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Cajamar. Eduardo Baamonde en su despacho de la Plaza de Barcelona el pasado lunes.
"El Corredor Mediterráneo sería un revulsivo para la economía de Almería, del Levante y de todo el país"

"El Corredor Mediterráneo sería un revulsivo para la economía de Almería, del Levante y de todo el país"

Entrevista a Eduardo Baamonde Noche. Presidente de Cajamar Caja Rural

Ángel Iturbide

Domingo, 20 de noviembre 2016, 13:42

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Con exquisita puntualidad Eduardo Baamonde, presidente del Consejo Rector de Cajamar Caja Rural, recibió el lunes pasado a IDEAL en su despacho de la planta noble del edificio de la cooperativa de ahorro en la Plaza de Barcelona de la capital. La entrevista se encuadra en el preámbulo a su primera intervención pública en Almería que se producirá el próximo jueves, 24 de noviembre, en las II Jornadas Agrícolas Almería Gourmet que se celebrarán en el Auditorio de El Ejido a las 19 horas.

Un gallego en Cajamar ¿ha roto esquemas?

No lo creo. Se trata de continuar con un proceso. El hecho de que Cajamar se haya expandido y haya crecido es una iniciativa que se acordó hace mucho tiempo. Es seguir el objetivo de crecer y expandirse y si eso es bueno para Almería es reforzar lo que ya se venía haciendo hace años.

Según eso, ¿ha dejado Cajamar de ser eminentemente almeriense?

Los principios, los valores, la visión que hay del negocio, todo ello nació aquí. Y sigue siendo la misma. La expansión ha sido sencillamente una estrategia para seguir siendo útil a la zona donde había nacido la entidad.

¿Ha notado algún rechazo de aquellos que consideraban que Cajamar renunciaba a sus orígenes?

Al contrario. Me he sentido muy acogido desde el primer momento y creo que se debe al carácter de Almería que es muy abierto y a que saben que el pasado reciente y el futuro de Almería se expande a través de exportaciones y apertura de negocios.

¿Y por parte de los clientes?

Desde el punto de vista del negocio seguimos siendo la primera entidad con diferencia de Almería. Dentro de los valores que tiene esta entidad está la proximidad y esa proximidad tiene que ser el elemento diferencial de la entidad.

¿Tienen futuro las cajas rurales?

Hay dos realidades que son muy potentes. Una es la realidad del mercado que es tremendamente competitivo y que exige eficiencia y la eficiencia la dan en gran medida las economías de escala. Creo que el resto de cajas rurales van a tener que plantearse su viabilidad por las condiciones y las exigencias de un mercado global cada día más tensionado y más volátil. Tendrán que buscar eficiencia a través de una integración y algunas decidirán integrarse entre ellas y otras hacerlo con nosotros.

¿La otra?

La que acabará imponiéndose, la reglamentaria. Queda todavía pendiente la revisión de la normativa que regula el crédito cooperativo en España y eso tarde o temprano acabará llegando porque lo que no puede ser es mantenerse con dos sistemas de supervisión distintos lo que les planteará incorporar una serie de exigencias que va a ser difícil que puedan atender en la situación y la estructura actual.

¿Está Cajamar en disposición de ser el eje sobre el que gire la banca cooperativa?

Tenemos estructura, conocimiento y tenemos peso para que así sea, pero también tenemos claro que tenemos las puertas abiertas pero que no vamos a obligar a nadie a tomar una decisión que no desee.

¿Ve a Cajamar en un futuro próximo como el Rabobank holandés o el Credit Agricole francés?

Son dos referencias europeas indudables tanto por su dimensión, su solvencia, capacidad y competitividad en el mercado y, siendo además de base cooperativa, son referencias de lo que debería ser el sistema de crédito cooperativo español.

¿Pero, Cajamar...?

