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PUERTA PURCHENA

Entre todos la mataron

No se puede hablar de que la ocupación hotelera está entre el 80 y el 100% cuando nada más que en El Toyo tres de los cinco hoteles que allí hay no abrieron sus puertas

Ángel Iturbide

Lunes, 24 de abril 2017, 01:48

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Cualquiera que no sea de aquí pero que por diferentes circunstancias haya estado en Almería la última semana habrá pensado que somos el no va más del turismo de este país. Las cifras ofrecidas por diferentes organismos coincidían todas ellas en resaltar los buenos datos de ocupación hotelera aportando cifras de en torno al 85 o al 90%, rozando casi el 100% en algunos casos. Los bares estaban a rebosar, con cientos, que digo cientos, miles de personas consumiendo de manera compulsiva y dejando su dinero en Almería y esperando que vuelvan en un verano que va a ser espectacular, o brutal, adjetivo que se está poniendo de moda y que se emplea para todo. Pero en todo esto no he oído una sola opinión crítica sobre el turismo y la Semana Santa. Miento, sí hubo una, la de Comisiones Obreras que alertaba de que no todos los hoteles estaban abiertos en la capital. Y me sumo a este argumento porque no se puede hablar de que la ocupación hotelera está entre el 80 y el 100% cuando nada más que en El Toyo tres de los cinco hoteles que allí hay no abrieron sus puertas. Así pues, lo que habrá que hacer es hablar de porcentaje de ocupación sobre la oferta realizada, lo demás es mentir o, si lo prefieren, faltar a la verdad. El problema es que a veces somos demasiado básicos y simples. Eso, o el exceso de soberbia nos puede. El sector turístico de Almería es potente, no voy a decir brutal que ni de lejos, sobre todo de cara al futuro, pero hay que cuidarlo y, sobre todo, ser honestos con nosotros mismos y con los que vienen de fuera que, además, queremos que lo hagan muchas veces más y que esperamos nos recomienden en su entorno para que el efecto llamada se multiplique. Ahora bien, debemos cuidar a los que nos visitan, sin olvidar a los que aquí vivimos. Es decir, resulta un fraude para nuestros visitantes que lleguen a Almería a disfrutar de sus playas en vacaciones y en las mismas no haya ningún servicio tan básico como las duchas o los socorristas. Un fraude para quienes nos visitan, y, además, un desprecio a los que aquí vivimos. No podemos hablar de desestacionalizar el turismo, es decir, aspirar a que nos visiten en cualquier época del año y concentrar los servicios únicamente en verano. Es incongruente y muy poco inteligente. El clima de Almería ofrece muchas posibilidades, pero aún no hemos sabido utilizarlas ni, mucho menos, sacarles partido. A quien sí sacamos partido hasta el absurdo es al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Lo de Cabo de Gata es internacionalmente conocido, pero poco a poco nos lo iremos cargando por su mala utilización. Ejemplo: los cinco hoteles que hay en El Toyo utilizan ese nombre. A saber: Cabo de Gata, CaboGata Mar, Hotels CaboGata, CaboGata Garden y Barceló Cabo de Gata. Pues bien, yo me imagino a esas gentes que llegan atraídos por el nombre pensando que vienen al parque natural, que lo hacen en transporte público, con toda su familia a cuestas, que no les apetece alquilar un coche y se encuentran con una playa mala de solemnidad que mancilla el buen nombre del Cabo de Gata y de Almería. A mi alguna vez me han 'engañado' de esta manera en algún punto del país, pero ya no he vuelto y he recomendado a mi entorno no hacerlo. Imagino yo que algo parecido ocurrirá con estos turistas que se ven obligados a quedarse dentro del hotel sin poder disfrutar de una playa en condiciones. Seguramente la playa no se pueda mejorar, pero, por favor, no la vendan como si fuera el Cabo de Gata porque nos perjudica, aunque lo único que nos importe sea el porcentaje.

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