas se deshizo del cliché de político pluriempleado poniendo a disposición de la Ejecutiva federal del partido su escaño de senador si así lo decidiesen los órganos competentes de la formación.

Denuncia en Onda Cero

Uno de los momentos más controvertidos de la cita fue cuando un militante asistente al debate cuestionó a ambos candidatos sobre una denuncia dada a conocer por la mañana en Radio Almería, de Onda Cero. Con la voz distorsionada, un testimonio aseguraba que «un familiar» le había pedido que se afiliara al PSOE «para que le dieran un puesto de trabajo». «A cambio tendríamos que haber votado a Adriana Valverde». El testimonio afirmó haberse afiliado y conocer más casos como el suyo.

La emisión de Onda Cero se produce después de que Ferraz anulase centenares de inscripciones por incidencias u objeciones (algunas de ellas por haberse detectado preafiliados que habían sido interventores del PP o con difusiones en redes sociales claramente contradictorias con el ideario socialista). Pérez Navas no contestó a esta pregunta. Sí, sin embargo, lo hizo Valverde, quien negó conocer a «qué se refiere» dicha denuncia y que, a su vez, conminó al testimonio a que en tal caso, «vaya y lo denuncie». Ninguno de los dos contestó asimismo a las cuestiones de la polémica del censo.

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