Me gustaría señalar algunos aspecto en los que vamos por delante de ellos. Por ejemplo en materia de gobernanza. Que Cajamar haya unificado los procesos de toma de decisiones, el hecho de que haya consolidado balances, al sistema de crédito cooperativo europeo le está marcando una referencia que poco a poco se está consolidando en el tiempo.

¿Ve futuro a la economía social?

Tiene presente y tiene futuro. La crisis económica mundial ha enseñado muchas cosas. Primero, que hay que vivir de la economía productiva y segundo, que hay que tener unas empresas que apliquen políticas más equilibradas y más redistributivas porque al final eso beneficia al conjunto de la sociedad y aporta sostenibilidad. La economía social tanto desde el punto de vista de las empresas como desde el punto de vista financiero han demostrado una gran fortaleza en este periodo de crisis.

¿Y de cara al futuro?

La economía social ha salido reforzada y ha dado ejemplo a otra tipología de empresas de que si realmente quieren la sostenibilidad en el tiempo van a tener que adoptar políticas mucho más equitativas y comprometidas con el territorio y los trabajadores.

¿Qué perspectivas ve en la economía en general para el futuro más inmediato?

Yo soy de los que piensa que la globalización ha venido para quedarse. Otra cosa es que se haya avanzado mucho en la globalización de los mercados y no en la globalización de las políticas. Es necesario ahora avanzar en una armonización de la reglamentación porque tener los mercados completamente abiertos sin tener reglamentaciones hasta cierto punto similares provoca enormes distorsiones.

¿A qué se refiere?

Hablo sobre todo de reglamentaciones de carácter social, medioambiental... en un mundo globalizado es necesario armonizar políticas y regulaciones para evitar las distorsiones que se generan cuando el impacto de las varas de medir son totalmente distintas. La política social es un claro ejemplo, si las condiciones sociales son muy distintas entre los diferentes países al final hay un efecto de la competitividad que se ve distorsionando porque las exigencias en materia social son totalmente distintas. Lo mismo pasa en materia medioambiental.

A su juicio, ¿la victoria de Donald Trump puede suponer un freno al desarrollo?

Falta por ver qué va a hacer porque ya está matizando su discurso y evidentemente las fuerzas del mercado y las demandas sociales se convierten en imparables.

¿Y el 'Brexit'?

Lo que se pone de manifiesto con el 'Brexit' y con Trump es la necesidad de evitar el desequilibrio que se puede generar en un momento determinado entre un mercado cada día más abierto y global y políticas claramente distintas.

Pero sí es cierto que se están registrando movimientos en pos del proteccionismo.

Están saltando determinadas alarmas que ponen de manifiesto que hay una sensibilidad social porque ante la crisis las capas más vulnerables de la sociedad y, en gran medida las clases medias, se han visto resentidas. Se pone de manifiesto la necesidad de corregir determinados impactos que ha provocado que la sociedad crea en alguna medida que es consecuencia de la apertura de los mercados. El origen del impacto no tiene tanto que ver con la apertura de los mercados sino que muchos de los productos se producen en unas condiciones sociales y condiciones de carácter medioambiental que les hace ser más competitivos y eso es lo que realmente hay que intentar evitar.

¿Está Cajamar muy implicada en Estados Unidos y Reino Unido?

Cajamar directamente no y los clientes de Cajamar poco, puesto que tienen destinos muy diversificados. Hay que pensar que la gran ventaja que tiene el sector agroalimentario sobre el Reino Unido y Estados Unidos es que nuestras producciones son complementarias a las suyas y por lo tanto no compiten directamente con esos países.

¿Ha terminado ya la crisis?

Digamos que nos estamos recuperando de la crisis, posiblemente a un ritmo más lento del que sería deseable, pero sí notamos que hay un punto de inflexión.

Eso es que sí.

Hay cosas que han cambiado y no van a volver a ser las mismas. Creo que se está consolidando la recuperación y desde el punto de vista del negocio de Cajamar las perspectivas son positivas.

