Una feria entre amigos

«Voy a mostrarte todo el talento que desborda esta esquinita del mundo y que pocos conocen pero a los que lo hacen enamora». Así lo indicaba el periodista José Luis López Villalobos, en su condición de humorista y monologuista con su 'alter-eqo' Pepe Céspedes, en un pregón convertido en una carta de presentación de Almería a su hija Luna, recién nacida, y cargado de emotividad, humor y pasión ante un lleno absoluto en el Parque de las Almadrabillas.

Céspedes fue ayer periodista, humorista, amigo y sobre todo almeriense. Y no dejó indiferente a nadie en el arranque natural de la semana grande de Almería. «Este es el pregón de alguien que no es pregonero. Por ello tenía claro que el pregón tenía que ser lo que ha sido: una muestra y me quedo corto si digo que ínfima de los que construyen Almería», destacó el popular humorista tras poner en marcha una puesta en escena de gags y chistes sobre las particularidades de Almería en compañía de sus compañeros inseparables y también humoristas Paco Calavera, Alvarito Vera o Nadia Torrijos.

«Hija, has venido a nacer en una ciudad que vive impregnada de Mediterráneo. Almería tiene terraos y no azoteas. Tiene 'follaero' en vez de ruido. Tiene tranco en vez de escalón. Y la gente se sienta allí y ¡habla! ¿En qué ciudad del mundo sigue la gente hablando entre si? (...) Fuera de Almería el mundo es más mundo pero es menos humano», aclaraba el humorista entre las risas y los aplausos de los congregados.

Céspedes, siempre en clave de humor, también tuvo un recuerdo para las víctimas del atentado terrorista de Barcelona. «Almería poliglota con Castell del Rey que nos da ese toque catalán para recordar a la familia que todos tenemos en Barcelona. Esa Barcelona que hoy sentimos aún más hermana», indicó.

Durante su alocución, el humorista puso especial énfasis que en un pregón «siempre faltará lo más importante: su gente». En este sentido, también quiso rodearse de grandes amigos sobre el escenario como el músico y responsable de la sala Clasijazz, Pablo Mazuecos, Sensi Falán, Lumaga, Zarrita, Diego Cruz y Chipo, la Dixieland, o el escritor Juanma Gil.

«Luna, en este pregón voy a intentar mostrarte lo que a tu padre le enamora de almería. Esa capacidad de abstraerse de su realidad esquinada. Esa forma de sobreponernos a nuestra realidad de isla. Voy a mostrarte todo el talento que desborda esta esquinita del mundo y que pocos conocen pero a los que lo hacen enamora», explicó el humorista, al tiempo que no quiso olvidarse de su familia y de su jefe, el director de Onda Cero en Almería, Francisco Espinar Aranda, al que catalogó como su «segundo padre».

Gags y chistes sobre nuestros secretos urbanos, sobre nuestra forma de ser, tan particular, pero tan sentida arrancaron las carcajadas de las miles de personas que se concentraron ayer en la explanada de las Almadrabillas. Y con el sarcasmo que le caracteriza, el humorista almeriense tampoco quiso olvidarse de las reivindicaciones históricas de esta tierra.

«Los almerienses estamos orgullosos de nuestra ciudad. ¿Por qué? ¡Y yo que sé!. No hay una razón específica. Desde luego no es por sus trenes veloces, ni por sus aviones baratos. No es por sus camiones de basura silenciosos ni por sus edificios bonitos. Estamos orgullosos de sus atardeceres y de sus gentes. Sobre todo de sus gentes. Por eso yo tenía claro que este pregón tenía que sonar a empedrado, a recoveco, a esquinita, a barrio, a calle», argumentó Céspedes en un texto donde no faltaron vibrantes referencias a sus padres y su pareja.

«Luna, tu padre no es pregonero. A lo mejor no lo ha hecho bien. A lo mejor ni siquiera esto es un pregón. Pero si para pregonar algo hace falta amarlo, entonces, no puede haber pregonero mejor. ¿Estamos de feria o no estamos de feria?», gritó antes de despedirse en comandita con todos los invitados haciendo la conga al ritmo de 'When The Saints Go Marching In'.

Mientras que el lleno Parque de las Almadrabillas se quedaba disfrutando del concierto de Olé Olé, con la rejuvenecida Vicky Larraz como vocalista, el recinto ferial de la Vega de Acá se iluminaba por primera vez con la nueva portada de Feria, la fachada del Mercado Central.

Una puesta de largo que vino de la mano de un espectáculo que sorprendió a todos los asistentes. Comenzando con proyecciones para animar la cuenta atrás, que fue jaleada en sus últimos segundos, pasando por efectos de luz al ritmo de latidos del corazón que inició el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, y con música de Strauss y fuegos artificiales.

Cabe recordar que la portada del Mercado Central, que permaneció apagada durante el pasado viernes en señal de respeto por los atentados terroristas perpetrados en Barcelona, fue elegida en un proceso participativo convocado para la ocasión, sustituyendo la anterior imagen de la Estación de Ferrocarril, tal y como aconsejaban los informes técnicos. La nueva portada tiene unas dimensiones de 30,5 metros por 10,5 metros y más de 12.000 puntos de LED.