Una vecina indignada invita al alcalde a vivir en su casa junto al vertedero

Se presuponía un punto difícil desde que, en la comisión plenaria, el voto favorable de Ciudadanos diera paso a su tramitación. Y así fue. La aprobación del proyecto para ampliar la planta de compostaje de Cuevas de los Medina (el vertedero) ha sido un jarro de agua fría para los vecinos de la barriada, que llevan desde hace años luchando por los perjuicios que causa en sus viviendas (malos olores, entre otras consecuencias). El proyecto, que fue elevado a comisión por la Concejalía de Urbanismo que dirige Miguel Ángel Castellón, pasó el primer corte gracias al visto bueno de Ciudadanos y la asombrosa abstención del PP, que dejó recaer sobre los hombros de los naranjas la responsabilidad del proyecto. Este miércoles, sin embargo, las tornas se han cambiado. El punto ha salido adelante por la aprobación del PP y con la abstención de C's, que ha pedido ahora retirarlo del orden del día del pleno "para volver a traerlo sin confusiones y con el beneplácito de todos los partidos", indicó el portavoz naranja, Miguel Cazorla. El mismo edil que hace apenas dos semanas votó a favor de su debate.

Tras negarse el PP a la retirada, el punto se sometió a votación y los ediles populares en solitario, gracias a la abstención de los naranjas que lidera Cazorla, aprobaron la iniciativa. Fue entonces cuando una vecina de la barriada interrumpió la sesión plenaria para protestar por su aprobación. La ciudadana anónima ofreció su vivienda a los regidores para que experimentaran "ustedes y sus hijos" los perjuicios que supone vivir junto al vertedero y en un barrio "en el que no hay ni un parque en el que jugar". La proclama de la vecina no fue interrumpida en ningún momento por el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, que es el que tiene la potestad de dirigir los plenos sin interrupciones. La proclama de la vecina se produjo en un entorno de silencio sepulcral y ante la mirada atónita de los concejales, sorprendidos por la reacción de la vecina.

Sólo después de que la 'cuevana' culminara su protesta con un "basta ya", el pleno continuó con cierta normalidad tensa ante lo que se sugiere como un tema que dará que hablar durante semanas.

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