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Los siete lugares que sólo conocerás si eres un almeriense de pedigree

Los siete lugares que sólo conocerás si eres un almeriense de pedigree

Si eres un millenial, olvídate. Esta noticia sólo la entenderán los de la generación de los 80 -o los más viejos-. En Almería, donde llamamos orgullosamente a los sitios tal y como queremos, no como se llaman oficialmente, reconocemos algunos lugares de la capital almeriense con nombres ya extintos. Estos son sólo algunos. ¿Y tú? ¿Recuerdas alguno más?

Miguel Cárceles

Lunes, 13 de marzo 2017, 11:53

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Si alguien busca Simago(la primera de estas localizaciones), se dará de bruces con la realidad: cualquier almeriense de pedigree sabrá ubicarlo en un mapa. Pero no encontrará ni un solo plano en el que le ubiquen este ultraconocido comercio que desapareció del callejero almeriense en los años 90. Ahora es el Carrefour Express del Paseo de Almería. Y entonces era el único gran híper de Almería con la salvedad de otro de estos puntos del mapa no aptos para millenials.

2. Pryca: Si es usted de los que al gran hipermercado de la avenida del Mediterráneo le llama Carrefour, probablemente sea un almeriense de nueva hornada. Los almerienses de pedigree siguen llamando a ese centro comercial por el nombre que tuvo hasta que en el año 2000, tras la fusión de la empresa con Continente, cambió de nombre por el apelativo francés Carrefour (cruce, en idioma de los galos). Pero en la jerga urcitana, lo de Pryca aún permanece. Quizás porque los que entonces aún estábamos en el colegio disfrutábamos como nadie del gran evento anual: el día de la bicicleta. Pryca se ganó permanecer en el imaginario almeriense.

3. Los Imperiales: Cuando en Almería había muchos cines, los Imperiales, en la avenida de Pablo Iglesias, eran lo más. 'Parque Jurásico', 'La Bella y la Bestia' o 'Batman' llenaron la imaginación de miles de almerienses que los domingos peregrinaban Puerta Purchena arriba para hacerse con un tiquet de los rosas. El nombre de las cuatro salas, a día de hoy ya sólo un recuerdo, siguen utilizándose por los almerienses para denominar al entorno de la plaza de los Derechos Humanos. Cuando algo marca una etapa vital... es difícil quitárselo de la cabeza.

4. La Cárcel Vieja: A día de hoy, sólo acudirá allí si tiene que reclamar por una multa o para poner una denuncia ante la Policía Local. Pero antaño, la manzana que hoy ocupan el Cuartel de la guardia urbana de la capital y el parque infantil de tráfico, frente al Seminario Diocesano, era la prisión provincial. Para muchos, lo de 'Cárcel Vieja' sigue siendo un referente geográfico que, sin embargo, ha perdido enteros desde que, en la esquina inversa, se ubicara el Hotel Tryp.

5. Marín Rosa: La marca sigue existiendo, tiene tres tiendas en Almería capital, todas ellas en la calle Reyes Católicos. Pero si alguien con más de 25 años te dice que vayas a Marín Rosa se está refiriendo a que acudas al Paseo a la altura del Mercado Central. A día de hoy es una tienda de Sfera y Sephora. Pero antaño eran unos grandes almacenes al más puro estilo Galerías Preciados o El Corte Inglés. Los niños de la Almería de los años 80 recordarán ese espacio casi como un parque de atracciones, porque entre sus plantas se instalaron las primeras escaleras mecánicas de toda la ciudad.

6. Minas de Gádor: Todo almeriense con cierta edad recordará las enormes columnas de humo que se veían en el horizonte cuando se encaraba la carretera de Ronda hacia Torrecárdenas. Lo que había al fondo era la industrial Minas de Gádor, a día de hoy desaparecida. Pese a que la instalación en el antiguo solar de la fábrica de la delegación de la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA) ha provocado que muchos almerienses acaben llamando a la zona como "la rotonda de Canal Sur", aún hay muchas personas que siguen, erre que erre, manteniendo la tradición y apuntando a todo el entorno por nombre de la antigua fábrica.

... y 7. El Ingenio: A día de hoy sólo queda el pórtico de entrada a esta fábrica, en un parque frente al Polígono de La Mezquita. Pero ese espacio, que sirvió incluso como espacio de reclusión durante la Guerra Civil y como prisión durante los primeros años de la Dictadura, sigue siendo para los almerienses con años de solera El Ingenio. Un espacio en medio de la nada (entre Los Molinos, La Mezquita y El Puche) que sigue en el imaginario colectivo de los que en los ochenta seguían a Espinete o de sus padres.

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