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Que les abran la puerta y adiós

Que les abran la puerta y adiós

El último episodio lo ha protagonizado el controvertido Cristiano Ronaldo al que la Hacienda de este país le dice que ha dejado de pagar en torno a los 14,8 millones de euros

Ángel Iturbide

Lunes, 19 de junio 2017, 00:45

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Habitualmente no suelo escribir de fútbol porque como deporte-espectáculo me interesa y lo sigo, pero no entiendo demasiado del dibujo en el campo, estrategias y esas cosas en las que mis compañeros de esta sección son duchos. Por eso no escribo de fútbol en plan profesional, pero de vez en cuando me gusta llamar la atención sobre aspectos que considero de interés desde un punto de vista de aficionado poco entendido. En esta línea sí me gustaría llamar la atención sobre aspectos que están ocurriendo últimamente y a los que me refiero no tanto como periodista sino como ciudadano. La alienación social que produce el fútbol es preocupante. Antes se decía que la religión era el opio del pueblo y esto ya no es así. Ese opio, esa adormidera social es el fútbol, no el deporte, sino lo que hay detrás. Un día se me revolvieron las tripas cuando vi en un telediario a Messi (del que nadie duda de sus méritos deportivos) acudir a un juzgado para declarar por una deuda de no sé cuantos millones a la Hacienda de este país. La misma hacienda a la que nos referimos de manera despectiva cuando tenemos que pagar impuestos que van destinados a mejorar servicios como la sanidad, la educación, los servicios sociales, avanzar en infraestructuras, crear empleo, etcétera; y que intentamos burlar a la mínima ocasión que se nos presente sacando pecho cuando defraudamos porque en el ADN de los españoles llevamos eso de no pagar el IVA o de facturar en negro que parece ha llegado a ser un signo de distinción social cuando simplemente es una 'chorizada'. Quizás por eso, por el ADN digo, me espanté y me cabreé cuando vi a Messi entrar y salir del juzgado rodeado de su padre y de unos cuantos guardaespaldas, que más parecían matones de la mafia que gente cercana a un 'simple' futbolista, y una nuble de aficionados jaleando al presunto defraudador, haciéndole fotos y pidiendo selfis junto al ídolo. Por las horas en las que se produjo la comparecencia ante la Justicia más de uno, de dos y de 50 de los que allí idolatraban al ídolo futbolístico estaban en el paro o no tenían nada mejor que hacer. Y al igual que con Messi ha ocurrido con Neymar, Mascherano y algún jugador más.

El último episodio lo ha protagonizado el controvertido Cristiano Ronaldo al que la Hacienda de este país le dice que ha dejado de pagar en torno a los 14,8 millones de euros. No sé si lo saben, pero 14,8 millones de euros es mucho dinero y arreglarían muchas, muchas cosas. Pues bien, no hay espacio deportivo en los medios de comunicación de este bananero país en los que no se dedique tiempo y páginas al futbolista que se presenta como una presunta víctima en lugar de como un presunto chorizo. En su defensa amenaza con irse porque se siente maltratado por España. Si de verdad los que se sienten maltratados por España se fueran del país, la península se quedaría prácticamente vacía. Por mi Cristiano, Messi, Neymar y otros muchos pueden irse, es más, yo les abriría la puerta para que lo hicieran a ver si de esta manera volvemos al fútbol de hace 50 años en los que no había figuras que defraudan a Hacienda y se descojonan de todos nosotros, los primeros de los que les piden selfis, sino deportistas de verdad. Como decía Luis Cernuda «soy español sin ganas» y todo la anterior no ayuda.

Pero yo de lo que quería escribir era del Almería, pero no hay sitio. Les emplazo para dentro de 15 días.

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