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Pide la tarjeta de residente, paga las tasas y aún espera casi cinco años después

Pide la tarjeta de residente, paga las tasas y aún espera casi cinco años después

Mientras aguardaba respuestas municipales, la mayoría de calles alrededor de su casa en la plaza Bendicho las han convertido de pago

Sergio González Hueso

Viernes, 10 de marzo 2017, 18:44

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Un vecino de la plaza Bendicho en Almería capital sigue esperando desde el año 2012 a que el Ayuntamiento tenga a bien aceptar su solicitud para hacerse con una tarjeta verde de residente, para la cual formalizó una instancia además de pagar las correspondientes tasas por adelantado. Tras remitir el correspondiente escrito y al ver que nadie del Ayuntamiento le contestaba decidió ponerse en contacto con la concejalía del ramo, desde donde le instaron a esperar porque estaba en ciernes una reestructuración de los aparcamientos de las principales calles del centro.

El señor, 70 años viviendo en Bendicho, esperó paciente a los cambios, que finalmente se produjeron aunque con una resolución inesperada para él. Enrique Marín, que se había decidido a pedir la tarjeta de residente (que te permite acceder a calles marcadas en verde para aparcar) tras darse cuenta de que cada vez le era más difícil dejar el coche a buen recaudo en la calle, se vio sorprendido con que el Consistorio había hecho crecer por casi todo su entorno la zona azul.

No sólo no tenía noticias de su solicitud, sino que además los cambios le habían hurtado más si cabe la capacidad de aparcar cerca de su casa sin tener que pagar. Además, entre medias, su calle fue acogiendo sedes institucionales, con la reserva de sus correspondientes espacios de aparcamiento. Fomento, la sede del PSOE municipal, Cultura de Diputación... tienen en su plaza hueco para aparcar mientras ni él ni los vecinos lo tienen. El Obispado también, pero lo pagan. Enrique lamenta sobre todo que esto sea así teniendo en cuenta que, para más inri, los que están asociados a la institución provincial están casi siempre vacíos. Son cuatro plazas de aparcamiento que apenas se utilizan y cuyo hueco se hace latente para cualquiera que pasa, imaginen para este veterano vecino con sus tasas abonadas y su solicitud en barbecho.

Esto le hizo retomar la batalla este año por su tarjeta de residente, la cual se paga al año y no te garantiza tampoco tener una plaza libre. Sólo ampliarte el radio de calles para aparcar. Habló por tanto con la concejalía de Movilidad actual, que le volvió a decir que se tiene que esperar... otra vez. Con las mismas, les explicó lo que ocurre en su plaza, los aparcamientos que hay libres y la posibilidad de que estos trabajadores municipales puedan ser trasladados al aparcamiento de Plaza Marín, donde tienen los trabajadores municipales plazas reservadas. Nada, que remita un nuevo escrito y que ya valorarán su caso. Enrique tiene 79 años y ya se ha cansado de evasivas. No cree que tenga que pagar cada dos horas con una pensión de 700 euros después de que siempre pagó sus tributos. Incluidas las tasas para ser considerado residente, que "ni siquiera me las han devuelto", lamenta.

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