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Imagen de uno de los cadáveres de jabalí hallados. J.A.
Hallan cuatro jabalíes muertos tras ser atrapados por lazos en Turre

Hallan cuatro jabalíes muertos tras ser atrapados por lazos en Turre

Desde la Junta advierten de que la caza furtiva y sus efectos sobre la fauna pueden ser considerados «infracción administrativa o delito»

R. I.

ALMERÍA

Sábado, 20 de enero 2018, 02:15

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Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía han abierto una investigación tras encontrar cuatro jabalíes muertos atrapados por lazos de cable de acero trenzado de gran grosor, en avanzado estado de descomposición, en un paraje situado en el término municipal de Turre.

Los agentes, que tuvieron que emplear una cizalla para liberar los cadáveres, comprobaron que las trampas se encontraban situadas estratégicamente, junto a veredas de paso de estos animales, y ancladas a grandes troncos.

El hallazgo fue posible gracias a la colaboración de particulares que trasladaron la información a los agentes, quienes inspeccionaron ayer la zona en busca de más trampas así como de indicios que permitan identificar al responsable de estas prácticas de caza ilegal.

El lazo es un instrumento indiscriminado de caza ilegal compuesto por cables de acero que atrapan al animal a su paso, aprisionándolo y provocando una muerte lenta y agónica. Según apuntó el delegado territorial de Medio Ambiente, Raúl Enríquez, «esta práctica está expresamente prohibida por la legislación medioambiental, ya que no discrimina la especie que captura, pudiendo morir cualquier animal que transite por la zona».

Una vez que se encuentra uno de estos lazos, el procedimiento a seguir siempre es colocar un testigo métrico en el lugar, justo donde se ha encontrado la trampa; después se establecen las coordenadas del lugar con GPS o smartphone, se toman fotografías tanto de la trampa como de los alrededores, y se redacta un acta que registre el hecho, de tal manera que quede registrado el modus operandi para poder relacionar diferentes hechos.

Tras realizar este proceso, las trampas son precintadas y custodiadas mientras el acta se envía a la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para gestionar el expediente sancionador correspondiente.

Enríquez recordó que «la caza furtiva y sus efectos sobre la fauna pueden ser considerados infracción administrativa o delito, dependiendo del alcance de los daños que ocasionen a la fauna».

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