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Sergio González Hueso
Jueves, 24 de noviembre 2016, 01:00
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El Defensor del Pueblo Andaluz muestra ya tanto hartazgo como los almerienses con las dilaciones relacionadas con la puesta en marcha de la estación de aguas residuales (EDAR) de El Bobar, pues seis meses después de haber finalizado las obras de ampliación por parte de la Consejería de Medio Ambiente, esta continúa sin poder dar cobertura a los municipios del Bajo Andarax para que dejen de verter sus aguas fecales al cauce del Río Andarax.
Y así debe ser porque Jesús Maeztu vuelve a insistir mediante una nueva comunicación a que se subsanen todas las deficiencias que impiden su normal funcionamiento. Tal y como contó IDEAL el pasado mes de septiembre, el motivo por el cual la Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax no se ha conectado aún al colector general de la depuradora es por la existencia de «problemas» detectados en la instalación de tuberías de saneamientos del complejo, las cuales se habrían colocado a diferente cota impidiendo así continuar con el proceso de conexión.
Cabe recordar que las obras de ampliación de la EDAR eran necesarias para que los municipios del área metropolitana de Almería - Gádor, Benahadux, Pechina, Viator, Rioja, Santa Fe de Mondújar y Huércal de Almería- puedan depurar sus aguas residuales y no verterlas así en el cauce de un río cuyo paso por la capital provoca la proliferación de mosquitos en los meses estivales así como problemas de salubridad y malos olores.
Una situación que se repetía un verano tras otro. Esta cuestión fue la que hizo al grupo municipal de Izquierda Unida en la capital elevar el asunto al Defensor del Pueblo, que entonces se manifestó instando a las administraciones implicadas a que pusieran de su parte para solventar el problema de las conexiones lo antes posible. Así lo hicieron todas: la Junta acabó las obras de ampliación de la depuradora y la Mancomunidad y el Ayuntamiento firmaron el convenio de uso conjunto de la infraestructura. Sólo quedaba que el Bajo Andarax iniciara unas pequeñas obras para conectarse al colector general. Era cuestión de semanas, tal y como llegaron a asegurar desde la Mancomunidad, pero una inspección autonómica de las obras de saneamiento previas a las de la ampliación detectó unas deficiencias cuya subsanación mantiene el proceso aletargado.
Pese a que los problemas eran «menores», según la Junta, lo cierto es que ya han pasado tres meses sin que se haya encontrado solución a los mismos. Desde la oficina de Maeztu se vuelve hoy a pedir a la Consejería que se hagan «cuantas actuaciones sean necesarias a fin de impulsar que, previos los tramites técnicos y legales, se determine la entidad responsable de subsanar estas deficiencias y, tras la cesión a la Mancomunidad de las infraestructuras, se pueda llevar a cabo por la empresa encargada del saneamiento las conexiones de los ramales al colector general ya ejecutado». Además, la institución ofrece su ayuda por si hubiera que hacer alguna gestión mediadora «en el caso de que encuentren dificultades para impulsar tales actuaciones o surjan nuevos obstáculos que impidan, en la práctica, poner en funcionamiento estas infraestructuras», señala.
Ambas consideraciones son dirigidas exactamente de la misma manera a la Mancomunidad de Municipios. Todo al objeto de que empiece a funcionar esta instalación tan «demandada» y de tanta «trascendencia».
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