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Miles de fieles asisten a la Eucaristía presidida por el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes, frente a la Ermita de Torregarcía.
Los almerienses vuelven pa' la mar

Los almerienses vuelven pa' la mar

La imagen mariana recorrió los 20 kilómetros de distancia y volvió a hombros a su templo tras procesionar por el centro de la capital almeriense. Unas 3.000 personas peregrinan, como cada año, a la Ermita de Torregarcía, donde hace 515 años apareció la talla de la Virgen del Mar, patrona de la ciudad de Almería

Lunes, 15 de enero 2018, 01:42

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El 21 de enero de 1502, el vigía Andrés de Jaén encontró la pequeña talla mariana de la Virgen del Mar en la orilla de Torregarcía, probablemente una imagen utilizada como mascarón de proa de algún navío naufragado. Y allí vuelve la imagen de la Virgen marinera cada año, el segundo domingo de enero, en recuerdo al hallazgo de una advocación que multiplica devotos en Almería. La Virgen del Mar recorrió ayer, una vez más, los 20 kilómetros que distan desde el altar mayor del Santuario que le da cobijo, el del Convento de los Dominicos, hasta la Ermita octogonal en la que cada año se le rinde fieles honores y se celebra en familia en un espacio natural que, gracias a la benigna climatología de Almería, permite estancias al raso acompañadas de viandas. Volviendo pa' la mar, como dice la letra de Manuel del Águila, convertida en himno popular a la Patrona de la capital almeriense.

La jornada comenzaba con la misa de romeros, en el Santuario de la Virgen, bajo la presidencia Fray Antonio Bueno Espinar. Y tras la misma, la talla peregrinó junto a miles de devotos hasta la Ermita litoral, donde se llegaron a acumular más de 3.000 personas no sólo en torno a los actos religiosos sino en una gran jornada de convivencia.

Una vez en Torregarcía, el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes, ofició una Eucaristía en cuya homilía reclamó a los almerienses que siguieran el ejemplo mariano para combatir «la promiscuidad» y «la prostitución». Una problemática, a su juicio, que produce «esclavitud sexual» por parte de mafias y que afecta mayoritariamente a «mujeres y jóvenes». Asimismo, reclamó el acogimiento de los refugiados «con la regulación de la inmigración» dictaminada por los poderes públicos pero atendiendo a que «cuidar a los inmigrantes es promover la integración y acabar con las mafias» que trafican con ellos. Tras la misa, se abrió el tiempo en el que los fieles pudieron acercarse a la imagen de la Patrona en su Ermita, junto a la que se dispusieron bailes regionales de Almería y de los municipios de la provincia.

Mientras tanto, varias barracas -algunas de ellas promovidas por las hermandades, como las de Amor y Macarena- ofrecieron viandas a los peregrinos.

Además, un mercadillo comerciaba con productos más terrenales que las imágenes marianas que se vendían a las puertas de la Ermita: decenas de puestos de juguetes y ropa flanqueaban el camino de acceso desde la parada del autobús en una bienvenida a Torregarcía que, debido a la baja temperatura y la humedad de la brisa marina, bien invitaba a adquirir bufandas o gorros de lana.

Tras unas horas de hermandad, la peregrinación retornaba hasta el núcleo urbano de la capital con paradas en barriadas como El Alquián, La Cañada, El Puche, Los Molinos, Barrio Alto y Las Huertas. Y ya una vez en San Sebastián, fue transportada en andas procesionales y a hombros hasta su Santuario, donde siguiendo la tradición se le cantó la salve antes de volver a ser aupada hasta el altar mayor de Santo Domingo.

La romería de ayer fue la de la celebración del 515 aniversario del hallazgo de la talla mariana, alcaldesa perpetua de la ciudad de Almería. La que cada año conmina a los almerienses a recordar la vinculación de la ciudad con la mar.

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