El Consistorio anuncia que este verano es el último con los actuales chiringuitos

El Ayuntamiento de Almería ya se ha cansado de la imagen que dan los cinco chiringuitos existentes hoy en el frente marítimo de la capital, que además se encuentran en un limbo jurídico desde hace años que parece que ha llegado a su fin. Así por lo menos lo dio a conocer el portavoz del equipo de gobierno, Miguel Ángel Castellón, quien se manifestó tajante: «Para tener los actuales chiringuitos mejor no tener ninguno», aseguró.

El asunto de alegalidad ha llegado a su fin. Y por tanto este verano será, según el teniente-alcalde, el «último en el que Almería contará con los actuales chiringuitos», dijo. Es la consecuencia de la firme decisión municipal de mejorar la estética y los servicios de un paseo marítimo que está en una senda transformadora a tenor de los proyectos que se otean ya en el horizonte. La reforma del Cable Francés, la prolongación del paseo marítimo o la intervención integral en El Zapillo a través de la recién concedida línea de ayudas europeas (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible -Edusi-), van a darle un giro al principal reclamo turístico de la ciudad de Almería: su frente marítimo.

Castellón trasladó en este contexto la «determinación y voluntad» del equipo de gobierno para que las playas de la capital sean un «referente» en todos sus aspectos. «Aspiramos a disponer sobre las playas de los mejores servicios, también en lo referente a restauración», abogó, poniéndose a disposición de los propietarios de los chiringuitos y del resto de administraciones para que el año que viene se regularice la situación definitivamente.

Esto es, que los cinco establecimientos consigan la concesión de su licencia que se requiere para realizar su actividad, algo que hasta ahora no han obtenido y de ahí que se les haya abierto ya expediente sancionador por parte del servicio provincial de Costas. Dependiente de la Subdelegación, este órgano es el encargado de imponer las multas a propuesta de la Junta de Andalucía, que a través del área de Medio Ambiente tramita las concesiones de suelo. Hasta ahora los chiringuitos de la capital se encontraban en una situación de interinidad que les permitía mantener sus negocios fuera de toda disciplina urbanística o canon estético que les obligase a realizar cambios. Al respecto, Castellón instó a establecer un marco de «colaboración entre administraciones, Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Costas», sumando a ellas a los propietarios de los chiringuitos, para revertir una situación actual de la que dijo «no estar contento».

El Consistorio quiere unificar criterios y dotar de unos chiringuitos apropiados a una «capital con 200.000 habitantes». Para ello habrá que sentarse poniendo sobre la mesa un proyecto -ya redactado- para lograr esta reestructuración deseada. En este sentido, Castellón avisó: «Quien no esté dispuesto a regularizar su situación con todo lo que ello implica que sepa que no estará el año que viene».