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Las tres imágenes, en el tradicional encuentro en la plaza Circular, a la puesta del sol.
El Encuentro se reinventa en la plaza Circular

El Encuentro se reinventa en la plaza Circular

Miles de almerienses fueron testigos del nuevo aire que la hermandad quiere darle al tradicional acto

JOSÉ LEYVA CUESTA

Viernes, 14 de abril 2017, 02:31

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Me habían avisado de que algo iba a ocurrir en la Plaza Circular que, siendo lo de siempre, iba a empezar a ser distinto. Solo me habían contado que se iban a instalar quince mil watios de potencia sonora y que se iba a establecer una presidencia en la que estarían presentes el alcalde y varios concejales, la presidenta de la Agrupación de hermandades y cofradías, el consiliario y la junta directiva de la Hermandad del Encuentro y una representación de la Hermandad del Santo Sepulcro, que está hermanada con los cofrades de San Antonio de Padua. Así que, en vista de que algo iba a pasar, no podía perdérmelo para, después, escribirlo para contárselo a todos ustedes.

Así que allá que me fui yo, a la Plaza Circular cuando el reloj marcaba las nueve menos veinte de la tarde. Y si por poco llego tarde. A esa hora ya estaba todo el cortejo de la Cofradía del Encuentro metido en la parte baja del Paseo menos los tres pasos y las tres bandas. Un gentío considerable iba copando las aceras del Paseo conforme me acerqué a la plaza pero, al llegar, me encontré al resto de Almería. ¡Qué de gente!

Tal y como me habían adelantado, en la embocadura del Paseo, a pie de calle, se encontraba la presidencia en la que se encontraban exactamente los componentes que me habían dicho y, repartidos en la plaza, los tres pasos. A saber: La Virgen de la Amargura estaba en Reina Regente a la altura del monumento a la Caridad y, en la travesía de la rambla, el paso de la Santa mujer Verónica en primer lugar y pegado a la acera de la plaza de las Velas y, detrás y pegando a la acera de las estatuas de los torsos humanos, el paso del Nazareno.

Entonces sonó la campana del paso de la Santa mujer Verónica, las portadoras levantaron las andas y, al unísono, también levantó el paso de la Amargura. Ambos empezaron a mecerse y, de sorpresa, comenzó a sonar un redoble de tambor de un músico de la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar que estaba junto a la presidencia y, un par de compases después, los quince mil watios de sonido llevaron a todo el público una saeta que se estaba cantando en directo.

Sí, ya sé que debería saber el nombre de la saetera, pero se me escapó anotar el dato. Fallo mío. Ahora que, la segunda saeta la cantó Ana Mar, la hija del Niño de las Cuevas. Esa no se me escapó.

Entre saetas y redoble de tambor, el paso del Nazareno también se fue acercando al centro de la Plaza mientras que el de la Virgen de la Amargura comenzaba a girar para encararse con Él y, cuando estuvieron lo suficientemente cerca, el sonido de los llamadores sirvió para arriar los pasos. No hubo bailes ni mecidas sin ton ni son sino todo lo contrario. Los tres pasos se encararon y se detuvieron. Al finalizar la segunda de las saetas sonó el himno nacional y, acto seguido, los pasos volvieron a ser levantados para reincorporarlos al cortejo. El paso del Nazareno se fue paso atrás un par de metros, el de la Amargura hizo lo mismo y, por entre medio de ambos, pasó el de la Santa mujer Verónica que fue el primero en entrar al Paseo. Luego el alcalde hizo una llamá al paso del Nazareno y, una vez levantado, fue el segundo en entrar a la embocadura que debía llevarles hasta Carrera Oficial y, finalmente, la Amargura hizo lo propio y ocupó su lugar en su cortejo.

¿Qué diferencias vi con respecto a años anteriores? Principalmente que se está estructurando el acto del Encuentro con un nuevo criterio y que se está buscando dotarle de mayor solemnidad. Manteniendo su ineludible sabor a tradición popular pero sin las alharacas de otros tiempos. No es todo lo que va a cambiar, según me dijeron. El año que viene se incorporará otra novedad y así durante algún tiempo hasta que, finalmente, la nueva estructura que se le quiere dar al acto y a los actores que participan en ella, incluidos en pueblo y hasta los medios de comunicación, tengan su espacio y su momento.

En otro orden de cosas, porque el encuentro de los pasos de la hermandad no es la única información relevante, cabe destacar que, este año, nuestro Padre Jesús Nazareno ha vuelto a procesionar con corona de espinas de plata y potencias y que la Virgen de la Amargura ha recuperado parcialmente su anterior paso procesional tras adaptar algunos de los moldurones y tallas que lo componían a la nueva parihuela que se le realizó hace unos años.

Hay que recordar que la hermandad aprobó en un reciente cabildo de hermanos la ejecución de un nuevo paso para la virgen y que, para tal fin, convocó un concurso público en el que los artistas interesados presenten sus proyectos. Según me contaron anoche, ya hay dos tallistas que se han comprometido en presentar sus trabajos.

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