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Los ediles del Partido Popular y de Ciudadanos votan a favor del proyecto presupuestario para el Ayuntamiento de Almería para 2018. R. I.
El PP pasa sus cuentas pese al reproche de la oposición por la «bajísima» ejecución en 2017

El PP pasa sus cuentas pese al reproche de la oposición por la «bajísima» ejecución en 2017

El informe provisional de liquidación sitúa por debajo del 30% lo invertido frente a la previsión para todo el año

Miguel Cárceles

Almería

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Martes, 23 de enero 2018, 00:39

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El voto determinante de Ciudadanos dio ayer la mayoría absoluta al equipo de gobierno del Partido Popular para sacar adelante los presupuestos municipales de 2018 para la capital, un documento contable que prevé la gestión de casi 193 millones de euros durante esta anualidad y que veía la luz tras más de cuatro meses de tiras y aflojas entre ambos partidos convertidos ayer, por contra, en una aquiescencia de débil crítica por parte de los naranjas encabezados por Miguel Cazorla.

Sin embargo, el éxito de alumbrar las cuentas públicas locales -inicialmente, falta aún salvar el periodo de alegaciones para dar pie al documento definitivo- era un mero trámite después de que la pasada semana ambos partidos signasen el acuerdo de mínimos: 63 medidas dadas a conocer en exclusiva por este diario que incluyen, entre otros, un estudio para rebajar el precio de la zona azul a trabajadores y autónomos, un plan de ayudas al alquiler para jóvenes en el Casco Histórico o algunos proyectos aún por definir como el arreglo del quiosco de música del parque de Nicolás Salmerón y un mariposario.

El presupuesto -también era algo esperado- contó con la desaprobación de los dos partidos que no apoyan al gobierno local, PSOE e IU. Pero no sólo por lo que consideraron una «escasa» apuesta por las políticas sociales o por la carencia de un «plan de empleo», recordó Juan Carlos Pérez Navas, algo a lo que se había comprometido también el Partido Popular tras una moción aprobada en otra sesión plenaria de la Corporación. Más allá mostraron su desconfianza de partida en unas cuentas públicas que llegaron al Pleno con una liquidación provisional del presupuesto del año anterior, adujeron, escasísima. «Del 27% en inversiones», afeó el portavoz de Izquierda Unida Rafael Esteban. «Sabemos, a priori, que no se va a cumplir», advertía Juan Carlos Pérez Navas antes de apuntar a este documento anexo a las cuentas y de recordar que gran parte de la inversión pública que recoge el plan para 2018 ya venía arrastrando de anualidades anteriores sin que haya visto la luz.

Según indicaron ambos ediles opositores, la liquidación provisional hace referencia al último día del año, el 31 de diciembre. Y menos de un tercio del dinero previsto para inversiones se habría realmente gastado hasta ese momento. Así consta, efectivamente, en el informe incluido entre los 840 folios de presupuesto sometido ayer al dictamen del plenario. Sin embargo, desde el PP argumentaron que dicha liquidación, pese a lo que marca el documento, se refiere a lo ejecutado a 30 de septiembre. «No es así, la liquidación es al último día de septiembre. Desde entonces ha habido muchas licitaciones y adjudicaciones. La ejecución en inversiones ha sido mucho mayor», enmendó por su parte la delegada municipal de Hacienda y Contratación, Mar Vázquez. Cabe recordar que las previsiones para 2018 elevan en casi un 60% la inversión, algunas de ellas sin ejecutar en 2017. El de 2018 es el último ejercicio completo de la Corporación y es, por lo tanto, año preelectoral (las municipales tendrán lugar, muy probablemente, el último domingo de mayo de 2019). «Espero que no sean como los malos estudiantes y les queden cosas pendientes», deslizó Cazorla antes de apoyar las cuentas del PP.

El debate -que cumplió estrictamente con el encorsetado reparto de tiempos- fue sin embargo poco dinámico y se limitó a una sucesión de pareceres de los grupos finalmente contestados de forma aislada y enumerativa por parte de la regidora responsable de elevarlos al Pleno. De hecho, la presencia durante la sesión de varios trabajadores del servicio municipal de ayuda a domicilio que reclaman una subida salarial que, en 2020, les convierta en mileuristas -ahora cobran entre 740 y 800 euros al mes- fue lo más sobresaliente, ya que obligó a los regidores a modificar su discurso prediseñado.

PSOE e IU les hicieron un guiño, mostrando su lucha laboral como una demostración de la carencia de impronta social del presupuesto. Ciudadanos, por parte de Cazorla, advirtió al PP de que dé una solución a sus reclamaciones -que, por otra parte, como destacó el socialista Pérez Navas, no están entre las medidas pactadas para dar luz verde al presupuesto-. Y al PP para delegar toda responsabilidad en los escasos, a su juicio, ingresos que la Junta de Andalucía efectúa al Ayuntamiento para que se encargue de prestar el servicio.

«Se me ha ido usted al Parlamento de Andalucía», apostilló Pérez Navas por la alusión -constante, por otra parte- de la portavoz popular al Gobierno autonómico para defender las cuentas. «Usted va a menudo al Senado», le contestó, no sin sarcasmo, la regidora Vázquez.

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