Borrar
Día de lluvia en Almería, migas y... caos
a comer

Día de lluvia en Almería, migas y... caos

Lo que pasa en la ciudad cada vez que al cielo le da por 'llorar'

juanjo aguilera

Martes, 14 de marzo 2017, 13:24

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Dicen que los almerienses 'castizos' miran al 'Rincón de las Panochas' para saber si va a llover o no en Almería. Si esa zona, situada a la izquierda de la Rambla de la Avenida Federico García Lorca en sentido ascendente, aparece 'negra' prepara harina de sémola, agua, ajos, aceite de oliva, pimientos y sal porque hoy toca comer migas.

Lo decía el monologuista almeriense Pepe Céspedes: «¿Lluvia? Hoy migas», pero también más cosas:

1. Almería se inunda, literalmente.

El túnel del Camino de la Goleta, si tuviera más metros, era una instalación digna para albergar cualquier competición de natación de las grandes, un Campeonato del Mundo, por ejemplo, que el que hizo el túnel se cubrió, porque no es la primera vez que un camión se queda atrancado por la altura.

Una segunda instalación sería la 'piscina para aguas bravas', que está ubicada en el soterramiento de la carretera Níjar-Los Molinos.

Los saltos de trampolín los dejamos para la Rambla del Charco, en Costacabana, cuyo nombre no salió de una chistera.

2. Más atascos que Madrid en hora punta.

Esta mañana, atravesar la Avenida Pablo Iglesias, desde el Paseo Versalles hasta la puerta de Purchena, le ha costado a más de uno 20 minutos. En una ciudad que tenía como eslogan aquello de 'Almería, donde el sol pasa el invierno', los pocos días en los que se ausenta se convierten en una tortura china. Desde que pusieron los carteles aquellos de vías 'VAP' (Vía de Atención Preferente), el eslogan ha pasado a ser 'Almería, la ciudad de la doble fila'. «Si es un momento», dicen los que, teniendo lugar habilitado de carga y descarga, paran en un paso de peatones para dejar el reparto en el bar de la esquina o la madre o el padre que lleva al niño al colegio y convierte la zona de colegios en un slalom continuo, un coche por aquí, otro por allá. Y si las compras, cuando llegues a casa ya es la hora de la cena.

Así que, al final, lo de comprar la sémola es cada vez más complicado. Me voy al Ortuño's que seguro que hoy ponen migas de primero.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios