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Pedro Sánchez pasea junto a su esposa y algunos socialistas almerienses por Mojácar. R. I.
Almería: un 'mar' de retos por cumplir para el presidente Sánchez

Almería: un 'mar' de retos por cumplir para el presidente Sánchez

El nuevo gabinete socialista tendrá que decidir entre mantener los planes del PP o mantener su discurso en agua o energía

MIGUEL CÁRCELES

ALMERÍA

Lunes, 4 de junio 2018, 02:38

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Cuando Sánchez tiene unos días libres -o cuando quiere perderse- coge el coche y se planta en Mojácar. Unas veces a cara descubierta, como en agosto de 2014. Otras, casi de incógnito (como días después de las elecciones del 26 de junio de 2016, cuando una tuitera lo descubrió con una gorra calada y unas gafas oscuras de sol intentando pasar desapercibido en un chiringuito después de la segunda contienda en las urnas en menos de un año). Esta relación directa, como cuando Zapatero decidió veranear en Vera, marca aún más a fuego los retos de Almería bajo su presidencia: lo que haga (y lo que no) podrá serle reprochado no ya sólo en las urnas, también a pie de calle, cuando pasee en verano o cuando vaya a comprar el periódico y el pan.

Aún en plena convulsión política, cuando Sánchez aún debe estar pensando cómo ha pasado en apenas una semana de ser el líder extraparlamentario de un grupo de 83 diputados a vivir en La Moncloa y tener que diseñar un gobierno en extrema minoría, la premura de cómo ha llegado a la Presidencia -con una moción de censura- le augura un mandato sin tregua: ni los cien días de rigor.

En Almería, en su tierra de descanso, se va a marcar gran parte de esta tónica. Porque llega a la dirección política del país cuando proyectos históricos paralizados por años bajo el gobierno de Rajoy parecían haberse desencallado y estar en vías de solución en el corto y medio plazo. Estos son solo algunos de los proyectos que penden ahora de los nuevos planteamientos que desempolven desde las filas socialistas, con un gobierno aún ignoto encabezado por Pedro Sánchez y carente de apoyos estables mayoritarios en las Cortes Generales.

1. Agua

Desde 2012, la desaladora del Bajo Almanzora (en Palomares, Cuevas del Almanzora) está parada. En septiembre de aquel año, una riada impredecible por los técnicos, que habían calculado avenidas con recurrencias de hasta 500 años, inutilizaba una infraestructura que debía dar servicio a la agricultura y a la población de la comarca y en la que se habían invertido 77 millones de euros -algunos de ellos, provinientes de fondos europeos-. La infraestructura llegó a estar en investigación por un presunto caso de corrupción aún en los tribunales. Pero desde entonces, no ha habido avances en rehabilitarla y volverla a poner en uso hasta hace pocos meses, en marzo, cuando Acuamed licitaba el proyecto para repararla y ampliar su capacidad. Ya se han abierto incluso los sobres con las ofertas económicas -se han presentado dos: Typsa, que oferta 450.000 euros; y la UTE Inypsa Informes y Proyectos-Desalia, con 348.610,50 euros-.

Pero no es el único: el PSOE viene reclamando la ejecución de las conducciones de agua desde la desaladora de Carboneras y hasta el Campo de Tabernas. Existe un anteproyecto sin ejecutar que el nuevo gobierno podría desempolvar. Además, también han reclamado la bonificación de agua desalada -en igualdad con otras cuencas como la del Segura- y está por ver su posición en torno a los trasvases. En abril, Sánchez dijo estar «en contra» de ellos indignando a los agricultores del sureste en una posición matizada poco después durante una visita a la Región de Murcia.

2. Energía

La línea eléctrica Caparacena-Baza-Vera es un proyecto que el último Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero incluyó en la planificación nacional. Sin embargo, con la llegada del PP a La Moncloa se excluyó del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020. Incluso cuando se revisó, hace pocos meses, dicho plan. La línea paliaría el déficit eléctrico de las comarcas del norte de Granada y Almería y del sureste de Jaén y permitiría la instalación de empresas de renovables en la zona. El PSOE ha sido muy beligerante en esta materia, como también lo ha sido contra el conocido como 'impuesto al sol' o la gestión económica del centro de investigación en renovables de la Plataforma Solar de Almería.

3. Costas

El Gobierno había acordado relanzar la mejora paisajística y ambiental del delta del Andarax y la conexión de paseos marítimos. Además, se estudiaban proyectos para la contención de la erosión del litoral en El Toyo sobre los que ahora tendrá que decidir la administración socialista. También sobre las demandas vecinales en La Cañada que reclaman la regeneración de su playa. El PSOE presentó iniciativas para ejecutar esta mejora con cargo a presupuestos no ejecutados (esto es, remanentes). Ahora tendría la oportunidad de hacerlo.

4. Financiación autonómica

Ha sido uno de los caballos de batalla socialistas en general y del PSOE-A en particular: una renegociación de la financiación autonómica que actualice los fondos que recibe la Junta para la ejecución de sus políticas. La fragmentación del parlamento y el escaso apoyo con el que contará el Gobierno dificultarán una solución a corto plazo, lo que mantendría a Andalucía como una de las comunidades peor financiadas del país.

5. Agricultura

La renegociación de la Política Agraria Común (PAC, dependiente de Bruselas) será su primer reto. Andalucía ha lanzado la voz de alerta frente a una negociación que podría suponer un recorte muy importante de las ayudas de Bruselas. Todo está en marcha, pero el PSOE tendrá que dibujar una postura nacional al respecto.

6. Carreteras

Aunque en un plano preliminar, el Gobierno preveía relanzar algunos proyectos paralizados durante la última década: el tercer carril de la A-7 entre Almería y Roquetas de Mar, el rediseño del nudo de El Parador entre la A-7 y la A-1051 (la variante de Roquetas), el acceso norte a Almería desde la A-92 y el nuevo enlace de autovías en Viator. Además, también tendrá que encargarse de decidir qué hacer con la AP-7 entre Vera y Cartagena, a día de hoy en manos de la Seittsa, de Fomento tras declararse la explotadora en concurso de acreedores.

7. Cultura

La rehabilitación del Cable Inglés y su conversión en un paseo era un proyecto comprometido recientemente -también tras años de parálisis absoluta- por parte del Ministerio de Fomento, en última instancia propietario del cargadero a través de la Autoridad Portuaria de Almería. Además, había compromiso para colaborar en nuevas fases de la rehabilitación del Hospital Provincial, un proyecto encabezado por la Diputación. El nuevo ministro (o ministra) tendrá que asumir o desechar los planes antes comprometidos.

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