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El joven asaltó la céntrica sede de la ONCE en Almería hasta en tres ocasiones. G. M.
El joven acusado de cometer 20 robos en el centro se hizo con 50.000 euros en un año

El joven acusado de cometer 20 robos en el centro se hizo con 50.000 euros en un año

El arrestado, que realizaba los saqueos cuando iba a visitar a su madre, llegó a almacenar grandes cantidades de objetos electrónicos, la mayoría teléfonos y portátiles

Fran Gavilán

Almería

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Jueves, 19 de octubre 2017, 00:19

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El joven de 19 años, identificado como F. C. R. y de origen brasileño, que fue detenido por la Policía Nacional tras cometer al menos una veintena de robos con fuerza en viviendas y establecimientos del centro de la capital, siempre de madrugada y por el método del 'escalo', obtuvo un botín superior a los 50.000 euros en artículos, principalmente material de informática y teléfonos móviles.

Así se desprende de la investigación que han llevado a cabo los agentes del Grupo V de la Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Almería, quienes han estado tras la pista de este joven delincuente, considerado como el más activo de los últimos año, desde julio de 2016.

Según los investigaciones de la Policía Nacional, los hechos delictivos no los cometía de forma sucesiva y continua, por lo que la investigación se extendió durante más de un año. El joven, que no tenía antecedentes penales y residía en Carboneras, donde estaba realizando un curso y aprovechaba para robar cuando venía a visitar a su madre, que reside en el centro de la capital.

Siempre actuaba de madrugada y por el método del 'escalo', por lo que sus blancos eran locales de planta baja o de la primera planta. Así, saqueó hasta en tres ocasiones la céntrica sede de la ONCE, un despacho de abogados en la calle General Tamayo, una academia, varios establecimientos de seguros e incluso dos veces la Federación Andaluza de Fútbol.

Por el momento, los investigadores de la Policía Nacional han conseguido recuperar algunos de los objetos sustraídos por el joven. Además, los agentes han localizado e investigado a varias personas por delitos de receptación, es decir, por comprar algunos de los objetos robados previamente por F. C. R.

Cabe recordar que los investigaciones de la Policía Nacional comenzaron en julio de 2016 cuando se recibió en dependencias policiales una primera denuncia del propietario de una compañía de seguros ubicada en la calle céntrica calle Zaragoza, en la capital. El ladrón había accedido de madrugada al interior de la compañía escalando la fachada y forzando una de las ventanas.

Aunque los investigadores todavía no eran conscientes del amplio historial del autor, al no coincidir sus huellas por no estar fichado, F. C. R. llegó a cometer al menos una veintena de robos a lo largo de un poco más de un año.

Muchos de ellos los cometió en viviendas situadas por la zona de Puerta de Purchena, siempre bajos o primeras plantas. Su actividad fue tal que los residentes de esta céntrica localización convocaron una manifestación para exigir más seguridad ante la «oleada de robos».

El joven, dotado de una gran habilidad para acceder a sus objetivos tras burlar los sistemas de seguridad, llegó incluso a asaltar dos domicilios mientras que los moradores se encontraban durmiendo.

La coordinación entre los investigadores del Grupo V, la Policía Científica y los agentes de la brigada de Seguridad Ciudadana han permitido demostrar la autoría de la totalidad de los robos cometidos por el joven delincuente.

Un tirón de bolso en la avenida de la Estación, su último asalto

F. C. R., considerado como uno de los delincuentes más activos de los últimos años, realizó su último asalto a una mujer de avanzada edad en la avenida de la Estación, a quien sustrajo el bolso mediante el procedimiento del tirón. Este robo, totalmente alejado al 'modus operandi' de los anteriores, fue el que le llevó a ser arrestado minutos más tarde. Los agentes, al cotejar sus huellas con la base de datos, se sorprendieron al ver la gran cantidad de asaltos que había cometido con anterioridad pese a su corta edad.

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