Veintidós metros. Esa era la altura de un gran monumento que el presidente de la Diputación Provincial de Almería quiso dedicar a la patrona, la Virgen del Mar, elaborado en mármol blanco y que se colocaría al final de la Rambla, pero dentro del mar con un sistema de micropilotaje.
Con este proyecto, de un valor superior a los 300.000 euros solo en mármol, el presidente de la Diputación pretendía convertir a la Virgen del Mar en un símbolo de Almería. Por suerte o por desgracia el 'Proyecto Virgen del Mar', como así se denominó, nunca llegó a realizarse y la fecha de 2002 para su inauguración no llegó.
Según el hoy senador del Partido Popular esta iniciativa había estado gestándose durante seis meses entre la institución provincial, la Autoridad Portuaria y el sector del mármol de la comarca de Macael y tenía como objetivo construir un monumento "que fuera un referente histórico de cara al futuro, perdurable en el tiempo y símbolo e identificación de la ciudad y la provincia".
Luis Roglio Rodríguez-Comendador Pérez también explicó en la presentación del proyecto que la intención era inaugurar la imagen coincidiendo con el quinto centenario de la aparición de la Virgen del Mar en la playa de Torregarcía.
El aniversario de la aparición de la Virgen llegó, pero el monumento nunca se hizo realidad, ni siquiera se comenzó a construir.
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