¿Sigue existiendo un riesgo serio para la banca española y europea?

La banca española ya ha hecho lo que tenía que hacer. Eso no significa que otros países de la UE no tengan que hacer cosas. España ha hecho los deberes, las entidades financieras hemos saneado nuestros balances y estamos en una situación de solvencia mejor que la que teníamos en el inicio de la crisis.

¿Cuáles son los principales frenos o handicaps de la economía almeriense?

Tienen que ver con las estructuras de comunicación y el agua, que son los dos temas que penalizan en mayor medida a Almería. Hemos firmado un convenio de colaboración con Asempal y con la Cámara de Comercio para identificar medidas concretas para mejorar la productividad y la competitividad de Almería.

¿Soluciones? ¿Alternativas?

Siendo una potencia exportadora deben mejorarse las infraestructuras de transporte y siendo una potencia en la producción hortofrutícola hay que garantizar el abastecimiento sostenible del agua a precios competitivos y eso se hace con políticas de estado que tengan una duración más allá de una legislatura.

La patronal valenciana se ha puesto ahora a reivindicar el Corredor Mediterráneo.

El Corredor será un revulsivo para la economía de Almería y la de todo el Mediterráneo que es donde estamos más implantados. Lo vemos de forma muy positiva y creemos, además, que el conjunto de la economía española se beneficiará si se impulsa el Corredor Mediterráneo.

¿De qué manera podremos ser más competitivos?

Desde Cajamar siempre hemos impulsado el redimensionamiento de las empresas porque una de las palancas para el desarrollo de cualquier tipo de actividad es la internacionalización. Por otro lado, el conocimiento es el elemento diferencial de las empresas que facilita aprovechar las oportunidades.

¿Y a nivel sectorial?

Hay sectores en los que Almería podría mejorar en los próximos años y tener una fuente de ingresos mejor que la actual. El turismo también necesita infraestructuras. Otro sector donde hay mucho que decir es en el de la piedra, donde no solo es importante producir, sino transformar y, sobre todo, comercializar en gran medida fuera de España.

Del inmobiliario no dice nada. ¿Tiene futuro?

El sector inmobiliario no va a volver a ser lo que era y hasta cierto punto puede ser positivo. Si algo nos ha enseñado la crisis es que puede afectar de forma muy potente a determinados sectores como el inmobiliario, pero aquellas empresas que han sabido aportar valor a lo que vendían y han sabido diferenciar siguen teniendo oportunidades de mercado. El construir porque todo se vende y porque se va a revalorizar, eso ha pasado a la historia.

¿Se les ha atragantado el 'stock' que tienen de viviendas?

Se está comercializando a una velocidad aceptable y con perspectivas de futuro. No es un elemento que nos preocupe a día de hoy.

¿Qué consejos daría a un pequeño inversor si se los pidiese?

Le diría lo que haría yo. Si es una empresa y cree en sus posibilidades tiene que invertir en ella. Si es alguien que no tiene una empresa lo que debe hacer es diversificar su cartera. Tener una parte de sus ahorros en un depósito a la vista o a plazo y otra parte en fondos de inversión y al mismo tiempo invertir en un plan de pensiones, algo que recomiendo siempre. Y también meter una parte en el capital social de una entidad como la nuestra, no tanto porque vaya a tener una retribución sino porque el hecho de formar parte de un proyecto financiero como Cajamar nos va a dar unos servicios que otras entidades no estén en condiciones de dar.

¿Hay financiación para emprendedores?

Sí la hay y nos gustaría tener más emprendimiento juvenil. Somos especialmente sensibles a aquellas propuestas novedosas que incorporen la innovación y vengan promovidas por gente joven.

Interprofesionales agrarias

¿Hablamos de la concentración de la oferta o ya nos hemos aburrido de ella?

