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Miguel Cárceles
Lunes, 16 de enero 2017, 01:21
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El regulador está presionando a las entidades financieras españolas para que limiten su inmovilizado con la finalidad de asegurar la pervivencia del sistema bancario. Y eso está obligando a muchas de ellas a drásticas reducciones de plantilla y cierres de oficinas. Cajamar no ha tenido que hacer frente a los dramáticos recortes, pero sí que hará algunos ajustes con la finalidad de reducir los costes fijos.
Según confirmaron fuentes de la cooperativa de crédito almeriense, a partir del próximo día 30 de enero, cerca de una veintena de localidades de la provincia de Almería cambiarán su ventanilla física actual por una oficina móvil. Hasta el momento contaban con pequeñas oficinas de atención al público que abrían varias veces al mes. Un par de horas por semana en la mayoría de casos. Y a partir de ahora tendrán una furgoneta que les prestará los mismos servicios sin necesidad de mantener un local físico en el núcleo de población. La operación también afectará a otras localidades en las que se sustituirá la ventanilla por un agente financiero. En este caso son localidades de mayor tamaño, y las operaciones financieras podrán efectuarse más días por semana, al estar vinculado este agente al territorio de implantación.
En el primero de los casos, el de la sustitución de la ventanilla por la oficina móvil, se encuentran 17 localidades almerienses, situadas en el entorno rural, con una población muy reducida y generalmente envejecida. Entre ellas está Somontín, Bentarique, Doña María o Santa Fe de Mondújar.
La nueva oficina móvil de Cajamar cuenta con un cajero automático para las operaciones bancarias más habituales -por ejemplo, la extracción de dinero de una cuenta de corriente-. Pero además tiene una pequeña oficina de atención al público para las operaciones de mayor dificultad. Cabe recordar que el cambio tendrá lugar en localidades con población de edad avanzada que en la mayoría de casos no se encuentra habituada a operaciones electrónicas, al uso de cajeros o al lenguaje financiero habitual. De hecho, en estos casos se trata de poblaciones tan pequeñas que ni siquiera es viable continuar en ellas con un agente financiero, como ocurrirá en otro gran bloque de localidades. Por ello, esta unidad móvil de Cajamar garantiza que los habitantes de estas pequeñas poblaciones no queden desatendidos y puedan recibir los servicios financieros igual que hasta ahora. «En muchos casos, los medios de que disponían hasta ahora esas oficinas de ventanilla eran incluso inferiores a los que van a recibir en breve con la unidad móvil», advierten desde Cajamar.
El cambio iniciado por Cajamar ya ha sido puesto en práctica por otras entidades financieras en España, y también será efectuado por la cooperativa almeriense en otras provincias en las que actualmente tiene implantación territorial.
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