En el sector agrícola y en cualquier otro hay dos formas de fusionarse. Uno, porque las empresas ven que fusionándose van a poder aprovechar nuevas oportunidades que de forma individual no lo hacían y dos porque ven que realmente el problema es tan gordo que no lo pueden superar si no es fusionándose.

Sencillo, pero no parece que funcione así.

Si no hay fusiones es o porque el problema todavía no es tan gordo y crees que lo puedes solucionar tu solo o porque consideras que la oportunidad puedes llegar a alcanzarla o a desarrollarla plenamente de forma individual. En Cajamar lo que vimos es que sea el enfoque-problema o sea el enfoque-oportunidad la dimensión aporta unas ventajas y unas economías de escala que te permiten ser más eficiente y aprovechar mejor las oportunidades del mercado y los retos del mercado.

Entonces ¿por qué vamos tan lentos?

Si no lo han hecho es porque piensan que no es necesario o porque hay temor a perder ese soberanismo que ahora tienen.

¿Pero si no lo hacemos no se puede generar cierto colonialismo?

Siempre he defendido en mi etapa anterior que hay que hacerlo antes de que los problemas sean irreversibles. Donde hay una gran concentración de demanda y una atomización de la oferta cuanto antes lo hagamos, mejor. Pero, ojo, la fusión y la dimensión no es un fin en sí mismo, es un medio y, por lo tanto, aquellas fusiones que funcionan son aquellas donde se comparten la misma visión y se comparten principios y valores.

Profundice.

Fusionar empresas con visiones y mentalidades distintas del negocio no trae más que problemas. Por eso, antes de implicarse en un proceso de fusión o integración hay que ver si se comparte la misma visión de las oportunidades y problemas y se comparte así la misma estrategia para poder superarlos.

A su juicio ¿por qué las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) no son capaces de evitar que se hundan los precios?

El problema es que las OPFH no integran al cien por cien de la producción, pero además es posible que haya un exceso de OPFH. En definitiva al estar tan atomizada la producción el hecho de que se contemplen medidas de retirada si no se hacen por parte de todos los miembros del sector al final no tienen efecto y no se aplican.

La revisión del reglamento de la Organización Común de Mercados (OCM) va por buen camino?

Yo he participado en el diseño de la OCM actual. La futura creo que ahora mismo la desconocen hasta los propios legisladores. El hecho de que la OCM actual incluya mecanismos que favorezcan la concentración de la oferta y mecanismos de estimulo a la inversión para la mejora de la comercialización a través de los fondos operativos ha sido bueno y debería mantenerse en el tiempo.

¿Cuál es la clave para que no se corrijan los desequilibrios en la cadena alimentaria?

Muchos de los desequilibrios se podrían corregir o atenuar si realmente hubiese una mayor concentración de la oferta.

¿Vislumbra los beneficios que puede traer consigo Hortiespaña?

Siempre he sido claro defensor de las interprofesionales y he participado en la constitución de ellas porque es importante tener un instrumento como la interprofesional donde se den cita en la misma mesa los distintos eslabones de la cadena. En la medida en que se contemplen los problemas y las oportunidades de la cadena en su conjunto se van a buscar soluciones.

¿Ese es el fundamento teórico?

Para que funcione y sea útil tiene que ser inclusiva, tiene que estar abierta a incorporar en su seno a la mayor parte posible de la representación sectorial de la cadena. En la medida en que sea inclusiva va a ser mucho más efectiva, va a identificar mejor sus objetivos, las acciones a desarrollar y a la hora de aplicarlo va a ser mucho más fácil.

¿Tiene Cajamar una dependencia excesiva del sector agrícola?

El sector está muy diversificado, tenemos la parte hortofrutícola con un peso importante, pero cada día tenemos mayor diversificación de nuestra cartera dentro del sector agro porque nos estamos expandiendo. Cuando en su día decide esta casa expandirse en buena medida era para eso, para diversificar riesgo.

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